"Porque no hay otra forma de explicar esto”
Querido Cupido, (o como te he rebautizado últimamente: el francotirador emocional con puntería de borracho), ¿Me puedes explicar qué carajo está pasando?
Te escribo esta carta mental desde una hamaca, con el mar de fondo, tomando agua de coco (sin incidentes, esta vez, gracias) y con un ligero problema: hay un socorrista que se ríe cuando hablo, no se intimida con mi sarcasmo, y lo peor de todo… me cae bien.
Sí, leíste bien. Me. Cae. Bien.
“—No es para tanto, Giovanna. Es solo un tipo simpático con abdominales funcionales. —Y ojos que brillan cuando se ríe. —¡No! No empieces con la poesía barata. —Solo digo que parece buena gente. —Y yo vine aquí a reconstruirme, no a coleccionar sonrisas ajenas.”
Esa frase que juré no volver a decir después de mi último ex, el que se creía “un alma libre” pero no podía freír un huevo sin llamar a su mamá.
¿Esto era parte de tu retorcido plan? ¿Darme dos o tres relaciones fallidas para entretenerte y luego lanzarme a Benjamín como bonus track del caos emocional? Porque si es así: te fuiste al carajo, amigo.
Yo vine a esta isla con objetivos claros:
—Sanar.
—Reconstruirme.
—Evitar vínculos afectivos del tipo que te hacen poner en modo "escribo poemas a las 2:00 a.m.".
—Redescubrir quién soy sin tener que ajustar mi personalidad para encajar en el molde de ningún "me gustas".
Y tú…
Tú, con tu arco oxidado, decidiste que sería divertido apuntarme de nuevo.
¿Estás aburrido en el Olimpo? ¿Se cancelaron las guerras épicas y ahora juegas con humanos como si fuéramos una telenovela griega de bajo presupuesto?
“—Tal vez solo estás proyectando. —¿Proyectando qué? ¿Mi necesidad de afecto? —Ajá. —¿Y si sí? ¿Y si quiero que alguien me mire como si supiera algo que yo no sé? —Entonces estás jodida. —Gracias por tu apoyo, conciencia interna. Muy útil.”
Porque no encuentro otra explicación lógica para esto.
No, no es amor. Es un… leve interés clínico.
Sí. Eso.
Un interés puramente científico hacia un sujeto con abdominales funcionales, sonrisa desarmante y un sentido del humor que rivaliza con el mío.
Eso no es amor. Eso es… bioquímica.
Un experimento. Una sinapsis traviesa. Una coincidencia evolutiva.
“—¿Ciencia? —Sí. Una observación empírica. —¿Y qué observaste hoy? —Que te gusta cómo dice tu nombre. —Ajá. Y cómo te mira. —¡Cállate!”
Y, sin embargo —maldita sea— me descubro mirándolo cuando no está mirando.
Esperando verlo aparecer en la playa como si fuera parte del atardecer.
Recordando cómo dijo mi nombre como si lo hubiera dicho antes, en otra vida, en otro idioma.
Y lo peor es que no me asusta tanto lo que él puede sentir.
Me asusta lo que yo pueda sentir.
Porque conozco ese camino. Lo he caminado descalza, con las piedras del autoengaño y las ramas del apego ansioso. Sé cómo empieza: con una sonrisa. Un “me cae bien”. Un “solo estoy pasando el rato”.
Y termina con una canción triste y una lista de reproducción que da pena ajena.
Así que, Cupido, te pido —con todo el respeto que no mereces—: DÉJAME EN PAZ.
O al menos mándame una alerta. Una señal.
No sé… una nube con forma de bandera roja, una voz interior con megáfono, un “¡huye, loca!”, bien ubicado.
Porque si esto sigue así…
Si Benjamín sigue mirándome como si supiera algo que yo no sé…
Si me sigue hablando como si lo que digo le importara, incluso cuando estoy diciendo idioteces para protegerme…
Voy a hacer algo muy irresponsable.
Como sentir.
Y tú sabes, mejor que nadie, que eso nunca acaba bien.
Sinceramente (pero sin cariño), Giovanna.
PD: Te odio. Pero un poquito menos desde ayer.
Maldito seas.
Carta mental #2: "Esto no es una sonrisa, es una contracción facial defensiva"
De: Giovanna
Para: Cupido, el francotirador sin licencia
Querido Cupido,
No sé si estás haciendo esto por diversión o por castigo kármico, pero necesito que pares.
Hoy, Benjamín me enseñó a usar un paddleboard. Sí, a mí. A esta criatura antisport, traumatizada por las clases de educación física y emocionalmente alérgica a la palabra "equilibrio".
#2408 en Novela romántica
#667 en Novela contemporánea
humor comedia romantica, romance amores fallidos, volver a creer esperanza reconciliacion
Editado: 03.09.2025