El día de la conferencia de prensa fue un infierno. Los periodistas convocados empezaron su desfile varias horas antes de la cita. Debían pasar por un estricto protocolo de seguridad. Olga se presentó con una docena de ayudantes para ayudar a prepararse a Daira y dar los últimos retoques a Danny. La casa era un hervidero de personas que entraban y salían, subían y bajaban las escaleras. Nadie sabía por que habia tanta conmoción y despliegue. Entendían que Danny West era una superestrella pero eso no era ninguna novedad.
A la hora acordada en punto, Danny se hizo presente en el recinto donde ya todos esperaban. Llegó rodeado de guardaespaldas y personal de seguridad los que se distribuyeron entre las personas que allí estaban para evitar cualquier accionar ajeno a lo que los convocaba. Los flashes de las cámaras y celulares enceguecieron por unos instantes a Daira a la que habían enfundado en un vestido precioso color crema, corte princesa, que le llegaba un poco arriba de las rodillas. Jamás había usado un vestido tan corto por lo que a cada rato, instintivamente intentaba bajárselo. Estaba parada al lado del podio desde donde Danny respondía las preguntas avasalladoras de los periodistas.
"¿Por qué se alejó de los escenarios? ¿Por qué no explicó cual era su situación desde un principio?¿Esta vida que lleva ahora es mejor que la de antes?¿Piensa regresar un día?" Muchas de éstas fueron respondidas por un "No sé, el tiempo dirá". Danny intentaba mantenerse tranquilo y dar respuestas concretas y con la menor cantidad de palabras posibles.
Cuando ya no tuvieron más que preguntar por su vida, atacaron a la joven que estaba tan bien presentable que se encontraba a su lado. Se acordaron que era la misma con la que había asistido a la fiesta de gala. Danny acalló los comentarios y los llamó a silencio.
—A partir de hoy no deseo que se hagan comentarios acerca de mi vida privada —les dijo con un gesto que no daba lugar a desobedecerlo, —Acércate, Daira, por favor —le dijo sin mirarla.
Sacó un anillo del bolsillo del traje y tomando la mano de ella, se lo puso en el dedo anular con un movimiento rápido.
—Quiero anunciar que estoy comprometido con la señorita Daira Carson y próximamente anunciaremos nuestra boda. ¡Es todo! —y salió sin mirar atrás. Temía que si la miraba, el muro que intentaba construir se derrumbara. Su familia ya lo presionaba. No debía pasar más tiempo por lo que la conferencia mataría dos pájaros de un tiro.