A Daira el corazón le latía tan fuerte que pensó que se le iba a salir por la boca, el estómago se le achicó y sentía como una piedra. ¿Qué pasó en la habitación de Danny? Era cierto que era la primera vez que estaba allí y tuvo una mezcla de sensaciones al ver que SU Danny, el que siempre había amado en silencio, aún seguía allí, entre las cuerdas de guitarra, en sus pentagramas revueltos. La imagen que él daba era la de un duro empresario y no se parecía en nada a la idea que tenía de él. Quedó tan extasiada por lo que allí vio que no se dio cuenta que él estaba en la habitación. Fue a reclamar el anuncio que él hizo sin siquiera consultarla y terminó huyendo como una mariposa con las alas rotas.
Tenía sentimientos encontrados por cuanto estaba muy enojada pero en el fondo sentía una emoción intensa al saber que se casaría con el hombre que amaba. "Pero no era así como me lo imaginé", pensaba. En la novela que había escrito en su cabez él era el príncipe encantado que para pedir su mano, se arrodillaba y la amaba con locura. Muy lejos de la realidad.
Siempre había tenido la idea de que los artistas eran personas sensibles, que plasmaban en sus canciones lo que sentían. La experiencia que tenía en esos meses conviviendo en presencia de Danny la sacó brutalmente de sus ensoñaciones. Cada vez leía menos sus novelitas mal encuadernadas que conseguía en las ferias de baratijas. Su romanticismo empezaba a convertirse en humo cuando vio en que se convirtió su amor platónico.
Se acostó con la cabeza llena de pensamientos que la atosigaban. Debía tomar una decisión antes que se le terminara de romper el corazón. Hasta ahora le había ido bien en eso. No sabía lo que era que un hombre le rompiera las ilusiones y no quería experimentar los dolores y desazones de la mayoría de sus personajes de novelas.
Se durmió tras mucho esfuerzo y soñó que Danny la llamaba desde su habitación pero ella no podía acudir a él..se despertó sobresaltada a las siete en punto con un terrible presentimiento.