El Último Héroe

Cap. 25: Acertijo y respuesta

Birsha nunca celebró la gloria del poder.

Él pasaba sus días encerrado junto al cadáver de Nox, orando por su perdón. Cada año, su maestro le traía más restos del dragón y cadáveres de los descendientes de Sigurd, ya sean humanos o monstruos.

Hasta el último rastro de Nox debía desaparecer para siempre de este mundo.

Fue un largo camino de expiación por un pecado que no cometió.

Cada día que pasaba era una agonía para el Héroe.

Pero el tiempo fue más amable con la pequeña princesa Taini, ella era una llama imparable dentro y fuera del castillo.

-Papi, hoy mi niñera me resondró muy feo~. Así que le azoté las piernas, jajaja~. ¿Hice bien?

-Sí.

Esa misma tarde, Birsha mandó a matar a la niñera.

-Papi, me duele la panza… No me siento bien.

A la mañana siguiente todos los sirvientes del castillo desaparecieron sin dejar rastro.

-Papi, ¿por qué todos me felicitan por construir los acueductos si yo no hice nada? Que tontos~. Esa fue tu idea, tú eres muy listo, papi.

Al final, Birsha si usó los conocimientos que había aprendido desde niño para hacer su estilo de vida más fácil y saludable.

-Solo di que fue tu idea.

-Si es lo que tú quieres~. Te amo mucho, papi~.

-Yo también…

Todo el Imperio sabía que la única adoración del Tirano Birsha era su linda princesa. Aquel malévolo hombre de mirada fría y aura intimidante gobernó su Imperio con mano de hierro; tampoco perdonaba errores y nunca justificaba sus acciones, no tuvo que pasar mucho tiempo antes que lo llamaran “Tirano”. Más ese tirano tenía una debilidad y esa era su hija. No importaba que tan frívola fuese la niña, él cumpliría cualquier capricho suyo a toda costa. Debido a ello, su amada hija fue blanco de muchos incidentes desagradables en su niñez y pasó por experiencias que marcaron más su retorcido carácter.

Taini se estaba volviendo loca y su padre buscaba desesperadamente la manera de evitarlo.

-¿Santa? ¿Mi mamá era una Santa?

-Sí. Ella era una Santa que oraba a los Dioses y ellos le daban su fuerza. Si tú oras, también serás fuerte como tu madre. ¿Quieres intentar?

-¡Sí! ¡Yo también quiero ser una Santa como mamá!

Taini se autoproclamó una “Santa”, pero no logró recibir la bendición de un Dios. Birsha estaba desesperado, quería salvar a su hija de la Maldición; así que obligó a otros que llamaran “Santa” a Taini. Aun así, no fue suficiente.

Preocupado, se lo preguntó a su maestro.

-¿Por qué no puede ser una Santa? Fue tan fácil con Brunhild.

-No es tan fácil como crees, hay algunos requisitos que cumplir. Y es mejor que no sea una Santa, hazme caso. Ya la bauticé, debería estar bien hasta que se rompa la Barrera.

-¿La bautizaste?

-La noche que nació… Cierto, no te lo conté, jajaja~… Perdón por no pedir permiso. Ahora ya ha crecido, puede volver a bautizarse por propia decisión. Siempre es bueno que los mortales se bauticen periódicamente, para renovar sus votos ante los Dioses.

“Mejor no le digo que lo bauticé también a él de bebé.”

-¡La bautizaré! Ayúdeme, por favor, maestro.

La princesa Taini fue bautizada esa misma tarde.

Y el tiempo siguió pasando, en 7 años todo rastro de Nox había desaparecido del Imperio. No quedaban objetos o restos de los descendientes de Sigurd repartidos por todo el Imperio. Ahora todas las piezas estaban frente a Nox.

Sin dudarlo, Birsha hizo arder los últimos restos de los descendientes de Sigurd entre sus llamas sagradas. Incluso, el mismo Sigurd ardió.

-¡TU ENEMIGO HA DESAPARECIDO! ¡LIBÉRANOS, NOX!

Al principio, el corazón que sangraba un pegajoso liquido negro latió con mucha prisa y resonaba tan fuerte como si quisiera estallar. Era claro que estaba enojado. Pero tras unos minutos de ira, se fue calmando hasta dejar de latir.

-Perdónanos, Nox.

El corazón sangrante de Nox había dejado de sangrar y de latir. Lentamente, el corazón comenzó a secarse hasta hacerse polvo negro que se purificó en esa cámara consagrada por los Dioses.

Birsha salió emocionado al exterior, esperaba ansioso que la Maldición acabase, pero no fue así.

La Barrera Mágica no desapareció.

-¿Por qué?... ¡El corazón ya desapareció! ¡¿Por qué no acaba?!

-Te lo dije, el corazón fue el recipiente de las Maldiciones de las brujas, ahora esas Maldiciones han desaparecido. Pero la Maldición de Nox aún persiste, es más fuerte porque él es un dragón. Y la fuente de la Maldición de Nox es el mismo Nox.

-¿Qué? ¡Hasta Sigurd ha desaparecido! ¡¿Qué más quiere?!

Confundido miró a su maestro.

-Todo. El cuerpo de Nox debe desaparecer para siempre. Necesita descansar en paz.

-¡¿Y cómo hago eso?!




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