El ultimo shinigami

XII

Comenzamos la mañana con una sesión de entrenamiento y ejercicios sencillos para no llegar tarde a clase, desde luego al salir de clase tenía que volver a casa para no hacer sospechar a mis padres. Bokune se encontraba viendo nuestros entrenamientos desde la ventana del piso de Reika comiendo un boniato que había encontrado en algún rincón.

-Tú también deberías entrenar ¿no? – dije con sarcasmo enfadado

-Si soy un shinigami, ¿Cómo voy a entrenar con un humano? –

-A veces tienes razón- entonces recordé el colgante de Reika y lo miré- ¿Por qué no…?-

-¡no!- salto Reika antes de que pudiera acabar la pregunta

Mostraba una expresión de desacuerdo que me hacía sentir una helada sensación.

-¿te ocurre algo?-

-Nada…solo que no quiero ¿vale?-

-Pero tu shinigami salió aquella vez de su amuleto y sin embargo el mío está aquí hablando ¿por qué el tuyo sigue dentro del amuleto?- señalaba a Bokune

-Eso es porque tal vez no sea un shinigami- dijo bokune después de acabarse el boniato.

-No es eso, pero es difícil de explicar-

-Bueno Reika, sino quieres que sigamos lo entendemos, bueno continuemos con el entrenamiento-

Seguimos con los ataques de espada y las defensas de ataque. Había mejorado bastante a pesar de solo haber pasado poco tiempo, ni siquiera un mes, Bokune realizo un bostezo y se tapó la boca.

-Oye shen, ¿Por qué no vamos a buscar a otros Raídas a ver si es verdad que has mejorado-expreso bokune después del bostezo

-¿seguro? Ahhh-había recibido una buena tunda en toda la cabeza

-Nunca te desvíes en tu concentración- dijo Reika en posición de combate

-Vamos shen, ¿Cómo quieres sobrevivir? ¿solo con entrenamientos y nunca salir a buscar a otros para ser rey?-

-Yo solo quiero sobrevivir, bokune-dije dolorido por el golpe en la cabeza que me dio Reika

Bokune me miro con una cara de asco súper agria.

-Dios shengoku, sí que eres aburrido- el comentario de bokune no me sorprendió tanto, pero estaba dudando en lo que dijo.

-¿tú qué opinas Reika?-

Reika había oído el comentario de boku, pero decidió hacer oídos sordos y se puso a mover la katana de arriba abajo como si estuviera golpeando el aire.

-Mi misión es proteger al elegido, pero es el elegido quien decide qué hacer con su misión-

Eso me sonaba a un “me da igual” ya que esto iba a ser mi tercera vez que me iba a enfrentarme con una raida y no solo eso, con los entrenamientos podría ser fácil.

-Está bien boku, ¿Cómo encontramos a nuestro raida?-

Y bokune sonrío de mejilla a mejilla.

Nuestra parada principal seria en el centro de la ciudad donde concurrían todas las tiendas desde la tienda de libros más bonita hasta la tienda de ropa para chicas pijas.

-¿Qué hacemos aquí, bokune?-

-Los shinigami podemos encontrarnos con solo pensar con la cabeza, es decir, telepáticamente y mis fuentes me dicen que nos toparíamos con uno y su raida aquí-

-Pues es muy raro que quiera matarme aquí, ¿no?-

La gente chocaba entre sí por las prisas del trabajo y nadie sabía que estábamos presentes en aquel lugar. Los edificios eran tan espectaculares que tapaban el sol, continuamos con nuestra búsqueda siguiendo a bokune parecíamos sus guardaespaldas siguiendo al jefe de los Yakuzas, luego giramos hacia un callejón que parecía igual a la primera vez que conocí a un raida.

-Atento shen, este sitio no me gusta empezó a sacar su navaja larga de la mochila-

Yo saque la katana de madera que no era gran cosa.

-Toma esto, me lo guardaba para el final del entrenamiento o cuando estuvieras listo en tu primera misión importante-

Era una katana totalmente nueva con bandas rojas y negras en el mango de la espada

-Gracias, Reika-

Podría decir que la usaría siempre o como si fuera un tesoro, pero sería decir demasiado y nunca había recibido regalos de nadie, ha sí que recibir aquella espada era el primer detalle que recibía en años.

Continuamos por aquel callejón con las armas en alto por si las moscas.

Dios, como nos vea algún policía estaba que temblaba de miedo y claro para la civilización ir armado es un delito y somos casi menores de edad, yo tengo 15 y Reika…la verdad que a Reika nunca se lo he preguntado y si se algo o poco de hablar en sociedad es que no se debe preguntar a una chica sobre su edad.

Bokune se detuvo en el instante…

-¿Qué pasa boku?-

-Notó la presencia de otro shinigami, tener cuidado-

Ambos nos preparamos por si acaso, alzamos nuestras armas…

-¿Dónde está, boku?- pregunte nervioso mirando en todas las direcciones.

-Se acerca, tiene la misma fuerza que la persona del primer día, tener cuidado-

Me puse más nervioso todavía porque me vinieron recuerdos de aquella vez cuando parecía que iba a morir, pero luego me fijé en Reika y ella no estaba nada nerviosa pero cómo iba a estarlo si ya se enfrentó con alguien parecido.



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En el texto hay: adolescentes, japon, combate

Editado: 24.07.2019

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