Helena y Madelin fueron a cenar. Entre risas y tragos, Helena lo vio. Era Ares. Se quedó paralizada. -¿Estás
bien? -preguntó Madelin. -Sí, solo vi un fantasma... del pasado -respondió Helena. -¿Quién? -Ares -dijo,
señalando disimuladamente. Madelin ofreció ir a saludarlo, pero Helena se negó.