El ultimo rey de Azellen

Capítulo 9 (Asalto) parte uno

      Lucy miro el cielo que comenzaba a tornarse con los primeros colores del ocaso, respiro profundamente sintiendo el aire helado inflar sus pulmones, no estaba segura de lo que pasaría en unas horas, sabía que a pesar de su habilidad entrar en la mansión del señor de esas tierras era peligroso y lo único que le habían advertido no hacer era una tontería como esa.

     Pero no tenía opción tenían Frederick y a Avi de prisioneros, estaba a la merced de Arkarse y lo que más le molestaba era el hecho de que Elías estaba cerca de ella, en el mismo barco, teniendo en mente que quizá la traicionaría de nuevo y aún más la sensación de que aquellos sentimientos que pensaba habían sepultado años atrás comenzaban a surgir haciéndole molestar.

     - ¿Tienes tiempo para hablar? -dijo una voz grave y profunda que Lucy reconoció y le hizo erizar la piel, tenso sus músculos y le dejo la mente en blanco.

     - ¿Es tan importante? -pregunto Lucy intentando parecer neutra mirando ligeramente sobre su hombro.

     Elías respiro profundamente bajando la vista pensativo, Lucy volvió la vista hacia el cielo como las estrellas comenzaban a desaparecer, quería irse de ahí, no quería hablar con Elías que solo provocaba que su corazón se contraía y le provocara una sensación desagradable en el pecho, quería correr y abrazarlo y al mismo tiempo romperle los huesos, aquellas sensaciones la hacía rabiar, pero tenía que contenerse no podía dejar que él lo supiera.

     -Lo es-respondió Elías con pesar en la voz, Lucy sabía lo que sus palabras provocaban en él, pero no podía contenerse-, Necesitamos aclarar los panes de la misión.

     -Yo tengo uno-dijo Lucy con frialdad-, Entro en la mansión, consigo lo que necesitan para acabar con tu padre y salgo de ahí-concluyo.

    - ¿Qué pasara si te encuentras con los guardias? -pregunto Elías preocupado.

    -Asesinare a quien se cruce por mi camino-espeto Lucy indiferente.

     - ¡¿Crees que eso va a funcionar?! -gritó Elías molesto tomando a Lucy de los hombros girándola para mirarla de frente.

    Lucy quedo consternada ante aquel suceso, pudo observar el brillo de los ojos de Elías, sus cejas anchas, sus labios gruesos y algo partido por el sol al que seguramente se exponía por unas horas, el corazón de Lucy palpitaba con una fuerza que sentía que se saldría de su pecho, su respiración se aceleraba mientras sentía aquellas manos gruesas y fuertes alrededor de sus delgados brazos, podía sentir el cálido aliento de Elías chocar con el suyo.

     - ¿Qué…que estas…haciendo? -dijo Lucy sintiendo como su voz temblaba.

     -Yo no…-comenzó Elías estupefacto por sus acciones.

     -Yo podría preguntar lo mismo-,Comentó alguien detrás de ellos sobresaltándolos.

     Elías tenso los músculos y apretó los dientes soltando a Lucy que miraba a un lado con una expresión de felicidad y alivio por ver a Frederick parado detrás de ellos con los brazos cruzados y el ceño fruncido mirando a Elías con asco. Lucy estaba feliz e inquietada por la llegada de Frederick, una parte de ella quería saber que era lo que iba a decir Elías y otra parte le decía que aquello era lo correcto.

    -No tendrías que aprender como dirigir un reino expríncipe-dijo Elías en tono helado arrugando la nariz.

    -Y tú no tendrías que asegurarte de que su plan funcione-repuso Frederick con el mismo tono.

    -Cómo te atreves…-comenzó Elías molesto.

    - ¡Basta! -grito Lucy interrumpiéndole-,No es momento para que discutan entre ustedes, hay que preparar todo, vamos Frederick-ordenó Lucy pasando al lado de Elías sin mirarlo sintiendo como ante aquellas palabras su corazón se partía, y tomando a Frederick del brazo tiro de él alejándolo de quien había llamado amigo una vez.

     Lucy arrastro a Frederick lejos de ahí pasando por las miradas y susurros de los piratas que trabajaban a su alrededor, no se sorprendía que todos en el barco supieran que algo había pasado entre ella y Elías, además de que ahora estaba Frederick implicado, entendía la base de su molestia o al menos creía entenderla y ante aquella demostración algo en su pecho la hacía crecer, había imaginado que era solo su vanidad y egocentrismo la que le hacía actuar de esa manera pero no podía dejarlo notar.

   - ¿Te has vuelto reamente loco? -preguntó Lucy sin poder contener una suave risa.

     Frederick no respondió, estaba molesto y frustrado por sus emociones que le conmocionaban y nublaban su juicio, había decidido solo ver el barco y caminar por los alrededores pensando en cómo su presencia podría beneficiar a Lucy, luego del sermón que Avi le había dado se sentía más inútil que antes.



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Editado: 30.09.2018

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