El Tu

capitulo 11 - el mar de pensamientos

 ––– que pensara de mí.
––– si fuera más grande.
––– abecés eres bipolar.
––– parece que lo cachetearon.
Me imagine que esto que escuchaba eran palabras sin sentido pero estas tenían razón
mientras estaba debajo del agua. Subí de inmediato como pude a la superficie y me
encontré en medio del mar. Un mar extraño, que mientras estabas sumergido en el,
escuchabas pensamientos ocultos. Esos que solo lo pensante pero jamás dijiste. Esos
que se convirtieron en ideas reales.
––– ¡AYUDA...! ––– grite pidiendo ayuda.
Me sumergí nuevamente un momento.
––– porque es tan bueno.
––– quisiera ser como él.
––– porque no le dije que...
Me quede sin aire y Salí a la superficie, y me encuentre un barco a mi lado.
––– ¡AYUDA!
––– ¡es alguien, bajen la cuerda...! ¡Rápido, rápido!
El capitán del barco me rescato junto a su tripulación de siluetas.
––– ¿qué haces en este lugar? ––– me dijo con un asentó agrio.
––– ¿en... dónde estamos? ––– dije temblando de frio.
––– en el mar de pensamientos. No los escuchaste. Los pensamientos.
––– si... los escuche.
––– mejor que ni te metas otra vez, quedarte debajo del agua te volverá loco y se te
olvidara respirar. Así hemos perdido a muchos en este barco.
–––ah... bueno, gracias por el consejo ¿pero que son ustedes?
––– ¿qué somos?
––– sí.
––– ¡bueno chicos...! ¿Qué somos?
––– ¡somos los navegantes del Magallanes! ––– grito toda la tripulación.
––– los navegantes, eso mismo somos.
––– ah bueno y, ¿adónde se dirigen?
––– ¡a tierra firme!
––– y ¿dónde es eso?
––– a donde nos dirigimos.
––– ah ya... Bien. Entendí ––– dije con la impresión de que gritarían.
Este parecía un bardo antiguo, de los de madera que utilizaban los piratas, bueno algo
así, pero este estaba muy cuidado. Eso era bueno creo, el ambiente era amigable,
aunque las nubes cubrían el cielo de gris.
El mar de pensamientos es un lugar en donde los pensamientos redundan entre sí.
Me senté junto a una silueta que veía el mar.
––– hola. ––– dije amigablemente.
––– hola.
––– ¿qué... vez?
––– el mar.
––– ¿porque? ¿Qué tiene de especial?
––– nada en absoluto.
––– entonces ¿porque lo ves?
––– por eso porque no tiene nada de especial, es solo un mar. ¿Sabes? Abecés las
cosas más simples son las más hermosas y si son vistas por un buen ojo.
––– si eso es verdad.
––– sabes algo irónico si piensas tanto haces un mar y si no piensas sería un desierto.
––– tiene sentido.
––– pero no toda. ¿De qué tamaño será un pensamiento? ósea cuanto espacio ocupara
me pregunto.
––– ¿de qué tamaño? mmm...
Ya luego de un rato pensando, el cielo oscuro se volvió una zona de truenos y
relámpagos.
Era un poco aterrador, para algunos, ya que se escondían adentro del barco, la silueta
que estaba conmigo temblaba de pavor y se metió junto con las demás.
––– ¡oigan solo son truenos, no se alarmen!
––– ¡no lo entiendes chico! ––– me dijo el capitán.
––– ¿no que pasa?
––– se acerca una lluvia de ideas...
––– ¿una lluvia de ideas?
––– te explico adentro chico ¡ven!
––– claro.
Literalmente toda la tripulación estaba dentro del barco, sin razón alguna, solo era una
lluvia.
––– no es una simple lluvia, esta lluvia de ideas es casi igual al mar de pensamientos,
pero esta entra en contacto con el lado agresivo de una persona. Ósea insultos, malos
pensamientos y eso. Pero esas pequeñas gotas pueden volver a una persona mala...
––– ah... y... ¿desde cuándo pasa esto?
––– no lo estoy en este lugar pero no hace mucho tiempo, que recuerde.
––– Y ¿han encontrado tierra firme?
––– si alguna que otra vez.
Empezó a llover lentamente gotas negras, que se evaporaban apenas hacían contacto
con algo.
––– ¡bueno tripulación el tiempo es próspero y hay que levantar los ánimos! ––– dijo
el capitán.
––– ¡sí!
––– entonces 1... 2... 1... 2... 3...
––– ajo-y ajo-y ajo-y somos navegantes sin parar y surcamos el ancho mar. Ajo-y ajo-y
ajo-y contamos latas sin parar y nos lanzamos en el mar, para que servir al que vive
aquí si nos volvemos locos ji ji. Ajo-y ajo-y ajo-y. Ja, ja, ja. Ja, ja ha ha a ha ha. –––
cantaron todos la tripulación.
Que acanto más rítmico y emocionante.
––– ¿que fue eso?
––– solo es una canción para levantar los ánimos. ––– dijo el capitán.
––– ah, bueno y a mí me alegro un poco.
––– la música es un remedio para la tristeza, pero es un arma de doble filo ya que
también puede ponerte triste, furioso y quien sabe que más. Por eso nosotros cantamos
juntos, para que todos estemos iguales.
––– guao se preocupan mucho por todos.
––– chico estos mares son un desastre, y un lugar muy peligroso si estas solo. Por eso
me tengo que preocupar por todos.
––– ah bueno tienes razón, la soledad es mala.
––– si chico. Es muy mala.
––– y ¿cuánto tiempo dura la lluvia de ideas?
––– puede ser horas o días... no lo ser, la última duro 3 días.
––– ¡enserio!
––– porque te mentiría chico, que ganaría con eso.
––– bueno no se... que me quede con ustedes.
––– no, somos suficientes. No te ataremos a que te quedes con nosotros, te puedes ir
cuando quieras.
––– bien, en cuanto veamos tierra firme allí será.
––– bueno nos dirigimos hacia allá, llegaremos en unas horas. Creo...
––– ok. Me puedes decir dónde está el baño.
––– claro. Te vas derecho por aquí, cruzas a la derecha, segunda puerta. ––– dijo el
capitán, mientras hacía gestos con sus manos.
––– gracias.
Me dirigí hacia el baño y entre. Necesitaba un poco de espacio. Me coloque adelante
del lavamanos que tenía un espejo y me di cuenta de que me veía como una silueta
plateada, no como yo era en realidad. Como no estoy completo soy la mitad.
––– ¿porque?... ¿porque soy una silueta de plata? ¡Soy una silueta!
––– con razón que me trataban como iguales, bueno desde el principio siempre fui
una silueta. ––– dije desesperado.
––– está bien controlate. ––– respiraba y exhalaba.
––– ¿estás bien? ––– dijo el capitán mientras tocaba la puerta.
––– sí, sí estoy bien.
––– seguro, escuche gritos.
––– sí, es solo que me asuste.
––– bien, ah ya se ve tierra firme y dejo de llover.
––– claro... ah-h-h... salgo enseguida.
––– bien...
Es la hora de pasar página y seguir adelante. Salí de allí y se veía muy cerca mi lugar.
––– ves eso, es tierra firme. ––– dijo una silueta que se me acerco.
––– si lo veo.
––– ¡TIERRA FIRME!
––– ¡AJO-Y!
––– ¡prepárense todos para anclar!
––– ¡SI, CAPITÁN! ––– gritaron todos en el barco.
Por fin llegamos al lugar, y todos estaban bajando por la cuerda, nos mojábamos los
pies un poco que era un precio bajo por llegar a este lugar, parecía un gran desierto, yo
me adelante y corrí un poco. No diré que bese el piso por encontrar tierra firme pero
me sentía muy bien de ya no estar dentro de un barco, marea mucho.  



#9778 en Joven Adulto
#18646 en Fantasía

En el texto hay: sentimientos, amor amistad, recuedos

Editado: 31.12.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.