CAPÍTULO X

Día 6:

Ya solo quedaba un día para que Emanuel pudiera salir de ese horrible infierno, entonces el se preparo para lo que el día le tenía preparado, haciendo una pequeña cuchilla con los huesos de la ardilla, se intentó curar la herida con hojas, luego salió un momento de su cueva y armó una trampa para cualquier animal que se le acerque, y cuando salió vio el nuevo cambio del día, siendo que ahora el cielo era un escandaloso rojo sangre, las nubes del cielo formaban las siluetas de los familiares de Emanuel solo que muertos, los animales ahora eran prácticamente unos mutantes qué se mataban entre sí, había un volcán a punto de estallar, en los árboles estaban colgadas y destripadas todas las personas que murieron en el parque, el suelo era de piedra, fantasmas saliendo derrepente, y lo más perturbador que vio Emanuel fue a él en un árbol colgado mientras pequeños fantasmas le iban arrancando extremidades a Emanuel.

Emanuel al ver todo los cambios que tenía el bosque le dio un poco de inseguridad al ver todo, pero el no se iba a dejar ganar del diablo y agarro fuerzas y siguió preparando su trampa.

Cuando ya la tenía lista se puso al frente de la trampa y espero a que algo la agarra, y en efecto no pasaron ni más de 3 minutos y ya un oso estaba apuntó de caer en la trampa.

La trampa era de que si un animal pisaba una capa de presión, esa presión la hiba a llevar a un árbol el cual iba a soltar una piedra, y la piedra jiraria por un tubo y rompería unas sogas las cuales lanzaría los huesos de la ardilla como si fueran pequeñas flechas.

El oso vio a Emanuel, y apenas lo vio salió corriendo rápidamente hacia Emanuel.

Emanuel estaba muy nervioso pues si su trampa no funcionaba el sería comida de oso.

El oso por fin llego donde estaba la placa, y la piso y... No pasó nada, Emanuel se dio cuenta de que no funcion y salió corriendo mientras el oso lo seguía, solo que Emanuel fue más inteligente y se hizo atrás de donde estaban las flechas y con un hueso de ardilla chaz corto la soga de la trampa y los huesos salieron volando apuntando justo todos en el corazón del oso y matandolo.