El tesoro de un Duende

El destino de todos

Capítulo 17

Narradora: Rachel Gardener

Enterarme de que posiblemente la llave de mi madre puede ser la del cofre del tesoro de Jarom me tomó por sorpresa. Sé que para el duende tampoco es fácil lo que está pasando, sin embargo, no consigo otra solución que probar si esta llave es la de su cofre y si no es debemos buscar el objeto o lugar que esta abre. 

Al parecer hay muchas cosas que el duende sabe y no nos quiere decir; así como no nos contó de su tesoro. 

Ad, le da una mirada confusa al Duende que por mi propuesta se muestra aterrorizado y se pasea de un lado a otro con la vista puesta en el suelo. 

—No puedes obtener mi tesoro —declara con mucha seriedad.

—¿Y por qué no? —Le pregunto frunciendo mi entrecejo—. ¿Nos puedes decir?

Sus ojos azules por fin me ven a la cara y están húmedos. Se queda unos segundos pensando como si lo que fuera a decir se trata de algo muy importante y a la vez doloroso. 

Cuando sus labios se despegan y va a comenzar a hablar una discusión nos interrumpe y nos hace voltear hacia la misma dirección. Acercándose a la casa Ginger viene sujetando con fuerza el brazo de Darcy y la trae a rastras. Mi hermanastra viene llorando y su madre profiere palabrotas que enseguida me ponen nerviosa; todos sabemos que cuando lo hace es porque está sumamente enojada y es capaz de llevarse por delante a todo aquel que pueda estorbar. 

—Yo me voy, creo que esto se pondrá peor —sugiere Jarom y se marcha. 

Adler interroga a su madre por tratar de esa forma a su hermana y ella no responde, sino que entra a la casa y empuja con brusquedad a Darcy hacia un lado. La chica se acaricia el brazo en el lugar donde su madre apretaba con fuerza. 

—¿Así es como me pagas? —Le grita su madre y se avienta hacia ella para darle una bofetada. 

Ad, se mete en medio de ellas y sostiene la mano de su madre en defensa de su hermana. 

—Suéltame Adler, esta niña no se va a burlar de mí —intenta pasarlo para poder golpear a Darcy que sigue llorando. 

—No mamá —contesta Ad con un tono de voz autoritario —Me van explicando ahora mismo lo que está pasando. 

—¿Qué pasa? Te voy a decir qué pasa. —Señala a la hija con su dedo índice—. Esa estúpida es novia de un panadero —dice lo último con desprecio. 

—¿Eso es cierto, Darcy? —Su tono de voz ahora es tenue. 

La chica hace una pequeña afirmación y su madre intenta nuevamente golpearla pero su hijo la sostiene antes de que logre atajarla por el cabello. 

—¡Ya basta! —Grita con fuerza el chico, mostrándose molesto. 

Me quedo paralizada en la puerta viendo todo el espectáculo que armaron y me limito a solo observar, por experiencia sé que no es buena idea meterme en esta pelea familiar. 

—¿Crees que voy a dejar que mi hija ande con un simple panadero? —Vocifera la bruja—. Jamás, primero muerta. Ella no va arruinar mis planes que tanto esfuerzo le he puesto.

—Mamá, cálmate —indica Ad sin dejar de sostenerla. 

—No me voy a calmar hasta que no se case con un buen partido —ladea con rabia su cabeza—. No te vas a salir con la tuya, te casarás apenas tengas la mayoría de edad con el hijo de Don Felipe. 

—No me voy a casar con él —refutó mi hermanastra. Sus ojos ahora desbordan rabia —Yo amo a Jacob y no nos vas a separar. 

La bruja ahora intenta desprenderse de los fuertes brazos de Adler para ir a descargar su ira sobre Darcy. 

—Tú no me vas a retar, harás lo que yo quiera. Desde que naciste supe que no servirías para nada y por eso te he buscado un hombre con el cual puedas dejar nuestro apellido en alto y más en esta situación que nos puso el desgraciado de Gabriel. 

Aprieto mis dientes con fuerza para retener todas las cosas que quiero decirle a la bruja en este momento. 

—Pues, no me importa nuestro apellido, no me voy a casar con un hombre que no amo solo por su dinero. 

La chica sale corriendo de la casa y me retiro un poco de la puerta para dejarla pasar. Observo a Adler con mi rostro preocupado y él me hace señas para que siga a su hermana. Me dirijo en la dirección que ha tomado la chica pero ya lleva cierta distancia de mí. 

Me apresuro al ver que se dirige hacia el bosque aunque no creo que ella sea capaz de entrar porque le teme a los animales que pueda haber. Le grito para que se detenga pero esto le da más energía para seguir corriendo. Cuando casi estoy por alcanzarla me tropiezo con un montículo de tierra y me caigo al suelo causando heridas en mis manos. Cuando logro ponerme de pie para seguir corriendo me doy cuenta de que Darcy está muy cerca de salir del cerco de las esferas que nos protegen de los otros duendes. Grito a todo pulmón para evitar que siga más allá y entre en el bosque, sin embargo, mi hermanastra no obedece y se pierde dentro del bosque. 

Me detengo justo en las esferas y observo hacia el bosque que tengo delante de mí y luego volteo para ver hacia la seguridad de la casa. El miedo se apodera de mí, me encuentro paralizada y sin saber qué decisión tomar. 

Si entro al bosque estoy expuesta a los duendes, mas Jarom ha dicho que lo buscan a él y no a mí, tal vez puedo entrar y buscar a Darcy sin estar en peligro.

Aun cuando mis piernas tiemblan, me echo a correr por el bosque tomando la dirección por donde vi a mi hermanastra correr antes de perderse entre tantos árboles. Corro con cuidado de no tropezar con algunas raíces que sobresalen del suelo y llamo a Darcy en voz alta; rogando que pueda escucharme y venir hacia donde estoy. No recibo ninguna respuesta y poco a poco me he adentrado mucho en el bosque. 

Después de tanto correr me sostengo del tronco de un árbol para poder tomar varias bocanadas de aire y seguir en la búsqueda de mi hermanastra. Me dispongo a caminar mientras observo a mi alrededor por si consigo encontrarla. 



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En el texto hay: rebelion, secretos, duendes y hadas

Editado: 13.08.2021

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