El último recital

La locura

          El fenómeno que empezó a desatarse ese día quedaría guardado para siempre en las historias que se tejían en Ciudad Pozos. El mismo nombre se debía a unos extraños pozos que hacían una especie de arabescos en la tierra fértil de la zona cuando llegaron los primeros pobladores. Durante días estuvieron siguiendo el rastro y trataron de saber cual era el origen mas nunca pudieron dilucidarlo. En la zona donde estaban la mayoría de ellos fue cercada y formaba parte de los atractivos turísticos de la ciudad.

         Danny se volvió el personaje más famoso de la zona. Tras casi un año de mantenerse en el anonimato finalmente los fanáticos lo descubrieron. Decenas de fans se agolpaban en la entrada externa del barrio privado done se encontraba la mansión para intentar verlo en el interior de alguno de sus autos lujosos. Pasaba lo mismo en la oficina, tuvieron que vallar alrededor y extremar las medidas. Daira tuvo que encargarse de contratar al menos tres guardaespaldas más. El mal humor que tenía Danny esos días era avasallante. Daira estaba tan agobiada con el trabajo que le pareció el colmo tener que soportar sus rabietas la mayor parte del día. 

—¡Ven ya! —le gritó por el intercomunicador de la oficina. Ella tomó aire y se dispuso a soportar otra estocada de furia de su jefe.

—Necesito que convoques a una conferencia de prensa con los principales medios del país. Sólo podrá hacerse presente un representante de cada medio —le dijo prácticamente sin mirarla. Estaban muy lejanos los momentos vividos aquella noche en el baile. Le pareció que todo lo había soñado.

        Ultimaron detalles y se disponía a salir cuando le dijo como al pasar.

—Ah, y quiero que ese día estés preparada. Saldrás tambien en la conferencia, quiero que en todo momento estés a mi lado —le dijo en tono cortante. Ella supo que no podía contradecirlo, aunque quisiera.

                El resto de la semana siguió al mismo ritmo vertiginoso de siempre. ¡Daira estaba agotadísima!! Decidió que aprovecharía el sábado para despejarse. Iría a "Las cañas" para ponerse al día con su amigo, no lo había vuelto a ver desde aquel día en el que Danny la vio cruzar por las calles de Bajo Fondo.

              Encontró a Richard con poco humor cuando llegó a verlo el sábado. Se veía macilento y ojeroso. No le quedó otra que confesarle a Daira que estaba con serios problemas económicos. Había pedido un préstamo para seguir a flote. No quería deshacerse del local que con tanto esfuerzo pudo levantar en algún momento.
              Daira se sintío un tanto culpable por no haberse percatado antes de lo  que le ocurría a su amigo. Había sido muy egoísta al pensar en sus propios problemas con Danny, que no se comparaban en nada a lo que estaba padeciendo Richard. Pasaron juntos el fin de semana organizando nuevas tareas. Ella se comprometió a trabajar con el marketing, aunque no tuviera idea pero siempre podría contar con Mike. Vería que podia hacer con las redes sociales para darle un nuevo impulso al lugar que también ella aprendió a amar. Se moría si "Las cañas" desaparecía, definitivamente no tendría adonde más ir...
 




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