Brisa Mística.

En Los Montes Lunares, Rayito de Sol seguía pintando inspirada en los susurros del viento, orgullosa de sus obras, porque ahora si conseguía darles ese toque dramático y de suspenso que siempre había querido reflejar en sus pinturas, aunque algo le faltaba aún, al pintar el cuadro del poema del desvelado, lo que llegó a su mente fue la figura de un hombre observando la imagen de una mujer, en las murallas de Lúa Dark, la cabeza del hombre no tenía rostro; ¡Eso era lo que le faltaba! Conocer el rostro del protagonista de aquellas historias en verso que le llevaba el viento, decidió dejar el rostro pendiente y comenzó a trabajar en su siguiente cuadro, el del hombre que volaba como el viento, sin caballo y sin espada, buscando a la Princesa de su cuento, buscando a la mujer amada, cuando hacía los primeros trazos, una figura femenina apareció bordeando la orilla del lago.

  -¿Qué dibujas ahora Rayito de Sol? Te he visto trabajando mucho  en las últimas horas en tus pinturas. 

Su nombre: Brisa Mística, otra de las ninfas que habitaban los lagos, una preciosa chica de tez blanca, ojos verdes y cabellos dorados.

  -Estoy pintando un ser que vuela por el cielo buscando algo. -le contesta Rayito de Sol. 

  -¿Un ser volador que busca algo en los cielos, acaso te inspiraste en los dragones que últimamente se han visto muy intrigados, y vuelan precisamente por los cielos de Fíria como buscando algo, o es algún ser erebal de los que habitan en Lúa Dark?

  -¿Por qué no pintas otra cosa Rayito? –pregunta continuamente Brisa Mística. -¡Pero!; ¿Qué es esto? ¡Qué hermoso cuadro y qué imagen tan desolada y nostálgica! Hasta parece que ese ángel está buscando algo en ese desierto y ese algo me gustaría ser yo; ¡Y este otro! ¿Qué extraño? Aunque le hace falta el rostro puedo imaginarme claramente los ojos de un niño mirando al cielo, no hacia ese tétrico muro; ¡Que fantásticas ideas en tan realistas pinturas Rayito de Sol, te felicito!

Y agradeciendo con una sonrisa a Brisa Mística, Rayito de Sol le dice:

  -Y espera a que veas a mi criatura voladora, te aseguro que no es un dragón, ni ninguna de las aberraciones erebales que habitan los reinados oscuros, aunque ni idea tengo aún de cómo empezarlo, te aseguro que será un hermoso cuadro.

  -¿Y de dónde estás sacando tus ideas amiga, acaso alguno de los tritones te ha robado tu corazoncito otra vez?

  ¡No! ¿Cómo crees eso? Nadie me ha robado mi corazón y nadie lo volverá a hacer, ese está muy bien guardado, las ideas me las ha traído el viento en unas historias en verso que vienen del Sur, y aunque no conozco al autor, su voz es tan varonil que se escucha tal cual si fuera un trueno en la distancia, acompañado de una música como de flauta, pero mucho más vibrante, no es guitarra ni piano, suena como si los rieles del Tren de los Muertos vibraran desesperados creando algo así, un sonido que llega de repente, a veces de noche, mañana, tarde o madrugada en cualquier momento y sin avisar, trayéndome la inspiración que necesito para dar vida a éstos cuadros, ya los escucharás, son muy bonitos.

  -¡Historias en verso dices!  Palabras que suenan iguales, como letras de canciones que no son cantadas, pero si habladas, logrando así un ritmo único de palabras que terminan siendo poemas; ¿Dices que te los trae el viento? Me gustaría escuchar uno de esos.
 

  -Si amiga, me las trae el viento del cual obtengo la inspiración necesaria y los transformo en cuadros, aunque no sé por qué, si observas bien, el protagonista de mis pinturas no es un tritón ya que tiene piernas, no es un ángel ya que no tiene alas, aún no sé por qué pero lo relaciono con uno de los humanos.

  -¡Un humano dices! Yo salí del lago al enterarme de que uno de los humanos llegó a Fíria, trayendo consigo  a la legendaria Espada del Destino, y que en éste mismo momento debe de estar destruyendo a la ciudad de los vientos y asesinando a todos sus ángeles.

  -¿Cómo puedes creer eso, como va a destruir Mirídia? Primero tendría que haber destruido a su ejército y eso nunca ha sido posible, ni para Daro’s y sus poderosos dragones. –exclama Rayito de Sol.

  -¡Pues eso es lo que se dice! Que el humano poseedor de la Espada del Destino derrotó a los tornados de Mirídia, y ahora está destruyendo la ciudad para acceder al oráculo de los dioses olvidados, y así pedir deseos oscuros a sus dioses, deseos que podrían destruir nuestro mundo.

  -En serio que no lo puedo creer del muso de mis inspiraciones, así que vamos a asegurarnos de lo que dicen, tal vez en Aqua nos den más información.                  

Dice Rayito de Sol y dejando pendiente el desarrollo de la pintura, las 2 ninfas entraron en las aguas, tratando de saber más sobre el poseedor de la Espada del Destino.