El Último Héroe

Cap. 27: El último Héroe

Tras romper la Maldición, Taini pudo sentir que la vida de su padre se apagaba rápidamente.

Él siempre había sido un hombre distante con los demás, pero nunca con su hija; lamentablemente eso estaba cambiando. Birsha se estaba convirtiendo en una solitaria sombra que apenas respiraba.

-Papi… ¿qué te ocurre? ¿Te duele algo?

-Lo siento… Papá está triste… es solo eso.

Y con esa tristeza en su corazón vio a su pequeña niña cumplir 14 años.

Fue un día de júbilo que él apenas pudo disfrutar. Se alegraba por ella, de verdad que sentía una dicha por verla crecer, pero cada año que pasaba su dolor era más grande y su razón de vivir ya no lo necesitaba.

Taini ya no era una niña que necesitara su protección.

Y aunque amaba a su hija, verla crecer solo lo hacía más miserable. El rostro de su amada Brunhild estaba vivo en el rostro de su adorable hija. Ver todos los días el rostro de su hija era doloroso para Birsha.

Recostado en su cama, y sin fuerzas, Birsha ya no deseaba nada más en esta vida. El suicidio fue siempre la opción que rondaba cada noche bajo su almohada, la daga que escondía podría atravesarle el corazón si así lo deseara; pero un pensamiento se lo impedía.

“El suicidio… es un pecado contra la vida que los Dioses no perdonan.”

Y quizás Dios le escuchó esa noche.

-Birsha… Estás listo, ¿no es así?

Ahora estaba seguro que esta sería la última vez que vería a su maestro.

-Tengo un deseo… pero no puedo… darte mi alma… Ayúdame, Maestro.

El dolor en su pecho era una agonía que ya no podía soportar.

-No, esto no será un trato ni un favor. Yo… soy tu maestro y mi deber es velar por el bienestar de mi discípulo. Esto es por tu bien.

Las lágrimas del demonio que bañaron su rostro estaban tibias.

-Lo siento...

-Yo te di la vida… y yo te la voy a quitar… Aún si duele… no le daría a otro mi lugar. Jajaja~. Sonríe, Birsha… Pronto el Señor hará tu mayor deseo realidad. Te lo juro por mi nombre verdadero, créeme. Verás a Brunhild hoy mismo.

Y con una sonrisa en el rostro Birsha aceptó el puñal en su corazón.

-Y con esto… nuestro ciclo también ha terminado.

El último Héroe de este mundo murió asesinado por el último Rey Demonio.

-Adiós, mi querido Héroe Birsha.

Todo fue según la voluntad de Dios.

Un Héroe maldijo la tierra al matar a un dragón, y solo un Héroe podría borrar la maldición de un dragón.

Birsha fue un Héroe elegido por Dios para acabar con una antigua Maldición, su nombre nunca resonaría en gloria y su logro sería opacado por su tiranía; él era un trágico Héroe destinado a ser odiado por el mundo.

Los únicos que lloraron por él fueron su asesino y su hija.

-¡¡Papi!!

Nadie más derramó ni una sola lágrima por él.

Los restos del último Héroe de este mundo ahora descansan junto a su esposa.

Y las risas de quienes festejaron su muerte fueron una sentencia de muerte.

Taini Birsha fue coronada Emperatriz de Hilde sobre una montaña de cadáveres. Y su Imperio tembló de miedo una vez más bajo la sombra de un nuevo monstruo.

-¡Conquistaremos todo el continente! ¡Está es mi declaración de guerra para todos nuestros reinos vecinos! ¡Dobléguense o mueran bajo mi Imperio!

Con apenas 14 años, obligó a su pequeño Imperio a entrar en guerra con las mayores potencias del continente. Y contra todo pronóstico salió victoriosa.

Nacida con sangre de dragón en sus venas, poseedora de una gran magia y dotada de una fuerte voluntad; no hubo nadie que pudiese pararle. Taini Birsha había heredado el temperamento volátil de su madre y la inteligencia de su padre; ella poseía lo mejor de ambos.

En poco tiempo, Taini se convirtió en el terror de su continente.

Peleando desde la vanguardia, Taini y su ejército suicida acabaron con todo a su paso. Y no entró en guerra porque así lo quisiera, lo hizo solo porque deseaba hacer sufrir a todos los habitantes de su propio Imperio. Esos miserables que se habían atrevido a celebrar la muerte de amado padre merecían sufrir en la vanguardia.

Tal como su nombre lo indicaba, el Imperio de Hilde se hizo famoso como un Imperio amante de las batallas y de la violencia.

-¡Somos el Imperio de Hilde! ¡Seguiremos luchando aún muertos!

Taini Birsha era una emperatriz loca. Su perturbada mente no era un secreto para nadie; aunque no esperaban que fuese más malvada que su padre.

-De pequeña hacia caridades, ¿cómo pudo haber cambiado tanto?

Susurraban los sirvientes en su propio castillo. Nadie nunca supo que todas aquellas buenas obras que estabilizaron el Imperio fueron gracias al difunto Emperador Birsha. El Tirano todo este tiempo había estado conteniendo a la bestia. Más su niña no era completamente malvada.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.