CAPÍTULO XIII

Emanuel ya llevaba mucho tiempo encerrado en ese cuarto y estaba desesperado, pues veía muertos sombras, el empezaba a hablar solo de un momento para el otro, y lo peor del caso es que el era consciente no era obra del diablo, si no que todo lo que le estaba pasando era culpa de él mismo y que por el miedo y la soledad que sentía su mente, que cada vez más le jugaba en contra.

Mientras más tiempo pasaba solo en gran parte le ayudo a reflexionar, le ayudo a entender como él era un niño malcriado y caprichoso, entendía todos los actos malos que llego a hacer y como antes el no los veía como nada malo, entendió que todo lo que le estaba pasando a él en este momento fue por culpa de su capricho, por fin entendia lo que significaba empata cuando se acordaba de cada persona que trataba como basura por ser pobre en cuanto todos somos serés humanos, pudo ver que sus padres no son personas malas si lo castigan o no le compran algo que el quiere, estaba entendiendo muchas cosas, quien diría que tendría que pasar todo esto para que Emanuel entendiera el error de sus actos, el desafío era difícil y todo pero al menos algo bueno saco de el.

Luego de mucha desesperación y reflexión, sonó una alarma, la cual daba la notificación que había pasado la primera prueba del segundo reto, ahora sigue la segunda prueba.