MADDISON.
La escuela se había convertido en una completa tortura.
Conan me ha estado ignorando como si fuera invisible mientras que ahora pasaba de la mano con Scarlett por los pasillos y todos lo victoreaban como si fuera un maldito dios.
Estoy a punto de estrellar mi cabella contra la puerta metálica de mi casillero al recordar como es que su nueva novia me miraba, suspiro lentamente intentando encontrar la paz que se había desamparado de mi cuerpo y alma. Cierro la cremallera de la mochila y con pasos lentos y decisivos camino hasta llegar a la cancha de basquetbol en donde me estaban esperando los gemelos.
Hoy les tocaba entrenamiento, por ende, tenia que esperarlos dos horas.
No es que me molestara pasar dos horas de mi día sentada en una de las gradas viendo a doce chicos sudorosos pasándose una pelota, era un poco entretenido de ver. Empujo la puerta de metal con mi mano abriéndome paso y lo primero que escucho son los chirridos de los tenis que se deslizaban por la cancha, con cuidado la cierro para que no hiciera tanto ruido al cerrarse y busco el lugar en el que deseara sentarme, cuando eran los entrenamientos tenía todos los lugares libres mientras que cuando eran los juegos me tenía que conformar con lo que me tocara. Me desplazo por las gradas con agilidad hasta llegar a la parte superior, al encontrar mi asiento dejo la mochila a un lado mío antes de tomar asiento.
Recargo mis codos sobre mis rodillas viendo todo el lugar, y sin darme cuenta mis ojos buscaban al chico que me estuvo ignorando por horas, pero antes de que pudieran dar con él unos ojos verdes se interpusieron en mi camino. Luke le aventó la pelota que estaba botando a uno de sus compañeros y una sonrisa de oreja a oreja curveó sus labios, lo saludo con mi mano y una leve risa sale de mi boca al ver como me regresaba el mismo saludo.
El golpe de la puerta cerrándose con fuerza llama la atención de todos los presentes y antes de que pudiera girar la cabeza para ver de quien se trataba, vi como la sonrisa de Luke se eliminaba tan rápido de su rostro en cuanto sus ojos vieron a los responsables de aquel estruendoso ruido. Sus ojos volvieron a mí y algo en ellos me decían que no volteara a ver, pero era casi imposible que no hiciera eso.
Y me arrepentí enseguida.
Conan y su novia entraron al gimnasio, sus ruidosas risas llenaban el lugar y antes de que me pudiera dar cuenta estaba bajando las gradas hasta llegar a la salida. Una mano se enrolla en mi muñeca reteniéndome e intente ignorar los fuertes latidos que estaba dando mi corazón como si deseara salirse de mi pecho.
—Te llevo a casa —murmura.
—Quiero salir de aquí —le dije.
Y sin necesidad se decirle otra palabra más me toma del brazo sacándome del gimnasio.
Ambos corremos hasta llegar al estacionamiento que ya estaba casi vacío, coloco mi mano libre sobre mi cadera respirando hondo y volteo para verlo.
—¿No te regañara el entrenador por faltar?
Me iba a sentir muy culpable si es que lo regañaban por mi culpa, no me gustaba meterlo en problemas ya suficiente tuvo con el castigo que nos pusieron por arruinar las paredes de la escuela. Luke se encoge de hombros como si no le importara mucho.
—Te aseguro que ni siquiera me notará, porque estará muy ocupado en regañar a su jugador estrella —me quita la mochila con cuidado y se la cuelga en uno de sus hombros—. Mis llaves están en mi mochila la cual esta en el gimnasio —me explica—. ¿A dónde quieres ir? ¿Una librería parece buena opción?
—Es la mejor opción que pudiste dar.
Asiente y emprendemos nuestro camino.
La librería más cercana nos quedaba a media hora, pero estoy segura de que ni siquiera sentiré el largo camino teniéndolo a mi lado. Sujeto con fuerza su mano y me balanceo de un lado a otro mientras choco de vez en cuando con su cuerpo.
—Debe de ser molesto ver a Conan con Scarlett —me dijo, detengo mis pasos y lo encaro sabiendo perfectamente lo que quería decir—. Él jamás debió de salir con ella, incluso yo lo encuentro molesto.
Mi relación con ella jamás fue buena, pero con los pasos de los años fue empeorando y no sé por qué. Ella me detesta desde el primer día que me conoció mientras que yo la vi y me pareció genial. Pero ahora no la veo así.
Scarlett fue el primer “amor” de mi mejor amigo y de quien no, en la primaria era la niña que lo tenia todo la cual era la mas hermosa y que era inalcanzable para cualquier chico que quisiera salir con ella, éramos niños, eso era algo ridículo, pero para ella no. Ella creía que estaba por encima de todo y todos, y cuando Conan le mandó una carta por el día de San Valentín, fue uno más del montón, sin embargo, no se rindió y con ello se obsesiono con ella.
En ese entonces Conan era un chico normal y corriente como cualquier otro, no tenia la popularidad que ahora posee o el increíble físico que tiene, en aquel momento solamente se preocupaba por encontrar y formar su colección de tarjetas que salían en alguna fritura mientras que Scarlett ya se preocupaba por su físico y se cuidaba.
Después sucedió el accidente…
Muevo la cabeza de un lado a otro intentando olvidar aquellos años y centrarme en el presente.
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Editado: 20.07.2024