El último rayo de Sol.

Capítulo 14: El decimocuarto rayo de Sol.

💛Capítulo 14: El decimocuarto rayo de Sol.

Asíc Williams.

“Perdida en las palabras que gritamos.

Ni siquiera quiero hacer esto más.

Porque ya sabes lo que significas para mí.

Y nuestro amor es la única guerra que vale la pena pelear.” Bruno Mars, Lady Gaga.

—Y ella le ha gritado palabras horribles a mi papá y por eso creo que se ha puesto mal.

Yo escuchaba atentamente lo que Harriet me cuenta en lo que Atlas despierta y de verdad que me siento enfadada y muy enojada con Tony por tomar ese comportamiento tan poco racional con su hermano mayor y su padre. Inhalé profundamente varias veces para hacer que aquella rabia se apacigüe, porque de lo contrario al verla la sacaría de aquí.

—¿Y papá que te dijo sobre todo eso?

—Solo me pidió que durmiera con él y viera películas a su lado, la verdad sentí a mi papá muy triste después de su discusión con mi tía Tony.

¿Y como no si le ha deseado la muerte?

La señora del servicio que trabaja en casa de Atlas también me cuenta que mucho antes de que mi prometido volviera con Harriet el papá de Atlas y Tony habían discutido aún más horrible y ella le gritaba que era un asco y muchas palabras más que no me atrevo a repetir. Tanto que le dije que viera todo desde otro punto de vista, que tomase en cuenta los sentimientos de su padre y que no fuera tan criticona.

—La verdad, Srita. Asíc, no me sorprende que mi jefe esté de este modo por culpa de su hermana. ¡Eso fue horrible! —. Exclamó anonadada.—, es la primera vez que su hermana se comporta de ese modo tan hostil y más con el Sr. Robinson, normalmente le respeta las decisiones a su padre y a su hermano pero ayer estaba fuera de control.

—Tu solo cuida de tu papá, Harriet. Yo me encargo de Tony.

Hablaría con Cameron después de todo es su novio y ella le hace más caso a lo que él diga que los sentimientos de su papá y hermano. Los segundos pasan y Atlas despierta ya un poco mejor aunque con su ánimo muy bajo, se la ha pasado toda la mañana callado viendo en dirección a la ventana. Afortunadamente el padre de Atlas aparece y me pide disculpas por el comportamiento de Tony y me ayuda llevándose a Harriet para que se duche y coma algo.

—Mi cielo, lo lamento tanto.

Él al escucharme se abalanza sobre mi abrazándome muy fuerte mientras que solloza.

—Siento que tú pelea con Tony haya llegado tan lejos, quisiera borrar esas palabras de tu cabecita para así evitarte este dolor.

—Ella jamás me ha alzado la voz como lo hizo anoche.

—Y yo hablaré con ella, no puede venir de la nada furica a pagar toda su frustración y penas contigo. Si está tan enojada pues que se vaya a casa de su padre y se encierre en su recamara pero a ti no te puede ir a joder tu tranquilidad.

Yo quería muchísimo a Tony porque después de todo es mi mejor amiga pero me es imposible perdonarme que le haya deseado la muerte a Atlas. Eso para mí es imperdonable.

—Ya no me importa, tengo a Harriet, a Abigail y a ti. —. Yo acaricio su cabello con gentileza para que vuelva a conciliar el sueño pero justo cuando casi lo logra su padre acompañado de una mujer joven entran a la habitación.

—Buen día y permiso. —. Habla la chica con tal educación. Es la misma que siempre veía en el colegio cuando pasaba buscando a Harriet, creo que es familiar del niño rubio que pretende a Harriet.

—Buen día, pueden pasar ya se encuentra despierto.

—Hijo, lo lamento tanto. —. Douglas se acerca a él al yo darles espacio.

—A Tony hay que castigarla, padre. Me ha faltado al respeto hasta el punto de desear la muerte y es algo inaceptable para mí.

—Oh madre de Dios, ¿Lo ha hecho? —. Grace cubre su boca con ambas manos anonadada.

—Grace, lamento que nos tengamos que conocer en estas circunstancias. De hecho le había comentado a mi padre para almorzar juntos y tratar ciertos temas contigo. —. Le dice Atlas a la castaña.

—Tu padre me había dicho anoche pero no te preocupes, ya en otro momento nos podemos reunir y hablar.

La mañana estuvo relajada y pude marcharme al mediodía ya que debía ir a la universidad así que igual aprovecharía de la oportunidad para hablar con Tony sobre sus actos de anoche. Llegué como todos los días ocupando mi silla de siempre y a los segundos ella llega callada e ida, ocupó la silla a mi lado y no me dirigió la mirada. Sin embargo; Cameron si lo hizo y se acercó a hablarme.

—En la salida, yo también debo tocar ciertos temas con ella. —. Dice, brevemente, para luego ir a su silla que es detrás de la de Tony.

La tarde pasó realmente lenta y yo no paraba de ver con insistencia el reloj que cuelga en la pared deseando que sean las dos de la tarde cuánto antes para interceder a Tony o se escaparía antes de al menos articular palabra alguna. La campana suena treinta minutos después y Cameron es rápido al tapar su salida, los demás estudiantes salían sin prestarnos atención y el profesor igual.

—Ya mi hermano les fue con el cuento. —. Farfulla, algo cansada al vernos enojados.

—Lo que hiciste y dijiste estuvo muy mal y lo sabes. Hasta Asíc que es incapaz de fruncir el ceño lo ha hecho por lo decepcionada que está de ti y de tu comportamiento. —. Inicia Cameron.

—¿Sabes que está internado? Tus palabras le han sentido tan mal que enfermó y ahora está en observación. Si hablaste en base a tus pensamientos debiste guardarlos para ti y no decirle tal cosa tan horrible. Te quiero Tony pero si debo poner a Atlas por encima de ti lo haría sin dudarlo.

—¿Te estás escuchando? Elijes a mi hermano antes que a mí. Se supone que somos mejores amigas… o es lo que creía.

—Tu sentimentalismo y manipulación no funciona con nosotros dos. Estamos cabreados por tu fatal comportamiento, esa hostilidad para con tu padre me parece inaceptable y ni hablar de las palabras tan crueles que usaste contra tu hermano.




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