El último rayo de Sol.

Capítulo 2: El segundo rayo de Sol.

💛Capítulo 2: El segundo rayo de Sol.

Y es de la peor manera en la que pude comprender que por más gritos que suelte y más lamentaciones profese jamás serías mío, por mucho que mi corazón anhele sentir aquel par de labios que me tientan al escucharte hablar. La primera vez que te conocí supe que no podría amar a nadie más y aunque sea infantil y algo tonto fue así, no he amado a nadie desde que supe tu ida a otro lado en el mundo, desde que decidiste olvidarnos.

El segundo rayo de Sol que veo al despertar me permite a mi misma comprender que eres igual al sol en cierto modo y que yo soy la luna, las estrellas son aquellos quienes nos ven admirando nuestro desinteresado amor que solo vive en mi memoria porque en la tuya ya no. El primer rayo de Sol lo vi cuando regresaste a mis brazos, aún sin abrazarlos, y el último rayo de Sol lo viviré para cuando vuelvas a marcharte y hacernos a un lado.

Por eso y por mil razones más certifico que eres el sol en mi sistema solar.

Entré en crisis al ver lo que había escrito y aunque me parezca la declaración de amor más linda en todo el mundo no puedo dejar de pensar que se la estoy dedicando a un hombre que hace poco se convirtió en padre soltero. Atlas solo me explicó que su esposa murió recientemente en un accidente de coche durante sus vacaciones y que le ha dejado a su pequeña niña de tan solo nueve años y que es el vivo retrato de Atlas a dónde la vean.

La conocí está tarde y para mañana empiezo como su niñera al culminar con mis horarios en la universidad.

—Ya era hora que conocieras a mi pequeña sobrina. —. Es lo primero que dice Tony al entrar a la habitación.

La he invitado a pasar la tarde conmigo en lo que papá está en el trabajo y así hablar de ella sobre como me siento y como me hizo sentir la noticia de que el amor de mi vida se casó y tuvo una hija.

—¿Desde cuándo Atlas estaba casado con su esposa?

—La conoce desde niños y cuando se marchó a la universidad se casó con ella en Liverpool y en ese mismo año tuvieron a mi sobrina.

—¿Los nueve años que tiene ella son los mismos que él duró lejos de acá? —. Es tan raro y menticulado. Planeó su vida con la mujer que conocía desde la infancia.

—Exactamente. Harriet es una niña dulce y muy inteligente, la verdad no tendrás un solo problema con ella.

—¿Y sabes o te preguntas cómo me siento, Tony? —. Ella eliminó la sonrisa de sus labios y me miró preocupada.— me acabo de enterar que el hombre al que he amado durante toda mi vida y al que he estado esperando por mucho tiempo estuvo hasta hace poco casado con otra mujer y con la cual tuvo una hija. Me he roto el corazón a mi misma por esperar algo de una persona que no se acuerda de mi y es triste, porque por más que mi corazón quiera entender lo que pasa no lo hace y sigue latiendo desinteresadamente por él.

Ella no lo comprende y puede que jamás lo haga puesto que nunca en su vida se ha enamorado de verdad de alguien.

Tony hizo el ademán de acercarse pero yo me hago a un lado ahogada en mis propias lágrimas, me siento tan tonta y tan ridícula por llorar pero me duele el corazón, me han roto el corazón.

O fui yo misma quien lo rompió por guardar esperanzas donde nunca hubo una flama.

—Asíc…—. Ella quiso hablar pero lo interrumpo, pudo en varias oportunidades decirme lo que de verdad pasaba y no hacer que mis ilusiones crecieran.

Ella contribuyó deliberadamente a romper mi corazón.

—He aceptado el trabajo pero no implica que todo esté bien entre nosotras dos. Sin embargo soy agradecida y por ello te pido que por un tiempo estemos distanciadas, cuando me sienta preparada para perdonarte volveré a ti. Mientras tanto te pido que me des un respiro, necesito coser mi corazón sin que nadie pueda interrumpirme.

Ella no insiste y simplemente se pone de pie e intenta irse pero se queda bajo el umbral y antes de desaparecer me dice:

—La razón por la que Atlas te olvidó es triste y se que cuando lo sepas me buscarás y ahí comprenderás todo.

Finalmente sale de mi habitación pudiendo ahora recostarme en mi cama a llorar como tanto he querido desde hace algunas horas.

Memorias de cuando conocí a su niña abundan por mi subconsciente y es triste, me duele saber que aquel al que amé estuvo comprometido y que ahora tiene un retoño de aquel amor que sintió por su esposa.

💛

Flashback.

Estaba en shock mientras que veía a una niña de lindos cabellos castaños ondulados, piel igual de pálida que la de su padre, hermosos ojos color bronce brillante que heredó de Atlas y sus lunares del rostro, en especial ese que tiene bajo su labio inferior. Ella usaba un vestido de hombros anchos y largos de un color blanco ostra y zapatillas bailarinas rosadas palo.

—Harriet, ella es Asíc y será tu niñera de ahora en adelante. —. Me presentó ante su vivo retrato.

Mi mano tembló al sostener el de la niña y aunque ella me regaló una sonrisa que denota sus buenos modales yo no pude corresponderle, seguía asimilando la noticia.

—Es un placer conocerla, Sra. Asíc.

Volvimos a sentarnos; ella junto a su papá y yo frente a ellos escuchando lo que hablan.

—En las mañanas Harriet se encuentra en el colegio y regresa a la una de la tarde por lo que tienes la mañana para ti. Te pido que estés antes de la hora que llega para que tengas el almuerzo preparado, las señoras de la limpieza y que cocinan no vienen muy seguido ya que en la mayor parte del tiempo soy yo quien me encargo de todo.

Él hablaba y yo no paraba de llorar por dentro lamentando tanto no haberle dicho que me gustaba cuando aún había tiempo y oportunidad, y ahora no quedaba nada. Con Harriet Atlas no se fijaría en mí porque primero estaría su hija, primero y siempre estará ella junto con su esposa fallecida.




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