El ultimo shinigami

XIV

Tras el combate realizado en aquel callejón todo cambio para nosotros tres, nos encontramos en el piso de Reika donde ella estaba en contra de la ventana con salida a la calle y nosotros estábamos mirándola a ella y la calle que se veía desde la ventana.

Teníamos los cuerpos cubiertos por vendajes y parches para las heridas, menos bokune como no.

Nadie decía nada menos la tele que estaba encendida, por el canal de noticias que hablaban de lo ocurrido en el callejón por suerte no decían de los shinigami y nada que pareciera sobrenatural, una suerte, pero eso no viene a cuento porque lo que paso allí nos sorprendió a mí y bokune, sobre todo a mí.

-¿así que…tienes tu shinigami en el frasco? –

-No es un shinigami- respondió bokune sin haberlo pedido

-¿Qué?- me quede sorprendido y mire a bokune

-Un shinigami no vive en un recipiente como un dinj, somos los portadores de la muerte y podemos parecer ángeles o tíos realmente oscuro y asquerosos…en todo caso…yo-

-¿entonces que tiene colgando del cuello? –señale con el dedo el collar de Reika

-No lo sé, pero sí está claro es una cosa, nos ha salvado y si el juez del juego no lo ha descubierto significa que Reika puede jugar todavía-dijo bokune con confianza

-No me consolaba la idea de un demonio envasado colgando del cuello de Reika, ni mucho menos una organización sin relación con este juego, ¿Qué más tenía que pasar hasta que estuviera seguro de que no había más secretos?-

-¿podemos conocerle?- pregunto bokune señalando el frasco de Reika

Reika no estaba por la labor de liberarlo, lo sé, porque tras oír la pregunta cogió con fuerza el frasco como si fuera perderlo.

-¡bokune!- salte mirándole con molestia

-El caso es que me gustaría sacarlo, pero no puedo…no es fácil controlarle ni mucho menos tener una conversación con él-

-¿entonces porque lo tienes?- pregunto bokune

-Veréis, cuando me convertí en raida, no fue como a ti te ocurrió shen, yo estaba sola en las calles cuando esto cayó del cielo-cogió el frasco y lo enseño- al principio pensé que se trataba de algo tirado desde los tejados, pero no había nadie ni mucho menos podía ver en la oscuridad, pero sentía curiosidad con esta cosa y decidí quedármelo. Cuando llegué a mi refugio me puse cómoda para obsérvalo mejor. Me quede atónica con esta curiosa cosa, en su forma, colores, -el frasco tenía una forma bastante extraña adornado con varias caras como asustadas y era de un color azul como el océano. No me resistía a dejarlo cerrado y lo abrí inmediatamente, pero eso fue un error, una luz fuerte de un color negro y verde que empezó a cogerme como una mano cogía un muñeco. Al principio sentía miedo y creía que iba a morir cuando el fuego que me rodeaba no estaba haciendo nada malo y luego se metió de nuevo en el frasco…eso es lo que recuerdo y luego nada más-

-Así que…el fuego fatuo resulta ser la criatura que vive dentro del frasco ¿no?-

Reika asintió con la cabeza para decir que sí.

-¿tengo una pregunta? ¿cómo conseguiste entrar en el juego si no es un shinigami?-

Reika retomo la historia donde lo dejo…

-Después de aquella experiencia continúe con mi vida, decidí quedarme con el frasco escondido para que nadie lo viese. Trabajaba en un bar que había por las calles de la ciudad para sobrevivir y fue fácil pues no contrataban niñas-

-¿no decías que vivas en las calles hasta ahora?-

-Sí, pero necesitaba vivir de algo y tenía que comer…el camarero de aquel lugar fue amable conmigo y no es el tío al que odias cuando le hablas menos los demás que tenían una pinta de delincuentes, acosadores, yakuzas…-

-Y allí fue donde conociste a la orden 13 ¿no?-

-Si, allí estaban reuniendo gente para su organización y me vieron, pero pasaron porque no mostraba nada interesante y continúe con mi labor, no había visto un suelo tan sucio en mi vida e incluso había ratas y una robó unos cacahuetes de una de las mesas. La perseguí hasta la sala privada donde estaban los de la orden, por suerte no me vieron, me escondí en una esquina y escuché todo lo que decían-

 

-¿Están todos? Bien, comencemos con la reunión- hablaba un hombre que parecía que se le veía todo menos la cara a excepción de los ojos.

Allí presente había muchos individuos que parecían normales, estaban los actuales que existen ahora y más de los que recuerdo. Estaban una pelirroja, un ruso y dos personas más.

No conocía a los demás de la reunión

-¿Cómo va con el distrito de yakuri?- dijo Hakige

-En perfectas condiciones, dentro de nada las fabricas volverán a empezar y podremos continuar con los trabajos-respondió kunsensi

-(Si no fuera por el ataque del mes pasado podríamos a ver continuado con la investigación sin tantas paradas)-hablaba Ruboski

-No podíamos hacer nada, eran demasiados y nos pillaron por sorpresa-salto una figura en la sombra que no pude ver



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En el texto hay: adolescentes, japon, combate

Editado: 24.07.2019

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