El tiempo en mi mano

CAPÍTULO 6

¡¡No puede ser. Aún no puedo volver, qué significa esto!! ¡¡Malditos viajes en el tiempo!!, cada vez se ponen peor, como si sentir que me derrito y me bato dentro de una centrífuga no fuera suficiente, ahora más encima siento punzadas electrificantes en todo mi cuerpo.

_¡Ey!...¡despierta ya!_ ¡Maldición! Estaba soñando. Espero no haber dicho nada en voz alta.

_¿No encontraste mejor forma de despertarme que enterrándome tu Bokken en mis costillas, maestro?_.

_Primera lección: aprende a dormir con un ojo abierto y el otro cerrado. Es vital para sobrevivir estar atento a todo lo que te rodea. Un ataque viene de improviso y si no estás alerta, es mejor que te des por muerto.

_Está bien, está bien, no lo olvidaré_ dije elevando los brazos al aire.

 

Tenía un objetivo: encontrar a mi hermana Faith; no obstante, me había puesto como meta adicional, lograr que Musashi se bañara y adecentara. Aún no sabía muy bien cómo lograrlo, pero partiría usando el método directo.

_¿Maestro?_.

_¿Mmmm?_.

_¿Hay aquí un algún lugar en dónde darse un baño?_ dije como para preparar el terreno, sin embargo miró hacia atrás y su mirada fluyó hasta el riachuelo indicándome con ella que ese podía ser un buen lugar.

_No me refería a uno así. Más bien estaba pensando en un baño caliente y en un lugar más…..privado_.

_Parece que eres pudoroso, muchacho_ dijo burlándose de mí.

_Taki…..mi nombre es Taki, maestro.

_Escucha….Taki. Yo no desperdicio dinero gastándolo en baños calientes, y si….._ iba a seguir con su perorata cuando lo inbterrumpí.

_¿Entonces es por eso que no te bañas?_ me miró como asombrado de que yo me fijara en esas frivolidades. Como si fuera posible no reparar en su aspecto desgreñado y su aroma repugnante. _Disculpa, no quise ofenderte, pero es que todo tu cuerpo griiiiiita que necesita un baño y al parecer no lo estás escuchando_ dije tratando de arreglar el desmadre.

_Tengo mis razones para no hacerlo. Una de ellas es la que ya te mencioné y la otra me la reservo_.

_Parece que eres una persona que no confía en nadie_.

_Es porque no necesito confiar en nadie. Me basta con confiar en mí mismo. Al menos si fallo, no sufro del sentimentalismo propio de la desilusión_.

_Pero todos en algún momento necesitan confiar en alguien, al menos para algo tan sencillo como para tomar un baño_ no terminé de decir esa frase cuando me agarró del cuello, me levantó en el aire y me azotó suavemente en el tronco de un árbol.

_¡¡No tengo por qué decirte nada, pero fue por confiar en alguien que debería haber cuidado mis espaldas a la hora de bañarme que hoy soy así de desconfiado!! Se suponía que debía velar por mi seguridad mientras tomaba un baño, pero en vez de eso, me traicionó y consiguió que muchos hombres me atacaran mientras aún estaba desnudo, sin la protección de mi Wakizashi o mi Bokken. Salvé de milagro, pero de ello aprendí la lección. Prefiero no bañarme más si para ello tengo que separarme de mis armas. Así ha sido desde esa vez y no pretendo cambiar ahora porque a un enclenque muchachito le molesta mi olor, ¿entendido?_ con eso me bajó.

_Sí, maestro. Pero no me culpes si trato de convencerte. Yo no soy como aquella persona que te traicionó. Te demostrare que puedes confiar en mí aunque sea para darte una simple ducha…._ y ahí vamos otra vez. ¿Cuándo aprenderé a pensar antes de hablar? Espero no me pregunte qué es una ducha.

_Vamos. Tenemos que llegar a la aldea. Debo buscar si hay alguien con quién batirme a duelo_.

Partimos a la aldea luego de recoger nuestras cosas y después de unos cuantos minutos ya estábamos recorriendo las calles de ella. De repente, paramos frente a una gran casa. Miré a Musashi como buscando respuesta a su detención y él solo estaba ahí, de pie frente a mí, con la cabeza gacha esperando a que yo dijera o hiciera algo que yo desconocía.

_¿No vas a entrar?_ me preguntó. Miré el lugar de arriba abajo sin saber qué era.

_¿Entrar a dónde?_ otra vez la mirada ceñuda de asombro se apoderaba de su cara.

_Al sentó_. dijo con cara de póker.

_¿Al sentó?_.

_¿No dijiste que querías tomar un baño caliente?_.

_¡¡Ah!!!, el sentó…jajajaj…..es aquí donde estaba_ dije riéndome con la cara color granate y muerta de vergüenza. _No me di cuenta. Mi mente estaba pensando en la próxima vez que te viera combatir_.

_¿Y? ¿no vas a entrar?_ no sé por qué pero pensé que de alguna forma se estaba divirtiendo con la situación.

_Es que…..no tengo dinero_.

_Toma_ dijo y con ello puso en mi mano unas monedas. Las tomé con una tremenda sonrisa en mi cara. Por fin podría darme un baño. Me hubiera encantado haberme sacrificado para que fuera él el que tomara el baño, pero estaba claro que no pensaba hacerlo, así que ni tonta ni perezosa, me adentré en el lugar no sin antes ver en su rostro una leve curvatura en sus labios. No sé si fue una verdadera sonrisa, pero fue suficiente para alegrarme el día.




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