A los 8 meses, Bertha comenzó con los dolores de parto.
-¡Maldita sea!
Apurada y adolorida preparó una ofrenda y dibujó un pentagrama en el piso de su cabaña para dar inicio a la invocación de un demonio. Está era su única manera de sobrevivir.
-Nos volvemos a ver, tonta clienta~ Oh~~. Estás de parto… Eso… Eso no es humano. Tonta clienta, tienes malos gustos en hombres.
Dijo el seductor demonio mientras miraba el enorme vientre de Bertha.
-¡Ayúdame a parir! ¡No quiero morir dando a luz!
-Ciertamente estás en lo correcto. Ese “bebé” está absorbiendo tu fuerza vital para poder nacer~. La única opción que tienes es que yo te dé mi energía para que puedas sobrevivir. Pero eso no te saldrá tan barato como la última vez~.
Bertha ya había dado entregado su alma a cambio de un mayor poder mágico. Hacer un contrato con un demonio nunca era “barato”.
-Tienes algo bueno aquí también~. Me gusta… Dame a esta niña.
-¡Ni lo pienses!
Bertha usó lo que le quedaba de fuerzas para proteger a la niña con su cuerpo. Tras 8 meses juntas, ya le había tomado cariño a la bebé.
-Ya no tienes un alma que dar y me pides un gran “favor”. ¿Qué es lo que estás dispuesta a darme?
La agotada bruja sacó un frasco rojo de su bolsillo.
-Sangre… La sangre maldita de un descendiente del loco Sigurd.
Eso era todo lo que tenía por ofrecer.
Ella no lo sabía, pero era un pago más que suficiente. La sangre de dragón es una reliquia para los demonios, aún si estaba diluida.
-Es un trato. La sangre de dragón maldita que alberga una concentrada mezcla de locura y depravación, orgullo y necedad, y herejía y divinidad… Y la pureza de un infante marcado por la herejía~. ¡Qué sublime~!
El demonio se relamía los labios mientras olía el contenido del frasco.
-Ahora cumple tu parte.
-Ya voy~.
Y con un insufrible dolor Bertha dio a luz. Sin la ayuda del demonio invocado, ella no habría sobrevivido.
Una tarde nevada con fuertes ventiscas surcando las altas cordilleras, un Héroe nació.
Y fue un demonio quién lo recibió en este mundo.
-Pero que giro del destino es este… Jajajaja, ¡¿Qué destino es este?! ¡¿Por qué ahora?! ¡¿En este lugar?! ¡¿Y por qué yo?! Señor… Pequeño, hemos caído en el retorcido juego de Dios.
Por primera vez, Bertha sintió amargura en la voz del Demonio.
-¿Qué sucede?...
-Nada… Felicidades mamá~ ¡Es un niño!
Dijo el demonio alzando al niño lo más alto que sus brazos pudieron. Deseaba apreciar esos ojos dorados en todo su esplendor y alzarlo a los cielos si pudiese.
-Nacido con sangre de dragón, nutrido con energía demoniaca y bendecido por un Dios. ¡Si este es tu plan, que se haga tu voluntad, Señor! Jajajaja~
La agotada Bertha pudo ver como el alegre demonio besaba la frente de su hijo antes de quedarse dormida. Ella ni se imaginó lo histórico que era este momento para el futuro del reino.
Solo una persona si lo supo y trato al niño con el respeto que se merecía.
No solo lo bañó con cuidado y lo vistió con las mejores prendas dignas de un rey, también lo meció para ayudarlo a dormir.
-Bienvenido, 100° Héroe de este mundo.
Fue un demonio quien tuvo el honor de ver su primera sonrisa y deleitarse con la luz de sus dorados ojos. Este tierno infante de piel trigueña y cabellos negros cambiaría el destino del mundo en el futuro.
-Sonríe… jajaja. Hay que reír mientras podemos.
Porque el destino que les esperaba era uno trágico.
-Oh, Señor… sálvanos.
Susurró una plegaria mientras abrazaba al niño.
Cuando Bertha despertó, lo primero que vio fue el rostro de su bebé recién nacido. Y al lado de su niño estaba la pequeña niña que lo observaba con mucha atención.
-Brunhild…
Así llamó Bertha a la niña por su fuerte temperamento y porque seguramente en el futuro amaría las batallas como sus ancestros malditos.
-Te lo presento, este es tu pequeño hermano… Birsha.
El último Héroe de este mundo fue nombrado Birsha.
Él no fue recibido con gran júbilo entre los humanos, ni bautizado en una Santa Iglesia entre vítores como sus antecesores, ni visitado por ilustres reyes que lo llenaran de regalos; solamente fue nombrado por su exhausta madre en una pobre cabaña en las filudas cordilleras del extremo norte.
Nacido de una bruja en un reino maldito, con sangre de dragón corriendo por sus venas y una maldición de locura que ni la bendición de Dios podrá salvarlo completamente. El 100° Héroe de este mundo era uno trágico desde sus inicios.
-Mis niños… en este loco reino, solo se tendrán el uno al otro cuando yo muera.
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Editado: 23.05.2025