La llamada

          Revisó por última vez sus redes y descubrió entre las solicitudes una foto. No era nada, solo una mujer. Una morocha con bellos ojos oscuros que lo miraba fijo desde detrás de la cámara. Le aceptó la solicitud para que pudiera seguirlo y quiso agrandar la imagen para verla de cerca...En ese momento entró la llamada...
          Nunca imaginó los efectos que se sucedieron. Del otro lado del celular, una voz conocida lo llamó por su nombre: "Danny...Danny... papá está muriendo". Se quedó helado. La transpiración se secó en su cuerpo y retuvo el aliento como si pudiera borrar lo que acababa de escuchar. 

          Del otro lado, la sollozante Carla trataba de hablar sin ahogarse. Le tocó estar en el momento justo en que a su padre le dió el primer infarto. Fue terrible!!  Sintió que la comida que acababa de tragar se convertía en piedra en su estómago...la misma sensación tuvo en su corazón. Después de llamar a la ambulancia y trasladar al hospital al patriarca de la familia, se acordó que debía llamar a su hermano. Hace meses que no lo veía pues estaba en plena gira de promoción de su nuevo disco. Ya habían llegado todos, cada uno del destino en el que estaba. Solo faltaba él. Sabía que debía esperar a que terminara su show para poder hablar con él. Llamó a Robert, su representante, y éste le confirmó que en efecto, estaba en sus últimas interpretaciones...¿Como lo tomaría? Durante años, desde que cumplió dieciocho años, Danny se rebeló ante las estructuras que intentó imponerle su padre. Siempre lo consideró el rebelde de la familia. Tanto Carla como sus hermanas seguían al pie de la letra todo lo que su padre decía: debían ser niñas educadas en las artes del hogar y saber como llevar adelante una familia. Danny era el único hijo varón y fue la gran decepción de Peter.
          Recordó con nostalgia a su hermano. De niño le gustó la música. Cantaba adonde iba. A los ocho años vio en un escaparate una guitarra roja. Empezó a soñar con ella e insistió tanto en tenerla que finalmente Mary, su madre decidió regalarsela para su cumpleaños. Jamás tomó clases de música, era autodidacta, escribía sus propias canciones, sencillas al principio pero con el tiempo fueron tomando fuerza.
        Luego de la llamada Danny quedó mudo. Sabía lo que seguía. Pensó que podría escapar de su destino, pero éste se emperró en llegar imprevistamente. Debía viajar a casa urgente. Tuvo que cancelar todo, salió en medio de los flashes y los gritos desesperados de las fans y subió a la limosina que lo esperaba en la parte trasera del estadio. Robert ya estaba en el interior junto a sus dos asistentes y en los asientos de adelante el chofer y un guardaespaldas.
—El avión saldrá en treinta minutos —le dijo Robert. —Ya está todo arreglado, Jeny preparó una maleta con un poco de tus pertenencias. Te enviaré el resto cuando estés allá.
          Él no dijo palabra. Se quedó con la mirada perdida detras de los anteojos oscuros con los que siempre ocultaba su verdadero yo. Su mente bullía a mil. Regresaba adonde prometió jamás volver.