El templo de los caídos.

Prólogo.

El calor sobre su rostro la hizo sonreír, una leve sonrisa que no estaba ni cerca de ser como las que solía dar, hacía bastante tiempo que no sonreía de verdad.

  ─Estoy harta de la comida rápida─Leyla mordió su hamburguesa─, sí sigo así aumentaré de peso.

  ─A mi no me importaría sí eso pasa─Connor sonrió sin apartar su vista del camino─, aunque tampoco es que ahora mismo estés muy delgada si me lo preguntas.

  ─¿Qué quiere decir eso?─Leyla frunció el ceño mientras volvía a envolver la hamburguesa y la depositaba de nuevo en la bolsa de papel en la que se las habían entregado─, creo que tienes razón, no más calorias.

Connor rodó los ojos disimuladamente y Alissa logró verlo por el retrovisor, sabía que su amigo sólo quería tomarle el pelo a Leyla porque ella era en realidad una chica bastante bonita y con una figura envidiable, sus ojos miel y su piel morena resaltaban perfectamente con su cabello castaño, cosa que la hacía destacar en cualquier lugar.

Por el contrario, Connor poseía una piel clara, aunque no completamente lisa ya que tenía algunas cicatrices debido a su condición de brujo demoníaco que lo hacía perder el control algunas veces. A pesar de no haber vuelto a tener otro ataque como aquel en el casi hiere a cara, una chica con la compartían clase, Alissa había notado un par de momentos en los que los ojos─normalmente verdes─del muchacho, se tornaban de un color rojo sangre como cuando su parte demonio estaba por salir, pero él se recomponía casi al instante aparentemente sin notarlo.

Aunque nunca lo admitiría en voz alta─y menos frente a Leyla─, Connor era un chico bastante atractivo, lo extraño era que solía entrar en los lugares sin llamar demasiado la atención, Alissa se lo atribuía a que había pasado años intentando pasar desapercibido y había hecho un tan buen trabajo que ahora nadie parecía notarlo realmente.

La voz de Connor, que finalmente había decidido interrumpir a Leyla y sus quejas sobre su peso, la sacaron de sus pensamientos. 

  ─¿De qué hablas?, sólo estaba bromeando, cariño, eres la mujer más hermosa que puede existir sobre el planeta─Alissa enarcó una ceja y se aclaró la garganta para recordarle a su amigo que seguía ahí─, sin ofender, Lissa, pero no puedes negar que Leyla es preciosa.

Alissa logró ver el sonrojo en las mejillas de su mejor amiga y no pudo contener otra pequeña sonrisa.

Se alegraba por ellos, que pudieran estar juntos en los tiempos difíciles era bastante bueno, sintió una pequeña punzada en su pecho al recordar a Luca y su sonrisa se esfumó.

Habían pasado algunas semanas, pero la herida seguía latente, Alissa había aprendido a ocultar sus emociones y disfrazarlas por las que la gente quería encontrar, no dejaba que nadie la viera llorar, ya no.

Sarah, su madre, se quedó más tranquila cuando logró convencerla de que se había recuperado de lo que había pasado en el bosque, pero en el fondo sabía que le llevaría más tiempo seguir con su vida.

Miró a la caja de madera a su lado, la misma que tenía el símbolo de los Maintless, la familia de su madre, grabada en la tapa.

Pasó su dedo por la *J* con dos líneas horizontales y tres flechas en cada extremo y la caja se abrió dejándola ver su interior.

Lo curioso de la situación era que nadie más parecía poder abrirla, Leyla y Connor lo habían intentado sin éxito, cosa que había fastidiado bastante a su mejor amiga.

Sacó el talismán de la caja y jugó con él entre sus dedos, no lo había detallado tanto la primera vez que lo había visto, lo único que tenía en el centro era una piedra que parecía ser de obsidiana y alrededor de la misma un diseño que parecían ramas envolviéndola.

  ─¿Cuánto tiempo falta para llegar al siguiente hotel?─Connor la miró a través del espejo retrovisor.

  ─Espera...─revisó su celular─, unas dos horas y media─hizo una mueca─, sí estás cansado, puedo manejar un poco.

  ─No, no, tranquila, estoy bien─sonrió─, ¿podrías leer de nuevo la nota?.

Supo de inmediato que lo que Connor realmente quería era tener un tema de conversación para no tener que viajar en un silencio que, a pesar de no ser incómodo, era bastante deprimente.

  ─"Ahí donde el dolor y el amor se juntan podrás hallar las respuestas, el portador de luz puede calmar tu duda sí a cambio le das lo que desea."─suspiró─, ¿tiene sentido?.

  ─¿Vamos a discutir esto de nuevo?─Leyla sonrió en señal de que le gustaba la idea─, bien hagámoslo.

  ─No, ya lo discutimos─Connor negó─, sabemos que éste portador de luz, quién quiera que sea, ésta buscando algo a cambio de su ayuda, sólo que no sabemos que es.

  ─Si, pero aún no sabemos a qué se refiere con "Ahí donde el dolor y el amor se juntan"─Leyla la miró─, ¿te suena de algo?

Alissa negó y después miró hacia la ventana, habían árboles a un lado de la carretera, un escalofrío le recorrió la espalda al recordar a la orden.



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En el texto hay: brujos, angelescaidos, kayrells

Editado: 20.03.2018

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