El Último Héroe

Cap. 24: Imperio

El Héroe se había convertido en rey.

-¡Viva nuestro nuevo rey! ¡Birsha Gudbrand!

Escuchar su nombre dejó aún más confundido a Birsha.

-¡¿Cómo saben mi nombre?!

Preguntó casi furioso.

-¡Los soldados lo dijeron! ¡Que Birsha y Brunhild retaron al rey! ¡Usted debe ser Birsha!

-¿Y dónde está la reina?

La paciencia de Birsha estalló como una explosión, todo el campamento comenzó a arder entre las llamas.

-¡EL REINO DE GUDBRAND YA NO EXISTE! ¡DESDE AHORA SEREMOS EL SACRO IMPERIO DE HILDE! ¡YO SOY EL EMPERADOR BIRSHA! ¡Y MI HIJA SERÁ LA PRINCESA TAINI BIRSHA!

Anunció el nuevo Emperador ante sus aterrados súbditos.

Este sería el inicio del Tirano Emperador Birsha.

Al año, el demonio regresó.

-Te has hecho famoso en mi ausencia. ¡Tai Tai~ ya caminas! Qué bonita~.

Era un Emperador, pero vivía entre las ruinas de la antigua capital.

-Encontré todo esto.

El demonio sacó una montaña de esqueletos de los más antiguos descendientes de Sigurd y varios objetos creados por el cadáver de Nox.

-Y solo es de 2 condados, ¿puedes creerlo? ¡Estoy siendo muy riguroso! Vamos… anímate. Por lo que vi, te están construyendo un castillo.

El cansancio de Birsha era evidente, pero una fatiga que no se solucionaría con dormir. El Héroe estaba cansado de vivir. La ausencia de Brunhild lo estaba matando. Habían estado juntos toda la vida y ahora que ella no estaba, su luz se estaba opacando.

-Tai Tai~ Pega a papá~. Sí~ Así~ Pégale para que despierte~.

Los suaves golpecitos de su hija eran adorables.

-Maestro, deje de jugar.

-Anímate, ¿no te parece que Tai Tai es buena dando golpes? Que crezca un poco más y enséñale a pelear. Mírala, tiene energías de sobra. Va a ser una gran guerrera como su madre.

-Sí… Debe ser fuerte para cuidarse sola.

“Le enseñaré a rastrear y cazar cuando crezca.”

Con esa idea en mente, sus ojos se iluminaron. Sin desearlo, le estaba tomando cariño a esa pequeña niña.

-Iré a entregar esto a Nox.

Guardó todo lo traído por su maestro dentro de su brazalete mágico.

-Espera, hablemos un poco más~. Yo no puedo ir abajo, tanta aura divina es mucho para mí~. Ni un humano normal lo soportaría. Quédate un poquito más conmigo y cuéntame cómo te va~.

Hacía mucho tiempo que no conversaba con nadie, así que Birsha se sentó para conversar con su maestro.

-He amurallado la ciudad para proteger a Nox y el cementerio real. Esos locos se obsesionaron con la idea de un castillo y les dije que lo hicieran en las afueras de la ciudad. Ahora están distraídos con eso y ya no me molestan.

-Lo hiciste bien. ¿Y por qué ahora esto es un Imperio?

-Sacro Imperio de Hilde... Quiero acabar con todo rastro de Sigurd.

-¿Sacro Imperio? Qué raro, yo solo escuché Imperio, no Sacro.

-Esos idiotas…

-No te enojes~. Ellos no pueden decirlo porque la palabra Sacro tiene un gran peso sagrado. Son Herejes y no pueden decir que viven en una tierra sagrada por Dios.

-Veneraban a un Dios falso.

-No es lo mismo. Cuanto más profundo es la corrupción del Alma, más lejos están de Dios. Podrán decir palabras como “sagrado” o “Dios” para burlarse; pero no pueden decir que son parte de una tierra Sacra por Dios. Es como si un demonio dijera vivo en el Cielo… Qué asco. De solo decir esa mentira me siento asqueado.

-Jajaja, entiendo. Lo tallaré en el umbral del castillo cuando lo terminen.

-Jajaja, que malo eres~. Mi discípulo es ahora un Emperador… has crecido mucho tú también.

-Me hablaste mucho sobre el Gran Emperador del mundo. Bueno… este “pequeño” territorio es mi mundo. Yo… nunca saldré de aquí.

-Birsha, no digas eso. Cuando la Barrera desaparezca.

-Eso será todo para mí.

Ya no había manera de hacerlo cambiar de decisión.

-En ese caso~ Voy a demorarme un poquito más~ Para que Tai Tai disfruté más de su papá.

-Ustedes dos… son mi razón de vivir.

“Y aun así no somos suficiente.”

El demonio sufría por dentro. Él podía entender el agonizante corazón del Héroe perfectamente gracias a que era un demonio. El corazón de los mortales es un libro abierto para los eternos.

-Cuando el castillo esté terminado, te daré un regalo, Tai Tai. Y creo que también le daré uno a tu papá, míralo, es un Emperador y no tiene una corona~.

-No la necesito.

Ni loco usaría la corona del asesino de su esposa.

-¡Todo Emperador necesita una corona! Te daré cuando tengas tu castillo. Y se la heredarás a Tai Tai cuando el momento llegue.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.