Kenji no podía creer lo que escuchaba así que pasó a buscar a Mugi quien seguía en la habitación contigua. Kai'er tomo su celular para hacer una cita con un médico para el día siguiente pues quería confirmar el estado de su hija aunque dos pruebas caseras debían ser suficientes.
— Esposa, ¿estás segura?
— Por supuesto — contesto sonriendo mientras guardaba su teléfono — Mugi también está impactada. Probablemente ese bebé sea lo que le hace falta a sus vidas.
— Kai'er, ¿Crees que ese chico es adecuado? ¡Es hermano de ese golpeador!
— Pero eso no significa que tenga que ser igual — contesto
— Ni siquiera acabo la preparatoria. Ya no es ese músico famoso que solía ser, ni cantar puede... ¿cómo esperas que le dejé a mi hija a un bueno para nada? — le dijo Ukyo molesto. Si todo eso resultaba ser una farsa y ellos ya sabían que tenían un bebé en camino eso lo enojaría más.
— Mi amor, no debes entrometerte en la vida de Mugi si eso no lo quiere ella. No quiero que se vuelva a ir a causa de una mala decisión. Fue difícil que nos llamará con frecuencia ahora ¿quieres hacerla huir?
— Ya veremos.
Ellos discutían mientras Kenji estaba afuera sin tocar la puerta o pensar en entrar. Su vida quería dedicarla a la música, ese siempre fue su plan sin embargo había hecho dos cosas que jamás se planteó: casarse y tener hijos.
Desde que era pequeño vio muchas veces que su madre lloraba y no la veía por días. Su personalidad es igual de tranquila que la de su padre pero no sentía, como espectador, que él la apoyara. Pensó que si sus personalidades eran iguales entonces lo único que podría lograr era abandonar a las personas que amaba por lo que no se sentía preparado.
Conoció a Mugi y su mundo comenzó a cambiar. Ella siempre le decía las palabras que quería oír, su relación estaba profundizándose en este momento. Estaban en un periodo de enamoramiento, no se conocían muy bien pero ¿no sería una vida llena de aventuras conocerse en este tiempo? Lo que sea que dure, ¿no estaría bien?
Si ese es el caso, entonces ¿porque no ha cruzado la puerta?
En la habitación, Mugi sostenía entre sus manos dos pruebas positivas. Cuando su madre la llevo a la habitación contigua junto con su bolso ella saco las pruebas de allí. Su madre se sorprendió.
— ¿Lo sospechabas?
— No... No del todo pero Fabián me dijo que algunas mujeres empiezan a comer más. Obviamente ninguna es igual pero así no soy yo.
— Mugi, ¿de verdad quieres formar una familia con él?
— Ma, me gustan tantas cosas de él que no sabría que decir primero. Kenji es un chico sobresaliente. En mi experiencia como músico, si me hubiera pasado algo como a él, habría abandona todo. No me acercaría a nada que me recordara lo que fue de mi talento pero él es distinto. Él quiere dejar una marca en la historia que creo, quiere hacer un trabajo que lo recuerden todos... ¿está mal que haya elegido alguien así?
— Claro que no, es válido lo que has dicho — contesto. Al parecer entre ellos tenían conceptos similares. Se apoyaban en inspiraban en el otro.
Toc toc
— ¿Mugi? ¿Mugi?
— ¿Si? Adelante — dijo la chica. Kenji entro. — ¿Lo escuchaste de mamá?
— Si... estoy muy sorprendido — le dijo pero no sabía que más decir, simplemente no parecía real. — entonces ¿estás embarazada?
— Ohhh no creo que no debería disculparme pero jamás pregunté si querías hijos o no.
— No es eso. Parece un sueño muy extraño. Tener una familia contigo sería lo ideal pero temo que así como llego esa pequeña alegría también pueda esfumarse.
— Ya entiendo, yo también lo pensé pero estoy feliz aunque no lo demuestre. Cuando algo pase simplemente lanzaré un contraataque, ya verás.
...
Por la mañana, Kai'er los llevo al hospital mientras Ukyo esperaba a sus hijos menores, después de la visita tendría una charla interesante sobre su irresponsabilidad.
Cuando Kenji vio a los embriones en la pantalla formándose se dio cuenta por primera vez que era real. Había un par de bebés creciendo en Mugi, no pudo evitar pensar que no estaba listo para eso pero Mugi seguía sin creerlo. Los miraba allí pero le parecía imposible de creer como si alguien quisiera engañarles y darles una lección sobre cómo debe de comportarse.
De regreso en la casa, Ukyo tenía una mirada reprobatoria hacia Kenji. Este último no sabía que decir hasta que aparecieron Ryohei y Azuma para llevarse a su hermana.
— Kenji sígueme. Hablaremos un poco.
—Jajajaja — empezó a reír. Hace mucho que no se sentía nervioso.
— Kenji, te preguntaré sin rodeos... ¿tienes pensado en volver a la música?
— Yo... quiero ser compositor y letrista — dijo inseguro.
— Sabes que no es muy remunerado por la gran cantidad de personas que se dedican a eso.
— Lo sé pero... quisiera dedicarme un poco a ello y después ayudar a Mugi a sobrellevar su negocio.