Hace años, cuando existían los reinos y las guerras masivas, había 3 reinos que siempre resaltaban ante todo el continente, uno de ellos estaba la princesa Yizeni, del segundo reino, el príncipe Zach y del tercer reino el príncipe Carlerin, ellos serían los siguientes herederos del trono de su respectivo reino.
Yizeni y Zach fueron amigos desde la infancia, pero al pasar de los años, al estar juntos mutuamente, nació un sentimiento que todos conocemos, pero pocos entendemos, ellos se enamoraron a pesar de todos los problemas que esto pueda causar.
Al pasar de los años de tranquilidad y de paz, empezaron los primeros rumores de que pronto empezaría una guerra.
Aquel apuesto príncipe visitaba a su amada princesa con una rosa blanca, que representaba el amor tan puro que este demostraba a su amada princesa, sabían perfectamente que su amor era prohibido a causa de los conflictos de sus respectivos reinos, pero a ellos no les importaba los problemas en donde ellos no les compete porque eran problemas de sus padres y no de ellos, ellos estarían juntos sin importar.
Cada noche al estar juntos bajo el árbol que marcaba el límite de ambos reinos, comenzaban a bailar, era un vals único para ellos, aunque fuera la misma melodía, pero ellos sentían que era la primera vez que la escuchaban.
-Mi amada princesa, se ve tan hermosa esta noche- esas palabras las decía con tanta ternura mientras estaban danzando bajo el abrigo de aquel árbol; -Usted no se queda atrás, mi apuesto príncipe- la princesa regresaba aquel cumplido con una sonrisa.
Pensaron que cada tarde sería siempre tan cálida como la anterior, pero la vida, no siempre es como la queremos, por más que intentaran ocultar su gran amor, existía alguien quien envidiaba este amor.
Editado: 24.07.2023