El último juego

CAPÍTULO 1

 

CAPÍTULO 1

 

Ha pasado dos años desde que Connor murió.

Ha pasado dos largos años que tuve que matar a mi padre y volver a manejar Reino Pandora como lo era antes. Un sitio bonito y pacífico.

Ha pasado tantas cosas después de aquel día. Como que mi relación con Daniel es más seria de lo normal, que Harry se quedó en Reino Pandora porque quería volver a vivir una nueva etapa y que Andrea, la hermana de Daniel, ahora maneja Reino Oculto.

Reino Paraíso ahora tiene una unión con Reino Pandora, con sólo decir que creamos un puente para pasar, el cielo no ha cambiado porque quien lo debe cambiar es él pero no está…

Aún recuerdo sus últimas palabras en mi mente. No me atrevo ir a Artes Pandora para ver su carta, no estoy segura de que algún día lo haga. Prefiero mirar a los ciudadanos viviendo tranquilos y esperar a que El Gigante vuelva.

En estos años me he dedicado a ser diferente. Dejé el cabello marrón y me lo pinté de rojo como también comenzar a jugar estrategias. Daniel, por otra parte, se encargaba de la vigilancia y viendo si él volvía para causar desastres.

Por otra parte, mi creadora no tenía ubicación, por lo que tenía que empezar a buscarla. Después que me hablara, no he podido hablar con ella.

—Traviesa… ¿estás en la habitación?

Me doy la vuelta hacia la puerta y me acerco para me observa. Él abre los ojos y sonríe coqueto, como lo suele ser desde que todo en mi vida cambié.

—Estás hermosa, cariño

Sí, me casé con Daniel. Después de que Harry y yo nos separemos legalmente, decidí casarme con Daniel, lo amaba tanto y me ayudaba a ser el motor en mi vida que lo necesitaba en mi vida.

Harry no tuvo problemas, simplemente aceptó mi relación. Harry y yo nunca habría nada más que una bonita amistad, no estábamos destinado a estar juntos como pareja.

—¿En serio? Tenía dudas —dije mirando mi cabello, ahora cambiado. Ha pasado dos años que tuve el cabello rojo y quería hacerme el cambio, negro.

—No, me gusta mucho —dice él acercándose a mí, me agarra por la cintura para besarme en los labios, —Con cualquier nombre y color de cabello me encantas.

—Aún no has conocido a Azora… no sé cuándo saldrá su personalidad.

—No me importa, igual me gustaras

—Cállate

—Eres mi traviesa, tú lo elegiste, ahora te aguantas —dice llevándome a la cama, comienzo a reírme por las cosquillas que me hace en el ombligo. Deja de hacerlo y me mira los labios, —Ahora que soy tu esposo no debería decirlo, pero… ¿puedo besarte?

Inmediatamente me lamo los labios mirándolo, se ve tan tentador que asiento. Daniel me besa despacio, delicado, pero a la misma vez apasionado. El beso cada vez se convierte más acelerado, él se quita la camisa mientras yo me bajo el vestido floreal que me había puesto sin dejar de besarnos.

—Será rápido, te lo prometo —dice entre besos y jadeos.

—Eso espero —respondo, —La anterior vez dijiste eso y quisiste repetir

—Ya te dije la primera vez que lo hicimos —dice quitándose la correa del pantalón, —Eres adictiva.

Se separa de mi para bajarse el pantalón, pero no pasa ni un momento cuando tocan a la puerta. Empujo a un lado a Daniel mientras respondo quien es mientras me visto, esto me recuerda algo que no quisiera recordar.

—Soy Harry, quiero hablar contigo de algo urgente

—Ya voy, ¡un momento! —alzo la voz. Ya vestida, me volteo a ver a Daniel, pero este está desnudo, abro los ojos lanzándole la ropa, pero este ríe.

—Ya me viste desnudo, ¿Qué tiene esta ocasión? —dice agarrando su ropa íntima para ponérselo, —Me siento tu amante que tu esposo, cariño.

—Por favor, vístete

Observo hacia la puerta y trago saliva, Daniel se está demorando mucho. Pasan varios minutos cuando Daniel termina de vestirse y se acerca para besarme, pero me separo y le mando en el armario.

—¿En serio, cariño? ¿El armario?

—Sí, entra y no digas nada

—¿Estás segura de que soy tu esposo? Tengo dudas…

—Daniel…

—Vale, vale —dice metiéndose en el armario, —Eres mi traviesa, ve con Harry. Nomás no hagas infiel

Volteo los ojos y me acerco al armario, le doy un corto beso y me alejo.

—Yo sólo te amo a ti ¿vale?

—Yo también te amo, cariño. Ve, anda.

Cierro las puertas y me doy la vuelta para abrir la puerta. Al ver que Harry está recostado en la pared, doy un respiro.

—Harry, dime ¿qué pasa?

Harry me observa de pie a cabeza para luego sonreír. Se acerca a mí y me da un fuerte abrazo. ¿Qué le pasa?

—Tengo que hablar contigo, pero primero debes venir conmigo a un lugar

—¿Se puede saber qué cosa me quieres mostrar?




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.