Capítulo 1: El primer rayo de sol.

💛Capítulo 1: El primer rayo de Sol.

Al pisar la salida de la facultad puedo aspirar el aire fresco del ambiente y los suaves rayos del sol chocar contra la piel de mi rostro. Y a mi lado aparece una de mis amigas quien iba muy entretenida en su conversación telefónica.

—¡Es un miserable!

Tony y yo nos conocimos en el jardín de niños y fue la mañana que a mí me nació por llenar mi rostro de acuarelas, juntas nos reímos de mi torpeza y comenzamos a frecuentarnos. Hablar en el receso hasta que finalmente nos hicimos mejores amigas.

—Cameron es una gilipollas contigo, Dan. —. Le escucho decir a su mejor amigo y con el cual nos llevamos bien.

Ella se desvía por otra calle por lo que nos despedimos y yo continúo derecho hacía los edificios que están frente a la playa de la ciudad. Curvé mis labios pensando que tal vez no vería a mi padre en casa por lo que decido irme a distraer la mente en la playa.

Estaba con pocas personas en la arena y pocas en el mar, yo solo me quedé en la orilla viendo al atardecer sintiendo plenitud y tranquilidad.

Estudio lenguas extranjeras y llevo más de dos años en la carrera y a decir verdad si me gustaba muchísimo, me agrada lo que en ella puedo aprender. Y aunque no es la carrera que yo deseaba estudiar está bien como para quedarme en casa haciendo nada o trabajando ganando un miserable sueldo.

Mi padre Wilson es un orgulloso abogado mal pagado por el gobierno pero que aún así nunca abandonaría su trabajo y aunque en ocasiones niega sabe que ese sueldo no nos abastece lo suficiente. Ni sus gastos diarios ni mis gastos personales y académicos.

Y era por esa misma razón que había tomado la decisión de buscar algún empleo de medio tiempo para quitarle de encima mis gastos y ayudarle con los suyos.

Y era también un problema ya que ninguna cafetería o supermercado desea contratar a una universitaria sin experiencia y que además necesita un medio tiempo. Es decir se lo complicado que es para todos los estudiantes universitarios conseguir un empleo para ayudar en la economía de su hogar, lo vivo en carne propia todos los días de mi vida.

Y fue cuando de pronto apareció en mi campo visual el magnético e inigualable de Atlas Robinson quién es tan fuera del alcance de todas las chicas de esta ciudad y quién toda la adolescencia fue mi crush.

Atlas es condenadamente guapísimo y muy rico, es un neurocirujano muy prestigioso y el mejor pagado de todo el país al ser uno de los grandes. Su cabello es de un castaño chocolatoso oscuro muy lindo y que da la impresión de ser suave, era musculoso pero no tan exagerado como algunos chicos y su estatura te deja impresionada. Atlas era altísimo, creo que su aproximado es de 1.90. y sus ojos…son de un color ocre brillante perfecto.

Era soltero y es de extrañarse, al ser tan guapo es para que tenga una relación estable y feliz con alguna mujer que le interese.

Él a todos lados andaba con su cachorro de pelaje dorado brillante y se quedaban hasta altas horas de la noche en la playa, a veces coincidimos en los horarios pero nos mantenemos distantes.

Él nunca nota mi presencia,

Y yo a él lo encuentro hasta en la sopa.

Él quizás no lo recuerde pero de niños congeniamos en varias oportunidades en el parque de la ciudad, fueron varias veces que hablamos y jugamos. Atlas es por unos 9 años más grande que yo pero al tener una hermana de mi edad y de la cual soy buena amiga nos tratamos.

Desde mis ocho años tengo conocimientos del amor puesto que lo experimenté con mi primer amor; Atlas Robinson.

💛

Flashback.

—¿Y por qué tú nombre es tan raro?

Estaba en el parque en lo que mi papi llegaba del trabajo, hablaba con un niño unos cuantos años más grande que yo y su hermana Tony Robinson. Ambos tienen un lindo cabello castaño y ojitos color ocre brillante, eran hermosos. El niño hablaba conmigo en lo que su hermana iba con su padre a la búsqueda de tres helados para nosotros.

—Fue idea de mi papi. —. La verdad nunca comprendí porque el nombre de “Asíc”.

—Es único, me agrada. —. En mis labios aparece una pequeña sonrisa y un sonrojo.— El mío es en honor al Titán Atlas. Según mi padre soy aquel que sostiene su mundo.

—Es realmente lindo el significado que le ha dado.

—A puesto a qué el tuyo guarda un significado tan único como el mío, Asíc.

Lo dudaba mucho, mi padre no tiene esa chispa de ponerle un significado lindo a algo, si más bien hizo mucho con ponerme un nombre porque si fuera por él tendría uno cualquiera y común. ¿De dónde proviene Asíc? Era el nombre de mi madre y según él quiso hacerle honor, aunque lo dudo, solo es como para recordarla al llamarme.

—Nunca lo sabremos. —. “O al menos Atlas no”

—¿Y Tony y tu desde cuándo son tan buenas amigas? Es raro que al menos permitas que esté cerca de ti.

Tony es realmente melosa, muy amorosa y siempre quiere estar pegada a ti como un chicle y yo bueno, nunca se cómo decir que no y después del incidente con las acuarelas en mi cara nos hicimos cercanas, la verdad nunca consideré que me llamara amiga. Sin embargo me siento halaga de ser aquella a la que quiere y le comenta sus inquietudes.

—Desde hace un año, ella me vio cuando me esparcí acuarelas de colores por la cara…—. Le susurré sonrojada, me daba pena recordar mi torpeza frente a Atlas.

—Ella nunca ha sido buena para hacer amigas ya que le tienen miedo por lo directa que es, así que te agradezco que hayas aceptado la intensidad que trae Tony Robinson.

“Nunca podría decirle que no a la niña que me acompaña día tras día en el colegio”

Tony aparece con tres helados, uno para cada uno. Atlas pidió uno de menta, Tony de vainilla y yo me decidí también por uno de menta. Los tres estábamos en la arena sentados viendo al anaranjado cielo contemplando lo hermoso que era.