—La encontré —dijo Mike, poniendo energéticament una hoja impresa a color sobre el escritorio de Danny.
Danny miró la fotografía. Estaba tal cual él se la imaginaba. Con los labios pintados de rojo intenso y la mirada brillante por las luces de neón del escenario. En sus sueños ella siempre lo acompañaba en sus canciones y la veía así. Ahora temía haberla perdido para siempre.
Desde hace dos meses que abandonó la oficina, no supo más de ella. Se volvió loco cuando volvió del viaje a Rosmania que decidió hacer el día en el que renació. Luego de oler el adictivo aroma de su piel cuando salió de ducharse y escuchar esa sensual voz que emitía una suave melodía, algo se movió en su interior. Lo que pensó estaba dormido salió como un estruendo y le llenó el espacio tanto tiempo vacío. Y supo que ella había logrado eso, llegar entre las rajaduras de su alma para llenarlo todo con la melodía de su voz. Le escribió una canción que llevaba su nombre y describiá en ella todo lo que le hacía sentir. Ese día afinó sus instrumentos y limpió sus cuadernos para prepararse para un nuevo comienzo. Pero desde su abandono, todo quedó en nada.
Ella era su musa, no podía nacer nada si ella no estaba. El contrato lo tenía preparado hace meses y Mike tenía la orden de hacerlo específicamente en esa fecha. Él olvidó este detalle de tan obnubilado que estaba. Tenía tantos sentmientos encontrados que sucumbió bajo los encantos de aquella rubia en el vuelo.No quería aceptar la verdad que finalmente llegó con mucho dolor al estar ella ausente. "Ahora soy yo el que te necesita a tí, Daira. Tengo que encontrarte", se dijo. Dio ordenes a todos sus hombres de darle noticias de ella. No podía habersela tragado la tierra. Sonrió amargamente cuando se dio cuenta que todo vuelve...él hizo lo mismo el día que decidió dejar los escenarios...esa misma sensación debieron tener sus seguidores...todo vuelve, definitivamente.