El Último Deseo de Cupido

✨Capítulo 48 – Algo fuera de lugar

El avión tocó tierra con ese golpe seco y definitivo que marcaba algo más que un simple regreso: era el cierre de un paréntesis luminoso.

Lisboa ya pertenecía al pasado. Un recuerdo radiante, vibrante… pero efímero.

Giovanna descendió del avión con el jet lag colgándole de los hombros y los párpados pesados, aunque la mente permanecía alerta. Había pasado siete días sintiéndose invencible, independiente, capaz de devorar el mundo sin necesitar que nadie la salvara o le sostuviera la mano.

Y; sin embargo, mientras arrastraba la maleta por la terminal, una pregunta se coló sin permiso:

¿Estaría Fabián pensando en ella?

Porque ella sí lo había hecho. Más de lo que quería admitir.

Tomó un taxi y, en el trayecto, la ciudad le pareció más apagada. Tal vez era la lluvia. Tal vez era que Lisboa, con sus calles doradas y su brisa salada, aún la perseguía. Tal vez… era ella.

En casa, nada había cambiado: la planta medio marchita, la taza olvidada en el lavaplatos, el abrigo colgado en la silla. Todo como lo dejó.

Todo demasiado igual.

Solo que ella ya no lo era.

Al día siguiente, entró a la oficina decidida a retomar el ritmo. Su presentación en el congreso había sido un éxito rotundo; hasta el CEO le había escrito para felicitarla personalmente. Los correos se apilaban, el nuevo proyecto exigía atención… pero lo primero que notó fue el ambiente.

Un silencio extraño. No incómodo… sino cómplice.

Sonrisas contenidas. Miradas rápidas. Murmullos que se cortaban en seco cuando ella pasaba.

—¡Giovanna! —Emilia apareció detrás, con una efusividad poco creíble para un lunes—. ¡Qué bueno tenerte de vuelta!

—Gracias… —Giovanna arqueó una ceja—. ¿Todo bien por aquí?

—Perfecto. Fabián ha estado muy comprometido con los avances del proyecto. De hecho, pasamos horas trabajando juntos. ¡No lo dejé descansar!

El tono dulce llevaba filo. Giovanna sonrió, indecisa entre agradecer el apoyo o levantar una muralla. Caminó hacia su escritorio con la incomodidad, reptándole por la espalda.

Fabián llegó una hora más tarde.

—Hey —dijo desde la puerta.

—Hola —respondió sin mirarlo.

—¿Podemos hablar?

Cerró la puerta y avanzó con cautela, como si presintiera que algo estaba fuera de sitio.

—Te escribí. Varias veces.

—Sí. Vi tus mensajes… dos días después. —Ella mantuvo el tono neutro—. Me preguntaba por qué no contestaste el mío.

—Lo olvidé. Esa noche trabajé tarde con Emilia… dejé el celular en la sala.

El silencio cayó sobre ellos como un manto pesado e incómodo.

Él cambió de tema, como si con eso la situación fuera mejor.

—¿Cómo estuvo Lisboa?

—Increíble. Me sentí libre. Liviana. Capaz.

La palabra libre retumbó en su cabeza como un presagio incómodo.

Los días siguientes fueron raros. No hubo peleas abiertas ni distancias evidentes, pero todo se volvió más medido, más contenido.

Fabián buscaba acercarse; Giovanna no sabía si permitirlo.

Lo observaba de reojo, midiendo cada gesto con Emilia, escuchando frases que antes le parecían inocuas y ahora se sentían como pequeñas astillas.

En medio de una reunión tensa, él le pasó una nota doblada en cuatro, como en la secundaria.

“Extrañé tus sarcasmos. Pero más que eso… te extrañé a ti.”

Ella no lo miró. Dobló la nota, la guardó en su cuaderno… y sonrió. Apenas.

No dijo nada.

Pero dentro de ella, una rendija de esperanza se abrió, delgada como un hilo de luz.

💘 –>: Ah, los humanos. Una semana separados y ya actúan como si hubieran vivido la guerra de Troya. Ella regresa pensando si él la recordó; él, entretenido con vino y compañía, decide ponerse tierno con papelitos. Y yo, desde mi palco VIP, viendo cómo una palabra mal puesta o un mensaje ignorado puede valer más que mil besos. No se preocupen, tortolitos: todavía no decido si los junto o los desarmo del todo… pero confieso que me tienta mucho ver qué pasa si dejo entrar a Emilia un poquito más en el juego. Al fin y al cabo, el caos también es un arte.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.