Marcus Smith.
En los años que pasé en el internado hice muchas amistades, no todo era formación y trabajos. Pasé buenos momentos con mis amigos y profesores, aunque no puedo negar que los profesores eran muy estrictos, pero también tenían sus momentos de flexibilidad con nosotros.
En los años que estuve en el internado, nunca deje de pensar en mi familia, en mis padres, en Belinda. Siempre estuvimos en contacto, nunca me he sentido solo, bueno, solo en los días en que inicié mis estudios claro.
Nunca he pensado en otra chica que no sea Belinda, y no es que yo fuera un santo, solo que, como es un internado para hombres no se aceptan mujeres, y aunque uviese mujeres no creo que me uviese fijado en otra, pues en mi mi corazón solo había lugar para una persona.
Belinda y yo siempre que podíamos nos escribíamos mensajes de texto o nos llamábamos para hablar sobre diversos temas. Belinda como siempre ha sido linda, comprensible, amable, cariñosa e inteligente. Por lo que hablaba con ella durante todos esos años, pude ver que siguió siendo la misma Belinda que era de pequeña.
La espera fue larga, nunca pude visitar a mi familia ya que la política del internado no lo permitía, sin embargo, mis padres venían a visitarme de vez en cuando. Siempre esperé con ansias finalizar mi preparación en el internado, para luego volver a mi hogar e inscribirme en la universidad.
Belinda Brown.
Durante los años de mi niñez y adolescencia fuí muy feliz, pues siempre estuve rodeada de la gente que quería. Siempre fuí muy buena en mis estudios, todas mis notas eran sobresalientes, por lo cual mi padre siempre estuvo orgulloso de mi.
Mi madre murió al darme a luz, así que nunca experimenté el sentimiento de tener una madre, aunque mi padre se esforzaba por llenar el vacío que dejaba mi madre, pero lo cierto es que ese vacío nunca es llenado por completo.
En la secundaria yo era una de las chicas populares, ésto por mi dinero y porque siempre estaba con chicos populares. La verdad nunca me enamoré de ninguno de esos chicos, solo estaba con ellos para encajar con los demás, pero la verdad es que nunca pude olvidar a Marcus, el y yo seguíamos en contacto; siempre nos contábamos las cosas emocionantes que nos pasaban y también las aburridas. Nunca le decía a Marcus que tenía novio, la verdad es que me daba miedo que Marcus ya no quisiera ser mi amigo, porque si, eso éramos aún, amigos.
Yo esperaba con ansias que todo terminará pronto, ya que Marcus volvería cuando terminara su preparación en el internado. La espera era larga, pero mi amor por el seguía intacto.
Hola, espero estén bien y que les haya gustado éste nuevo capitulo. Espero que no se desanimen por el poco contenido de los capítulos, ya muy pronto aumentará. Pido disculpas de antemano por errores de ortografía, sigo aprendiendo. No olviden añadir el libro a sus bibliotecas, dar me gusta y comentar. Nos leeremos luego.