CONAN
Mi cabeza se mantiene firme, cruzo los brazos a la altura de mi pecho e intento mantener los ojos abiertos, pero el sueño es mucho más grande que mis ganas de ver a Ashton comer con desesperación su desayuno. Mamá se limpia las comisuras de la boca con la servilleta blanca de tela, y antes de que alguien de la mesa se le ocurriera pronunciar una sola palabra, el ambiente se vuelve tenso al momento en que las fuertes pisadas de mi padre se escuchan cada vez más cerca de nosotros.
Me sobresalto cuando mi padre deja un montón de revistas sobre la mesa, en cada una de ellas veo mi rostro junto con el de Sue y en otra la cara de Madd. Mi entrecejo se frunce, aprieto los dientes tensando la mandíbula cuando agarro una la revista que está hasta abajo.
En la portada sale Madd y a los lados hay tres círculos, dos de ellos están tachados, mientras que en el otro hay un corazón dibujado. Mi rostro está tachado al igual que el Larry, pero el rostro de Luke está decorado con un corazón.
El pulso se eleva al leer el gran título que tiene la revista.
«Después de todo, parece que Maddison Harrison ya ha seleccionado su próximo interés amoroso, dejando atrás a los otros dos»
Presiono la revista con mi mano, casi destrozándola por completo. La sangre me hierve y el enojo estalla en el interior de mi cuerpo. Una densa niebla se desparrama por toda mi cabeza, nublando cualquier cosa buena. No me gusta que saquen este tipo de cosas, el hecho de que haya personas haciendo esto y que Madd lo vea y le afecte de la misma manera que el año pasado, me vuelve completamente loco.
Los nudillos se me ponen blancos y las venas del brazo se remarcan en mi piel. Muevo un poco la cabeza al percibir un movimiento al otro lado de la mesa. La ayudante de mi madre, Antonieta, se acerca a ella y le susurra algo al oído que ninguna de las personas que estábamos en la mesa escuchamos. Mi madre asiente y, antes de ponerse de pie, me da una miradilla seguida de una sonrisa. Tomo la tableta que le tiende su ayudante y se aproxima a papá para darle un beso en la mejilla, dirige sus ojos a su hijo menor que no parece interesado en lo más mínimo en lo que me está diciendo nuestro padre.
Mamá sale del comedor, con ello dejándome solo con papá.
—¿Hasta cuándo seguirás con esta farsa? —Su enojo es perceptible, pero todo el remolino que estoy sintiendo ahora mismo es mucho más grande que sus quejas sobre ese falso romance que he montado.
Si bien no maneje la situación como es debido, sabía perfectamente en lo que me estaba metiendo. Si supiera que lo que sucedería una vez que esos paparazzi nos tomaran las primeras fotografías iba a ser mucho más grande y escandaloso de lo que yo puedo manejar y mantener bajo control, jamás hubiera aceptado a ayudarla.
Nada que me involucre con chicas será mucho más grande de lo que yo puedo sobrellevar. Así haya chismes de que me he besado a una princesa.
Vuelvo la mira de nuevo en la revista, toda arrugada y la hago bolita. Estas mierdas como me sacan de quicio.
—¿Qué mierda es esto? —Me pregunto a mí mismo que a mi padre.
—Te estoy preguntando sobre lo de Sue, no sobre lo que dice esa revista de chismes.
Me quita la revista de la mano y la esconde tras de su espalda para que no se la quitara, con su dedo señala la otra pila que hay en la mesa, cada una de ellas decían algo completamente distinto desde si eso era un simple amorío o si nuestra “relación” dudaría lo suficiente hasta que fuéramos adultos y tomáramos la decisión de casarnos. Cosa que está muy lejos de suceder, porque no veo a Sue más que una simple amiga a la que le estoy haciendo un favor que a la larga se lo cobrare si es que necesito algo que ella posee.
—Los medios están cada vez más interesados en ti, gracias a esa relación —me sigue diciendo, desparrama todas las revistas que eran más de quince y las enumera—, después vienes de llorón a mi oficina pidiéndome que pare todo lo que tú mismo estás provocando. Ya todo se había calmado con el asunto del año pasado, del caos en que metiste a tus amigos y la que tuvo mayores consecuencias fue Maddison. Ahora quieres llevar a esta chica por el mismo camino. ¿Cuándo vas a entenderlo, Conan?
Su decepción se percibe en sus palabras filosas e hirientes. Endurezco el gesto para que no se percate de que sus palabras me lastiman lo suficiente como para renunciar a todo y estar a su completa merced. Me costó mucho salir de su sombra, me costó el triple descubrir lo que quería en la vida y no lo que él quería que yo hiciera. Me costó que las personas se fijaran en mi talento o en lo que tengo por dar, antes que el poder que tiene mi apellido.
Sé que ante los ojos de mi padre y de mi familia paterna jamás seré merecedor de absolutamente nada, siempre cargaré con ser: «el hijo malagradecido, el que siempre pone en ridículo el gran apellido que poseo», pero me niego a tener que pasar por la misma miseria y oscuridad que me tomo para despegarme de la espalda de mi padre y poder tomar otro camino.
—Ya se va a terminar —murmuro en voz baja, las manos me tiemblan del solo recordar todo aquello.
No quiero que ninguno de mis amigos vuelva a pasar por algo similar, pero lo que dice esa maldita revista en donde tacha nuestros rostros solo hace que las personas recuerden lo sucedido. Todo comienza como un simple rumor, pero mientras más pasa el tiempo va tomando fuerza como un huracán que está destinado a impactar y a crear daños que son casi irreversibles.
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Editado: 01.05.2025