El Tercer Idiota

Capítulo 16.

Luis no quiere ser patético.

23 de Diciembre de 2019.

Mi familia no sabe muy bien como celebrar cumpleaños.

Es algo que agradezco pero al mismo tiempo me gustaría hacer algo más especial en un día que podría ser menos común.

Hoy es mi cumpleaños y lo mejor en lo que pudimos pensar todos fue en buscar un buen lugar de hamburguesas e ir a cenar.

Todos los años anteriores tampoco hacíamos gran cosa y mi ex novia normalmente se olvidaba de la fecha así que pasaba desapercibido.

Nunca espero la gran cosa, ni siquiera felicitaciones. Pero este año, con solo el mensaje de alguien sería muy feliz.

Así que me sentí muy patético cuando llegó la noche y no tenía nada.

Miraba el teléfono cada minuto esperando su mensaje, pero no pasó eso. Decidí dejar de prestar atención durante la cena con mi familia pero cuando no tuve con que más distraerme volví a caer.

Decidí entrar patéticamente a la aplicación de mensajes para ver si por alguna casualidad del destino no me había llegado la notificación.

Pero, sorpresa, no había nada. Aunque, había un símbolo de "cargando" encima de todos los mensajes.

Revisé la cobertura de mi teléfono y no había nada.

A lado de mí, pude notar que mi prima Abigail estaba batallando con su teléfono también.

—¿Tienes señal?—le pregunté.

Ella distraídamente regresó la vista a su celular y frunció el ceño.

—Al parecer no.

Eso casi pareció un alivio para ella, creo que ambos pasamos por lo mismo de no darnos cuenta de que si no teníamos mensajes, entonces no teníamos señal.

El restaurante no tenía buena cobertura en general.

¿Cómo no noté ese tonto detalle?

Me levanté con la excusa de ir al baño y salí un poco del lugar hasta que tuve al menos una línea de señal. Abrí de nuevo la aplicación y uno a uno fueron llegando algunos mensajes de compañeros de la escuela con felicitaciones.

Y también, hace no menos de un minuto, había un mensaje de Mía. El cual abrí inmediatamente haciéndome ver desesperado.

Mía: Feliz cumpleaños.
 

Es patético esperar algo más de ella cuando sé que Mía no es así. Mía no es de las que escriben grandes dedicatorias en los cumpleaños, ni hacen detalles elaborados y esas cosas. De hecho creo que si recuerda una fecha ya es mucho.

Mi teléfono comenzó a sonar de nuevo.

Mía: (:

Es más patético emocionarme por esto.

(...)

Llegamos a casa un poco de noche así que Dylan y yo fuimos directos a su habitación ya que en estas vacaciones a él y a mí nos tocó compartir, mientras que mis dos hermanos duermen en la sala.

Estábamos algo cansados así que cuando nos acostamos, Dylan decidió dormir mientras yo me quedaba aún viendo el mensaje de Mía. Casi como si tratara de invocar una llamada suya o algo así.

—¿Puedes apagar tu teléfono?—dijo Dylan medio dormido.

—Ni se nota.

No lo podía ver, pero de seguro me hubiera dirigido una mirada molesta.

—¿Estás esperando un mensaje o qué?

—No.

Sí.

Aunque Mía ya me felicitó, también esperaba que, no sé, se aburriera como hace unos días y me llamara. Pero después de la penosa llamada que tuvimos cuando estuve ebrio, ella no me ha escrito y yo por vergüenza tampoco.

Solo pude agradecerle a la felicitación pero no supe como iniciar una conversación. Sobre todo porque quiero armar mil y un planes con ella cuando vuelva y tal vez eso la asustaría.

Así que mejor espero a que ahora ella me hable primero.

Es ridículo pero no quiero incomodarla ahora, ha habido solo silencio desde hace unos días así que prefiero esperar.

—¿Te felicitó tu ex novia? ¿Por eso no dejas el teléfono desde la cena?

—No y no.

Después de que también le mandara mensaje a Claudia diciéndole que no podía seguir hablando con ella, no ha intentado comunicarse conmigo y la verdad no tengo problema con eso.

—¿Te libraste de la tóxica?

—No le digas así... pero sí.

—Vaya, creí que este día no llegaría.

—Ya ve a dormir.

—Lo haría, si alguien me dejara hacerlo.

—Yo no lo estoy impidiendo.

—El brillo de tu teléfono sí.

Había olvidado que a veces Dylan puede ser igual o más molesto que su hermana Lia. Que su otra hermana Abigail no, ella le gana a los otros dos pero la tolero más porque no hablo con ella tan seguido.

Decidí ignorarlo pero él soltó un bufido y se tapó con las cobijas hasta la cabeza.

—Eres un exagerado.

—Y la persona de la que estás esperando mensaje no te va a hablar, así que apaga esa cosa.

—No espero mensaje de nadie.

Nunca había esperado con tantas ansias que alguien me escribiera o llamara. Me siento patético, sobre todo porque hubiera sido más fácil que me gustara una chica que no le costara comunicarse conmigo. No, me tenía que gustar la única persona a la que no le gustan las llamadas.

Pero la verdad es que por esos detalles no me deja de gustar y eso me da más miedo.

3 de Enero de 2019.

A pesar de que disfruto mucho de las fiestas decembrinas y todo eso, no veo la hora de volver a casa.

Extraño mi casa, extraño mi habitación, extraño mi cama y también extraño a...

—¿Ya estás empacando?—Lia se asomó a la habitación de Dylan.

Él había salido así que aproveche para empacar mis cosas y que no se quejara por ello.

—¿Dos días antes de irnos no es adecuado?

—Lo esperaría de mí, pero de ti o de tus hermanos esperaría que dejaran todo para el último.

—Pensaba hacerlo, pero estaba aburrido.

—Más bien te veo ansioso por volver—Lia entró a la habitación.

Estoy ansioso por volver.



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En el texto hay: amor juvenil, relacion

Editado: 06.04.2024

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