—Déjeme contarle todo —empecé diciéndole al psiquiatra cuando me acomodé en la consulta; me ofreció recostarme en el sofá, con temor lo hice, pues no sabía si eso; mi creación, estaría ahí ese día. Por supuesto, cuando lo que creas se sale de tu control, no tienes idea de si aparecerá de repente mientras volteas la cara.
—Lo escucho —me dijo el doctor.
—Verá, todo empezó hace unos seis meses, la verdad yo no estoy loco, se lo puedo asegurar, lo que pasa es que cuando uno es joven hace estupideces. Ahora me arrepiento de haberlo hecho y realmente no sé cómo deshacerlo, por eso he acudido a un profesional. ¿Ha oído usted hablar de los tulpa? —El negó con la cabeza.
Bueno los tulpa son una especie de creación de la mente, un ente o lo que usted quiera, una proyección de su imaginación. Puede ser lo que sea, una persona, un animal, un monstruo… Lo encontré meramente por casualidad una vez en el internet. Ese vasto mundo del internet que te puede llevar a caminos sinuosos y escabrosos. Fui un tonto ¿sabe usted? Nunca debí crearlo, pero ya no puedo llorar sobre la leche derramada.
—¿Cómo lo creó? Cuénteme.
—No me interrumpa doctor; bueno fíjese, en internet hay muchas formas que te explican cómo hacerlo, dice principalmente que debes concentrarte mucho para lograrlo, a mi me costó varios meses poder crear algo sólido, es más difícil de lo que usted cree.
» No le voy a decir las formas porque temo que a usted también se le vaya a ocurrir la idea de crearlo y sinceramente no se lo recomendaría ni a mi peor enemigo.
» Al principio me imaginé un hombre, como una especie de amigo imaginario, no sé si usted lo sabe, pero yo soy una persona de pocos amigos, de hecho, solo tengo dos, y uno de ellos es él. Lo llamé “Hombre” porque no soy bueno pensando nombres y no quería etiquetarlo con ninguno en realidad. Así que hombre nació; nació de mi mente, yo lo cree, lo imaginé y lo materialicé ahí mismo frente a mí.
»¿Y sabe usted qué pasó? Él estaba ahí cuando abrí los ojos, después de dos meses, mi propia alucinación ¿puede creerlo? Hombre hablaba conmigo, no mucho claro, era yo quien iniciaba los temas de conversación, y era yo quien los culminaba, él solo me miraba, me miraba y me miraba. Lo hacía cuando comía, cuando me bañaba, cuando dormía, sentía su presencia todo el tiempo junto a mí. Y no podía decir que eso me desagradaba.
»Pero luego las cosas empezaron a cambiar doctor, realmente todo cambio, hombre empezó a ponerse raro. Le explico mejor para que me entienda.
»Él era alto y vestía un traje negro, su rostro era como el de un hombre promedio; era blanco y tenía los ojos negros, atractivo, cómo me hubiera gustado que yo fuera así; pero como yo no podía ser así pues me lo imaginé a él de esa forma. Una vez estaba sentado junto a mi otro amigo, el que, si es de verdad, y hombre estaba detrás de él.
»No le dije nada a mi amigo pues no quería asustarlo, además no quería que me tratara de loco; hombre me miraba, pero sus ojos ya no parecían tener una pupila, un iris y una cornea, en cambio todo era negro, como si en sus ojos hubiera un vacío, ¿me entiende?
» Doctor creo que no me está entendiendo.
—Si lo entiendo señor —me respondió el doctor.
—Doctor, realmente necesito que me ayude, le cuento todo esto porque quiero deshacerme de hombre, me acosa, me atormenta todo el tiempo, justo ahora él está aquí, sentado allí —señalé la silla que aparentemente estaba vacía, yo sabía que el doctor no podía verlo como yo lo veía, pero ahí estaba hombre, mirándome, mirando al doctor. El doctor volteó a mirar a la silla, y se removió en el asiento, parecía incomodo.
—¿Usted puede verlo doctor?
—No. —Negó con la cabeza, aunque su comportamiento me parecía algo raro, más raro que el mío.
—Como le decía doctor, hombre miraba a mi amigo y su mirada era siniestra, mi amigo me dijo que sentía una respiración en el cuello y yo me asusté, ¿acaso mi imaginación podía volverse real? ¿Eso es posible acaso doctor? Porque realmente yo no lo creía, pero después de todo lo que pasó empiezo a creer que es posible.
»Es que doctor, yo ya no lo controlo, no controlo su forma ni cómo aparece, nada, realmente tengo miedo, mucho miedo de que eso pueda materializarse.
»Bueno, dejaré de divagar, mi amigo me dijo eso y yo me quedé paralizado, le dije que quizá era la ventilación; pero yo sabía que no era cierto. Yo sabía que era hombre que estaba ahí detrás de él fastidiándolo. No entendí cuál era su objetivo, ¿quería dejarme sin amigos? No sé, él ya no contesta mis preguntas, antes le hablaba y me respondía, pero ahora su boca ha desaparecido y la reemplazaron unas fauces feroces.
»En esas investigaciones mías por el internet, leí que los tulpa podían deformarse, y yo de tonto pensé que eso era una patraña, ¿cómo podría algo de la imaginación deformarse? ¿Acaso no somos dueños de nuestra mente? Si le soy sincero doctor, la respuesta a esa pregunta me vino de forma no muy grata hace unos días.
»Pero no nos adelantemos a los hechos, déjeme contarle bien todo para que me entienda, ¿si me está entendiendo cierto?
»Cómo sea, después del incidente con mi amigo, hombre se puso cada vez más raro, ya no se limitaba solo a mirarme, también me sonreía, y no era una sonrisa tranquilizadora, me sonreía de forma macabra, como un asesino antes de matar a su víctima, sus ojos, que alguna vez fueron hermosos; y su sonrisa, que se transformó en una galería de dientes filosos y sangrientos, me acechaba en las noches.
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Editado: 11.10.2020