El sol salió más tarde de lo habitual, aunque eso no era excusa para levantarme a misma hora que el despertador, decidí levantarme una hora antes de a habitual para irme al colegio porque me había propuesto estudiarme las normas del raida y su shinigami, así evitar toparme con otro obstáculo como en el colegio que casi me mataban.
-¿no sabía que te gustaba leer?- apareció bokune entrando por la ventana enseñando sus dientes.
-No estoy leyendo, estudio para que no me ocurra como la otra vez, además siempre eh sido estudioso…-
Y era verdad, desde niño me encantaba estudiar y me leía hasta 5 libros en un día, lo malo que no eran libros de estudio sino tebeos o novelas ligeras, cualquier cosa que no fueran libros de texto.
Entonces…
En mi cabeza empezaron a surgir una serie de pensamientos que nunca creí que saldrían. Parecían flashes de mi pasado, cuando era niño…mi primera vez de instituto…cuando mis padres me hacían caso…después esos flashes se esfumaron haciendo que volviera al principio de todo y retomara mi lectura. Bokune se quedó en silencio mirando como leía un trozo de papel casi usado. Yo siempre había sido un buen estudiante, pero tenía mis problemas con los centros escolares desde infantil e incluso no queriendo ser aislado la gente no quería hablar conmigo y mi vida fue empeorando, llegando hasta afectarle a mi familia. Con los años me acostumbre al estilo de vida que me toco…hasta ahora.
Pasaban los minutos y seguía absorto con el papel, no me daba cuenta de que el sol ya estaba saliendo y se acercaba la hora en que yo estaría levantándome para vestirme y salir para el colegio y no me di cuenta de ello hasta que sonó el despertador y me pilló por sorpresa. Guarde la hoja en el cajón y realice el acto de todas las mañanas: levantarme, desayunar, ir para clase, atender las lecciones,…
Levantarme y desayunar ya estaban realizados, espera mi espada- pensé y metí en la habitación para buscar la espada y volví a salir.
Cuando abrí la puerta de la casa me topé con una cara conocida…
-Reika, ¿Qué haces aquí?-
Reika estaba enfrente de mí con el uniforme del instituto y su mochila del centro, “supongo que llevaría el arma en la mochila “pensé. Venía con la cara sudada y parecía mal herida.
-¿Qué te ha pasado?- le pregunte conmocionado
-Shen, vengo para avisarte, no vayas hoy al colegio, es peligroso-
…
Reika tenía también una ruta para ir al instituto, pero diferente al mío, este pasaba al lado del rio central de la ciudad, iba todos los días con su cartera. Veía siempre a los gatos que le robaban el pescado al pescadero.
-¿al fin apareces? – salto Kunsensi por detrás
La voz le resultaba familiar que se giró en el acto y vio que era Kunsensi, una compañera que deseaba no hubiese encontrado ese momento.
-¿kun? Pero… ¿Cómo?- Reika estaba sorprendida
-¿te sorprendes?...que imbécil eres algunas veces, nos abandonas y encima tienes la cara de no decirme nada-
Reika se sujetó el collar de su cuello con fuerza, parecía que se lo iba robar.
-¿Cómo me has encontrado?-
-El “como” es lo de menos…la pregunta es… ¿cuánto tiempo tarde en encontrarte?- se puso la mano en la cara, se tapaba la cara como si se avergonzara de algo-el jefe se enfadó mucho contigo que te ha puesto como una criminal de guerra, ¿te lo puedes creer? –
-Kunsensi, por favor, comprende lo que hice…éramos niñas-
El rostro de la chica fruncía el ceño con cada palabra que decía Reika
-No lo hagas- Reika empezaba a serenarla-no tenía elección, recuerda que éramos…-
-¡CALLATE!- salto Kunsensi haciendo que el ruido del ambiente desapareciera…Reika se quedó callada en el acto
-No te atrevas a decirlo, te fuiste porque te dio la gana, no porque tenías que hacerlo-
-Kun-susurro Reika mientras la miraba con tristeza y miedo
Kunsensi seguía frunciendo el ceño y luego relajo la cara soltando un resoplido
-Bueno, a lo que venía, el jefe quiere que vuelvas para que te excuses al gremio y si te niegas quiere que te mate-
Reika pasó de una expresión de miedo y puso su cara típica de seria. Olvido todos los momentos que vivieron juntas antes de que se fuera.
-Bueno… ¿Qué contestas?-
-Ya lo sabes-
Sin pronunciar palabra kun se lanzó contra Reika, pero Reika ya estaba preparada y se protegió con su cuchillo, kun se lanzó hacia atrás y se movió varios metros para atrás por suerte el suelo no se destrozó, se volvió a lanzar pero paso algo que Reika conocía y yo no…las manos de kun se cubrieron de fuego. Reika paraba los golpes con su cuchillo al igual que kun con sus manos, las manos soltaban chispas con los choques del cuchillo, kun dejó de golpear y se apartó de Reika, ambas estaban sudando y jadeando del esfuerzo.
-Parece que sabes luchar mejor que antes-vacilo kun con una sonrisa
Reika sabía que kun no decía eso sin un secreto escondido, así que seguía en posición de defensa mientras pudiera respirar.