El Trébol

Rupert

Durante dos meses Joséphine y Vanya huyeron de los favoritos de Fergus pero en su encuentro con Katrina y Sara casi mueren pero como su técnica de inducción de sueños no funcionó aún tenían a tres detrás de ellas especialmente porque Hazel se unió en su viaje quién también se vio obligada a huir de su hermana, Clarisa tenía que apresurarse en encontrar respuestas pero tendría que recurrir a un viejo conocido.

— ¿Cómo están Joséphine y Hazel?—, preguntó preocupada por su encuentro con Katrina y Sara no era un secreto que eran poderosas brujas y si Joséphine no pudo matarlas entonces regresarían.

Hazel también corría peligro lo más seguro era que Roxana ya se había enterado de su complicidad con ella y Florence, incluso había llegado a tal punto de convencer a Charles para apartarla del Trébol limitando su información sobre lo que hacía Roxana.

— Vanya me dijo que están vivas pero todavía no controlan bien sus acciones, le dije que les diera otra pócima curativa—, Clarisa asintió con la cabeza y le dijo a Florence que tomara asiento

— Encontré a Rupert, lo convencí de reunirnos está tarde pero quiere que seamos discretas — anunció Clarisa mirando a Florence

— ¿Confías en que no es una trampa?, él tiene acceso a toda la información bancaria del Trébol nada nos garantiza que no trabaje para Roxana —, Florence se preocupaba por su madre aunque estuviera mal decirlo Rupert siempre fue un cobarde 

— Hubo un tiempo en el que confíe en su palabra, por sobre todas las cosas es tú padre estoy segura de que no haría algo para poner en riesgo tu vida —

— se fue apenas se enteró de la muerte de Beatriz, nunca estuvo aquí ¡Él no es mi padre! —, Clarisa tomó su mano y le pidió que se calmara 

— ya lo sé y yo te crié para perdonar, tienes derecho a estar enojada pero necesito que te concentres muchas vidas dependen de la información que nos dé Rupert —dijo Clarisa finalizando la conversación

Tres horas después se encontraban en una camioneta en medio de un estacionamiento subterráneo esperando a que Rupert hiciera acto de presencia, un hombre con sudadera gris tocó tres veces la ventana del asiento trasero y Florence quitó el seguro dejándolo entrar 

— ¿Tienes lo que quiero?— preguntó antes de empezar, Florence  le dió un sobre con dinero y le dijo — siempre eres tan considerado Rupert— — Florence hoy no.

 — Clarisa yo — se quedó callado cuando vió la decepción en los ojos de su hija y esposa,        —solo contesta las preguntas Rupert y luego vete —, habló Florence enojada 

— ¿A quién le ha enviado dinero Roxana?, sabemos que le ha estado robando porqué desvía el dinero a otras cuentas —preguntó Clarisa

—Roxana a retirado de las cuentas en el extranjero a grandes escalas casi por millones, pero de lo que hace con ese dinero no se nada. 

— Charles es quien tiene bastante en su cuenta privada al parecer ha estado vendiendo por toneladas en estrellas de arcoiris, la nueva droga mágica pero luego esas fuentes de ingreso se fueron—

— ¿De dónde sacó estrellas de arcoiris?—, preguntó Clarisa

— Fergus es el único distribuidor tenían un contrato por cinco años pero Charles las vendía a sobre precio y Fergus recibía muy poco a comparación de las ganancias para el Trébol— 

— luego Roxana comenzó a recibir transferencias de varias cuentas pero las que más destacan son las de John y Fergus casi siempre llegan al mismo tiempo es como una subasta —

 — en algún punto entre el rompimiento de contrato entre el Trébol y Fergus, Roxana lo utilizo a su favor y comenzó a subastar el paquete—, 

Desafortunadamente Rupert escuchó lo que dijo Florence y las miró muy asustado,              — porque no lo destruyeron el paquete solo trajo cosas horribles a nuestras vidas y ahora podríamos morir, ¿Acaso no le dijiste de la maldición?—,

 Florence se molestó y le reclamo su comportamiento infantil, — sigues siendo el mismo cobarde de siempre, esconderte no te salvará está vez la maldición nos persigue a todos, cobarde —, 

Rupert observó que su hija ya no creía más en él, ya no era más esa niñita que lo perseguía por toda la casa buscando su atención, resignado se fue para pensar en la decisión que tomó hace años y sí realmente había valido la pena abandonar a su familia.

— ¿Qué vamos a hacer?—, Clarisa tenía dos opciones podían huir y dejar todo atrás o podían enfrentar a Charles y hacer que Roxana confesara que era realmente lo que intentaba hacer con el paquete

— Vamos con Charles está vez debe escuchar, será mi último intento de detenerla, porque la próxima vez que la vea la mataré—, Florence soltó una risa de alegría pura.

Más tarde ese día habiendo reunido toda la evidencia de las transferencias bancarias de Roxana y teniendo la grabación del testimonio de Rupert fueron hasta el hogar de Charles quien las recibió como si no supiera nada

 — Se que ya no soy bienvenida en el Trébol pero debes escucharme, Roxana está traicionando al Trébol, a ti a tú confianza—, Charles vió con detenimiento cada uno de los documentos y escuchó la grabación de lo que Rupert confesó en el auto su expresión cambiaba de sorpresa, a enojó y finalmente tristeza 

— ¿Cómo pude dejarme engañar?—, agachó cabeza ocultando su rostro entre sus manos 

— Charles no es tu culpa,solo debemos capturarla y encerrarla, ¿Sabes dónde está?—

— Estoy aquí, Clarisa—entro Roxana con una gran sonrisa y se posicionó a un lado de Charles— Te dije que no podías confiar en ellas—, Charles levantó la mirada— ¡Cómo te atreves a robar mi dinero y venir hasta aquí para hacerme creer en tus mentiras— gritó con enojo, Roxana sacó de un cajón una carpeta con los estados de cuenta de Clarisa los ingresos aumentaron en el mismo periodo que los de Roxana pero Charles creyó en ella así que Clarisa quedó como una ladrona ante sus ojos 

— Al parecer aquí solo hay una ladrona inmunda y no soy yo—, dijo con sarcasmo




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