El Último DÍa De La Tierra

010

Esa mañana Leo dijo que debíamos salir por comida y municiones, Emma iba a quedarse con Lía mientras Leo y yo íbamos al pueblo cercano-no me animaba el hecho de tener que ir y toparme con los tipos de la otra vez pero no podía dejar a Leo solo-así que partimos a la ciudad.


 

Todo se veía muy tétrico, cómo sacado de una película de terror. Habían cadáveres por doquier con agujeros de balas en la cabeza o con heridas de accidentes mortales, otros se descomponían desprendiendo un olor poco agradable. El bosque parecía muerto, sin vida, todos los arboles carecían de hojas y el tronco estaba podrido. No había vida nisiquiera en la flora, lo que nos proporcionaba oxígeno incluso lo habíamos matado.


 

Cuándo llegamos a la ciudad Leo estacionó cerca de un par de tiendas que se veían mejor que el resto, apoyó su escopeta en su hombro en una pose totalmente sexy y tipo: Soy-el-puto-amo-de-las-películas-de-muertos-vivientes y yo con mi 9mm-que me veía cómo la niña asustadiza que muere de primera-nos encaminamos por la ciudad en busca de sobrevivientes, comida y armas.


 

A diferencia de las otras ciudades en las que habíamos estado-todas eran del tipo campo con tan sólo un par de edificios que algún rico había levantado-está ciudad tenía varios edificios que probablemente serían utiles para vivir o montar guardia, Leo se detuvo en una tienda de armas y tomando un bolso gigantezco metió armas y municiones dentro mientras yo lo esperaba vigilando el perimetro.


 

Un pequeño destello captó mi atención a unos cuántos metros de nosotros y eso sólo podía ser una cosa-había visto las suficientes películas para saberlo y aprendí lo suficiente de mis hermanos-un francotirador. Contuve el aliento e intenté actuar normal para no alertarlo, Leo salió con el bolso en su hombro y la escopeta en el otro.


 

—Un francotirador nos tiene en su mira, Leo—Me observó sorprendido mientras fruncia el ceño.—¿Porqué me ves así?


 

—No es nada. Actúa normal, sigamos en lo nuestro


 

Continuó su camino y yo confundida lo seguí.


 

¿A caso no creía que había un francotirador en alguno de los edificios listo para aniquilarnos? Probablemente creía que ya había perdido mi cordura y estaba delirando o que tal vez era una niñita asustada que lo único que quería era volver y estar a salvo en aquella casa lejos de todo. No estaba ni loca ni deliraba o tenía miedo-bueno, si que tenía miedo-sabía que cerca había un franco y estaba segura que no era el único, probablemente habían más y él sólo quería que continuaramos y ya.


 

Que idiota.》


 

Sabía que había un francotirador—Dijo sacándome de mis pensamientos, alce mi vista y tenía una pequeña sonrisa de lado.—¿Recuerdas a los cadáveres en la entrada y la carretera?


 

Asentí lentamente,¿Porqué me preguntaba aquello?—Si. Lo recuerdo


 

—Aquella precisión era de un franco—Informó con una sonrisa—Un puto francotirador nos está pisando los tobillos y eso es jodidamente divertido—Había un pequeño brillo en sus ojos y entusiasmo en su voz que lejos de parecerme morboso-lo que probablemente pensaría cualquiera-me parecía adorable, si, probablemente éste loca.


 

Luego de ir por comida nos dirigimos de regreso hasta la camioneta, a unos metros del centro nos dispararon y para nuestra suerte-o la mía-Leo se percató y rodeando mi cintura nos tiró al suelo, unos minutos después un rubio de ojos verdes apareció en mi vista. Llevaba pantalones militar con una camisa verde-las que usaba la guardia-que se le ceñia al cuerpo cómo otra piel.


 

—Las próximas irán a la cabeza—Informó apuntándonos con su rifle—


 

—Somos supervivientes. No debemos matarnos entre nosotros—Dije apresurada mientras lo veía—


 

—Que curioso, eso fue justo lo que dijeron los otros antes de intentar matarme—Apuntó a Leo—¿Últimas palabras?


 

—No vas a ser el único al que le vuelen los sesos—Se levantó y lo apuntó con su escopeta—¿Últimas palabras niño bonito?


 

—Aw, crees que soy lindo—Su tono burlesco combinado con arrogancia me parecieron demasiados atractivos. Él era completamente atractivo.—Lastima que no seas mi tipo


 

Ambos se retaron con la mirada antes de que me pusiera enmedio de ambos para calmarlos—Ya basta. Deberíamos unirnos no matarnos entre nosotros


 

—Ella habla de unir cómo si fuésemos los putos Power Rangers ,¿Que es esto? ¿My Little Pony?—Ironizó con tanta arrogancia que quise golpearlo—


 

—Si, esto es el puto My Little Pony y si no te arrodillas te voy a volar los sesos sin importarme si eres un puto inmune o no


 

—¿Inmune?—Preguntó con burla—Aquí nadie es inmune, hermano. Aquí o te matan los muertos o te matan las balas


 

—Bien. Nosotros venimos por recursos, no queremos problemas—Avise con calma. Sus ojos verdes me vieron inquisidores, cómo si buscará algún rastro de mentira en ellos. Leo tiró de mi brazo alejándome del de ojos verdes mientras se plantaba retándolo. ¿Porqué los hombres eran tan dominantes? Deberían aprender a cuándo ceder.


 


 

—Larguense—Bramo.


 

—Deberías venir con nosotros. Es más fácil con amigos que uno solo


 


 

—No son mis amigos y no voy a ir con ustedes. Largo de mi ciudad


 

—No es tú puta ciudad. Si quiero puedo quedarme


 

—La bienvenidad es un balazo en la cabeza—Lo apuntó en la cabeza con su rifle, tenía esa pose y actitud demandante que intimidaba a cualquiera lo que lo hacía aún más atractivo—


 

—Veamos quién es más rápido—Suspire frustrada. Eran un par de idiotas.


 

—Estamos a un par de kilómetros de aquí, es la primera hacienda con la que te encuentras, si cambias de opinión ve ahí—Tiré del brazo de Leo—Adiós, desconocido




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