El Trébol

Katrina y Sara

Bastante peligrosas unas de las favoritas de Fergus Olsen dos gemelas brujas que podían robar y matar de manera rápida y sencilla pero con el paso de los años se volvieron un par de sádicas, nadie sabía que elementos podían controlar pero sus dones eran reconocidos Sara entraba en tus sueños y los volvía pesadillas sin necesidad de pociones, Katrina alteraba tu percepción de la realidad en base a tus recuerdos y manipulaba tus acciones con su voz 

Luego de enviar el mensaje para Mark, Josephine se vio obligada a dirigirse a un lugar desconocido para ella y que sorpresivamente era significativo para Clarisa, Charles y Mark. El camino a las montañas estaba particularmente solo, neblina espesa hizo que encendiera las luces del auto para conducir lentamente.

— ¿Quién es Fergus Olsen y porqué nos quiere matar?—,Vanya estaba confundida hacía unas horas que visitaron a Abigail qué por lo que sabía ella es madre de Clarisa por tanto es abuela de Florence 

— Bueno, mi teoría es que no quiere que Mark se involucre en sus asuntos y nosotras somos las mensajeras —

— No respondiste quién es él—, Josephine la vió de reojo por unos segundos; redirigió su mirada al frente y dijo — Dueño de una cadena de Bancos y una televisora a nivel internacional, en el mundo sobrenatural vende gotas de cielo, básicamente es una poción con efectos curativos milagros —

—¿Cómo qué?—, preguntó Vanya

— Las gotas de cielo pueden curar enfermedades terminales pero la poción curativa solamente regenera tejido , le pagan millones por quince mililitros—cuando terminó de hablar la neblina se volvió más espesa y las nubes se juntaron dejando el cielo completamente gris 

Comenzó a llover de manera torrencial, Josephine confirmo lo que llevaba tiempo sospechando, detuvo el auto; apagó las luces delanteras; recostó su cabeza en el asiento y cerró sus ojos cuando volvió a abrirlos, se encontraba en el borde del precipicio de la montaña también se percato de que no estaba lloviendo, tampoco había neblina, pero lo más importante es que Vanya no estaba en el auto.

Salió de la camioneta y grito al bosque como si fuera a recibir respuesta

— Buen intento malditas brujas, casi muero está vez admito que fui descuidada pero la niña ni siquiera sabe cómo disparar un arma—, 

— ¿Cómo sabes si estás soñando? ó quizás estás despierta pero no ves la verdad solo lo que quiero mostrarte— la voz de una mujer se escuchó proveniente de todos lados pues el viento parecía llevar arrastrando su voz 

— vayan al carajo , terminaré lo que empecé la última vez que las ví —, Josephine se enfocó en su recuerdo más doloroso sabía que si era un sueño la llevaría automáticamente hasta el lugar que más odiaba pero si estaba despierta no pasaría nada.

De pronto estaba en medio de una feria con montones de personas riendo y jugando ,niños corriendo para subir a los juegos mecánicos, frente a ella apareció una niña con el vestido más hermoso que jamás tuvo traía un oso gigante de peluche y un helado de fresa la niña sonreía con felicidad pura mientras seguía sonando risas y bullicio de la gente, Josephine estaba harta , no quería seguir mirando así que abrió los ojos y despertó dentro de su auto estacionado fuera de una estación de servicio eran al rededor de las diez de la noche.

Vanya estaba dormida pero no podía despertarla puesto que el hechizo que estaban usando sería mortal si era quebrantado por causas externas, Vanya tendría que enfrentarse a Sara por su cuenta.

No era tan difícil debía ser sencillo para alguien como ella, que miedo podría tener una niña que nunca salió del orfanato 

Vanya regreso a dónde su historia comenzó, el frío del pavimento le provocaba escalofríos temblaba sin parar no podía ver a su alrededor no quería levantar la mirada incluso cuando sintió el cañón del revolver en su cabeza no quiso ver a Josephine.Sabía que debía implorar por su vida pero no podía hacerlo el miedo le impedía emitir palabras, solo respiraba con dificultad y apretaba sus puños en el pavimento

— Mátala—, extrañamente la voz de Roxana sonaba muy raro, pero aunque quería pensar en ello sentir su arma en su cabeza el frío del estacionamiento y el mareo de sus nervios la obligaba a seguir concentrada en Josephine, el revolver se aparto de su cabeza y se escuchó como Josephine recargaba 

— Mírame—, una voz en su cabeza le decía que no lo hiciera, el miedo de lo que podría ver era tan grande que no quería obedecer, podría ser una mirada de odio o de satisfacción de ver cómo estaba asustada, no podía obedecer aunque quisiera, estaba ahogándose en su propio llanto o quizá era un ataque cardíaco pero cada vez con mas frecuencia no podía respirar, solo escuchaba el viento soplar y podía sentir el frío pavimento debajo de ella, se recostó cerrando sus ojos y perdiéndose en la oscuridad

De pronto comenzó a pensar en Noah, sus ojos su boca y su voz tan profunda sonó muy cerca de sus oídos, y cómo si fuera una ola gigante los recuerdos comenzaron a abalanzarse sobre ella, cuando compró comida en una cafetería junto a Josephine, cuando le salvó la vida, el día en que fueron con Abigail y como le dió un suero de la verdad obligándola a confesar con sinceridad todas sus preguntas. No pudo evitar sonreír y al instante abrió los ojos encontrándose con que estaba en el auto y junto a ella están Josephine dormida creyó que fue una pesadilla pero estaba llorando y temblaba, abrazó a Josephine inconscientemente y está solo se quedó quieta sin responder a la demostración de cariño por parte de Vanya




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