— Buena elección — dijo Tabal y uno de los cazadores levantó el arma, entonces soltó a mi madre y la dejó proseguir su deambulatorio andar. — Mañana invadiremos Akenab y tenemos una celebración pendiente gracias a tí, así que te pondrás algo lindo y te sentarás a mi lado pero ésta vez me aseguraré de que estés amarrada a la silla — dijo y sus hombres me escoltaron.
No había nada que celebrar pero estuve presente, Tabal puso la comida en mi boca para no desatarme las manos, mi sangre hervía y por un momento deseé la muerte pero los cazadores dominados no me hacían nada por orden de su Rey.
— Puedo ir al baño? — pregunté al terminar de comer y accedió con la condición de que un pequeño séquito me acompañara. Me soltaron de la silla y puesto que mis pies tambien estaban atados me llevaron cargada. Cuando entré al cuarto de excusado ellos lo rodearon.
Buscaba la forma de desatarme cuando escuché un sonido, me asomé tras de unas tablas y ahí estaba Jazak, no sabía como había logrado entrar pero tuvimos que quedarnos callados para que los robots no sospecharan, apenas aflojó las cuerdas de mis manos quise apretar su cuello pero tuve que contenerme y solo le dirigí una mirada de desprecio, entonces aflojó también las cuerdas de mis pies y se levantó quedando de pie frente a mí y me observó, vió que no llevaba ningún broche sobre la cabeza y sacó de su bolsillo el que él guardaba, lo puso en una de mis manos, me hizo una señal para indicarme que estaría dentro del palacio y volvió a esconderse. Entonces supe que no tenía otro remedio más que confiar en él.
Los cazadores me llevaron de nuevo a la mesa pero Tabal ya no les pidió que me ataran la silla. — Mañana será un gran día, Akenab se unirá a nosotros y pronto seremos libres — los presentes le ovacionaron y él le pidió a uno de los cazadores que me llevara a su habitación. Una vez ahí comenzó a hablar sobre sus planes de grandeza, me dejó claro que deseaba que yo fuera su Reina aunque tuviera que tenerme atada por el resto de mi vida, lo desprecié y tan pronto se acercó a mí para intentar tocarme lo apuñalé en la yugular con el broche que Jazak había puesto en mis manos y así fue como yo, guardiana de Ceclos asesiné a mi Rey y vengué la muerte de mi padre
— Maldita seas — alcanzó a decir antes de comenzar a desangrarse y entonces Jazak salió de su escondite bajo la cama de Tabal.
— Con qué los controlas? — le preguntó pero él ya no pudo decir nada, entonces comenzamos a revisar su cuerpo y encontramos un brazalete en su puño, Jazak se lo quitó, salimos y al hacernos un escaneo los Cazadores dominados reconocieron el mando y nos hicieron reverencia, Jazak presionó el botón que permitía la comunicación entre los cazadores para hablarle a los refugiados. — Soy Jazak, Rey de Akenab, su Rey Tabal ha muerto, pero la esperanza de ser libres sigue viva. Shedaya ha defendido a su pueblo de un hombre con deseos de dominio y con justicia será la nueva Reina de Ceclos, solo así nuestros imperios se protegerán mutuamente de los cazadores que aun rondan en el bosque.
Entonces los presentes aclamaron —Viva el Rey de Akenab y Shedaya, Reina de Ceclos.
Trajeron mi armadura y fue un alivio usarla de nuevo.
— Tengo que regresar — dijo Jazak.
— Lo sé — respondí — pero quisiera encerrarte en el calabozo por mantener oculta la matrix que tanto daño ha causado.
— Todo está por terminar Shedaya, — dijo antes de subir a la nave — sé que está mal pero la humanidad por sí sola todavía no es capaz de mantener la paz. — Tomó mi mano — Te prometo que tu madre recuperará sus recuerdos.
— Espero que así sea — miré sus hermosos ojos marrones — podrías cuidar al niño durante un tiempo y decirle que volveré por él?
— Sí Shedaya — se acercó a mí y acarició una de mis mejillas con su tibio tacto — Yo también esperaré que vuelvas a Akenab y tal vez encontremos nuevos paisajes para recordar — sonrió.
Ya guardo el paisaje perfecto en mi mente — susurré en su oído y lo abracé fuerte, entonces el acercó sus labios lentamente a mi boca, aquel suave roce me regaló un cosquilleo placentero y me dejé llevar durante un instante por una sensación que nunca antes había experimentado.
Había incertumbre y asuntos pendientes pero en ese momento di las gracias a la vida por haber cruzado en mi camino a Jazak el Rey.
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Editado: 29.01.2024