Ya había llegado el invierno.
-Me aburro~. ¡¡Son muchos!! Ya hemos matado a más de 100 y siguen saliendo más de todas partes. ¡Tienen hijos como animales! ¡¿Cómo pueden ser tantos?!
Brunhild estaba irritada.
Los descendientes de Sigurd eran más de los que ella pensaba. Brunhild estaba ansiosa por acabar pronto con esta purga. Además, era frustrante que los descendientes de Sigurd fuesen tan débiles.
-¡¿Por qué los duques no han criado bien a sus herederos?! ¡Estos debiluchos lo único que tienen de bueno es que son muchos! ¡Y son unos cobardes que huyen al menor peligro! ¡Odio que nos hagan caminar en círculos! Ya destruimos esta mansión el mes pasado y otra vez estamos aquí.
Birsha en silencio compartía la frustración de su esposa, aunque estaba más concentrado en idear un nuevo plan. Y el pergamino en sus manos podía ser la solución a sus problemas.
-Esposo~, ponme atención~.
Su dulce esposa era muy seductora cuando deseaba toda su atención.
-Esposa… espera… Tengo una idea.
-Luego, luego~.
Aún no cumplían ni un año de casados, así que esta sangrienta luna de miel la estaban disfrutando al máximo.
Tras una apasionada noche en la alcoba principal del fallecido Duque, Birsha al fin pudo contarle a su esposa sobre su nuevo plan.
-Dices que este pergamino es una invitación del rey. ¡Genial! ¡Ya podemos matar al rey!
Esta noticia alegró enormemente a Brunhild, ella tenías ansias por matar al rey desde el primer día que empezaron esta purga. Pero, Birsha la detuvo diciendo que era muy peligroso matar al rey con todos los otros descendientes de Sigurd aún vivos.
-Esta es una invitación real para celebrar la fundación del reino. Será dentro de 3 meses, todos los descendientes de Sigurd están obligados a ir por orden del rey. Los que no vayan, morirán. Supongo que el rey quiere saber cuántos de sus nobles sobreviven… Ha habido muchos decesos este año. Aunque también podría ser una trampa para atrapar a los culpables. Lo más probable es que sea eso.
Los únicos que poseen el poder para matar a un descendiente maldito con sangre de dragón, es otro miembro de esta maldita familia.
Y si todos los descendientes de Sigurd asisten a la fiesta, los culpables también estarían entre los presentes.
“¿El rey sería capaz de idear un plan para identificar a los culpables entre los nobles? No sé cómo piensa alguien de mente simple.”
-Brunhild, ¿tú qué opinas? ¿Por qué crees que el rey los quiere a todos presentes? Imagina que eres el rey y ponte en su lugar. Todos tus parientes se están muriendo, los culpables están entre ellos. ¿Por qué los obligarías a asistir a tu fiesta?
-Pensar no es lo mío~.
-Solo inténtalo, por favor.
-Bien~.
Su linda esposa comenzó a tararear tumbada en la cama.
-Soy el rey~ un poderoso rey~ Todos se mueren~ ¿Qué voy hacer?~ Ya sé~~ ¿Y si invito a todos a venir?~ Si no vienes eres culpable~ Y te mueres~ Y si vienes~ También mueres~ Porque yo soy el rey~. ¿Eres el culpable?~ ¿Tú lo hiciste?~ Jajajaja~ No te creo~ Muere~ Porque yo soy el rey~.
Birsha lo comprendió en ese momento.
Dentro de 3 meses todo acabaría.
-Esposa mía, hay que ir buscando ropa para ese día. Iremos a la fiesta.
-¡Una fiesta! ¡Sí~!
Entre risas celebraron el final de su Purga en la cama.
Aún faltaban 3 meses con 14 días para la fiesta en honor a la fundación del reino Gudbrand, así que decidieron tomarse un respiro hasta ese gran día. Saquearon las mejores ropas y accesorios de la mansión que atacaron, y tomaron rumbo hacia las cordilleras.
-Aun no entiendo, ¿por qué quieres ir a ver a mamá? ¿La extrañas?
Brunhild apreciaba a Bertha, pero no sentía apego a su cadáver en una tumba fría.
-A veces. Pero no vamos por eso. Ya que estamos en el norte, sería una grosería no ir a visitar su tumba. Comprobar que su cuerpo sigue donde lo dejamos, y que ningún fantasma lo haya poseído.
Eso empezó a preocuparle desde que supo que los fantasmas poseían los cuerpos de los muertos para volver a la vida. Había visto algunos cadáveres putrefactos poseídos durante su viaje, y no deseaba ese destino para su madre.
-Eso sí sería feo… Recogeré flores para llevarle. A ella le gustaba mucho las flores, no sé por qué~. Sus hierbas secas siempre olían mal~, jajaja.
Brunhild recogió muchas flores silvestres mientras subían la blanca montaña. Al final, acabó haciendo un ramo muy diverso nada bonito, pero si sincero.
-Estoy seguro que a mamá le gustará.
-Eso espero~. Nunca le gustaba nada de lo que yo hacía. Siempre me gritaba… Aunque me dijo que si me amaba. Y le creo. Yo también la quería.
Tras tanto caminar, llegaron hasta el que fue alguna vez su hogar.
-¡La casa está enterrada bajo la nieve! Oh~~.
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Editado: 23.05.2025