El Último Dragón

Epílogo

Mucho tiempo después, la historia del Gran Emperador Bairam se convirtió en un cuento para niños. Porque no hay hombre que viva por más de 100 años, ni rey que pueda conquistar el mundo entero. Pero, aun si nadie lo recuerda, él había logrado dejar su huella para las futuras generaciones.

Así como hubo un emperador que conquistó el mundo, también hubo una emperatriz loca que conquistó medio continente. Recordada como una Santa Oscura que amaba bailar entre los cadáveres de sus enemigos mientras regalaba oro a los pobres.

Ambos reyes desaparecieron sin dejar rastro alguno.

¿Y a donde fueron?

Más de allá de las estrellas que alumbran el cielo, entre otros mundos que desbordan de vida y magia, un grupo de amigos hicieron un largo viaje hasta llegar a la cima de las Cordilleras Arcoíris, lugar donde viven los dragones. Cada año, los dragones sobrevuelan las auroras boreales y con el resplandor de sus escamas pintan la nieve helada con múltiples colores. En aquel mágico lugar, Bairam, el dragón negro, y Taini, la dragona de huesos, ya nunca más estuvieron solos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.