El templo de los caídos.

Capítulo 10.

No podía oír nada de lo que ocurría a su alrededor, sólo percibía un leve chirrido que lastimaba sus oídos.

Su primer impulso fue correr hacia las llamas, pero lo pensó un segundo y se detuvo.

Deja que los muertos sigan muertos─se dijo─, no dejes que el culpable escape tan fácilmente─suspiró─, no de nuevo.

Se volvió hacia donde estaba aquella mujer que aún mantenía una sonrisa en el rostro a pesar de seguir atrapada en la burbuja.

   ─Ali─Kyle intentó tocar a Alissa, pero ella le dirigió una mirada cargada de veneno haciéndolo retroceder.

  ─Oh, espera─se burló la Awwim─, ¿había alguien ahí dentro?, lo lamento tanto─puso una mano sobre su pecho fingiendo pena.

Alissa no dijo nada, se acercó a ella un poco más y dejo que sus emociones la guiaran.

Levantó su mano y la giró.

Nada pareció ocurrir, pero de pronto un crujido proveniente de uno de los brazos de la mujer sonó, la Awwim aulló de dolor y Alissa sonrió, pero no se detuvo.

Hizo lo mismo con el otro brazo y las piernas, las muñecas y los tobillos, repitiendo el proceso cada que sus articulaciones sanaban.

  ─Alissa, detente─Kyle se acercó a ella─, detente, por favor.

  ─De acuerdo─Alissa chasqueo los dedos y la burbuja comenzó a incendiarse, vio a la Awwim consumirse hasta que sus huesos no eran más que cenizas, no supo con exactitud cuánto tiempo había pasado, pero no le importó, ya nada importaba realmente.

Fue hasta el auto que ya estaba carbonizado y se dejó caer de rodillas mientras comenzaba a sollozar.

Era su culpa, no dejaba de repetírselo en su mente, había perdido a sus mejores amigos y no sabía como podría seguir adelante después de eso.

¿Qué le importaba sí los Awwim acababan con la humanidad?, ya nada tenía sentido.

Sintió los brazos de Kyle rodearla, el dolor en su pecho era demasiado y no creía que fuera a detenerse nunca.

  ─La verdad me siento un poco decepcionada─la voz de Leyla llegó a sus oídos.

  ─No hay gritos, ¿dónde está el drama?─ahora era la voz de Connor.

Se despegó del pecho de Kyle.

Su primer impulso fue mirar hacia el auto, pero luego sacudió su cabeza al darse cuenta de que era imposible que las voces vinieran de ahí.

Quizá estaba quedándose loca, la impresión la había afectado tanto que incluso oía las voces de sus mejores amigos.

Vio a Kyle levantarse del suelo mientras miraba con sorpresa algo detrás de ella.

Alissa giró su rostro con lentitud y parpadeó muchas veces sólo para asegurarse de que lo que veía era real.

  ─Ustedes... y yo...─se levantó rápidamente y se lanzó a los brazos de sus amigos, los estrecho contra ella casi esperando que se desvanecieran en cualquier instante.

  ─Nosotros creímos que...

  ─...¿Estábamos dentro del auto?─Leyla sonrió─, somos brujos, no cachorros que hay que cuidar todo el tiempo, algunas veces se olvidan de eso─miró a Connor e hizo una mueca.

  ─¿Cómo han podido salir de ahí?─Alissa los miró alternadamente─, es decir, ustedes...

  ─No estábamos dentro del auto, Lissa─Connor pasó una mano por su cabello─, cuando Kyle y tú salieron corriendo, nosotros hicimos lo mismo.

  ─Me alegro de que no me hicieran caso─volvió a rodearlos con sus brazos─, entonces ustedes tienen el talismán, ¿cierto?.

Leyla y Connor intercambiaron miradas.

  ─Verás... sobre eso... nosotros no...─Leyla rodó los ojos antes de interrumpirlo.

  ─No lo sacamos de ahí, no sabíamos que volarían el auto, creímos que estaría a salvo.

Alissa sintió un vacío en el estómago, sí el talismán había quedado atrapado en el auto, debía haberse consumido junto con el, ¿o no?.

  ─No sabemos que sucedió con él, Lissa─Leyla la miró con culpa reflejada en sus ojos─, no está dentro del auto y nadie se acercó mientras el fuego seguía ardiendo.

  ─Eso no importa ahora─Alissa les sonrió intentando parecer calmada, aunque por dentro su corazón latía como si acabara de correr una carrera─, están bien y eso es lo único que necesitamos por el momento.

  ─Bueno─Kyle hizo una mueca─, estamos a la mitad de la carretera y, a menos que a alguien se le ocurra alguna idea para sacarnos de aquí, estamos varados y eso también importa─él miró a Connor y a Leyla alternadamente.

  ─¿Qué?, ¿esperas que saque una escoba o algo así?, pues lamento decepcionarte, pero aún no tengo mi licencia de vuelo─Alissa quiso preguntar si eso existía, pero al comprobar el rostro de fastidio de su amiga, prefirió guardar silencio.

  ─Hay algo que podemos usar─Connor sacó una pequeña bolsa de tela del bolsillo de sus jeans─, mamá me lo dio antes de marcharnos, dijo que sí había problemas, lo usara.

Abrió la bolsa y sacó una piedra morada que parecía contener líquido en su interior.

Alissa y Kyle fruncieron el ceño y se dieron una rápida mirada de confusión.



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En el texto hay: brujos, angelescaidos, kayrells

Editado: 20.03.2018

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