Se acerca el verano y estas fechas me traen muy buenos recuerdos, mi niñez mi adolescencia mi juventud la temporada donde conocí al amor de mi vida, mis más bellos y anhelados recuerdos están en estas fechas, ahora ya solo soy una frágil y vulnerable anciana, y lo único que deseo es poder ver esa sonrisa que me ha mantenido en este mundo durante todo este tiempo
Recuerdo que todo empezó con un simple juego de niños, en aquel campamento de verano, donde conocí a Ethan, el niño más valiente y guapo de todo el campamento, recuerdo que yo era la típica niña gordita y tímida presa fácil para molestar, pero Ethan, él siempre me defendía y me cuidaba
Esperaba cada verano con mucha emoción, pues sabía que podría volver a ver a Ethan, 10 años estuve yendo a aquel lugar, Ethan y yo nos hicimos muy buenos amigos y bueno con el paso del tiempo ambos fuimos cambiando física y mentalmente, Ethan cada vez se hacía más y más guapo y también era muy inteligente, era el chico perfecto, era una pena que solo podía verlo durante el campamento
En el campamento había una restricción de edad, los niños de más de 16 años ya no podían participar en él, Ethan y yo estábamos por cumplir los 16 años, ambos sabíamos que el próximo año sería el último verano en el campamento, yo estaba muy triste ya que creía que sería la última vez que vería a mi gran amor y amigo Ethan, antes del último año en el campamento me decidí a confesarle mi amor a Ethan, primero pensé confesarme con las cartas que nos mandábamos, pero después me dije “claro que no esto se lo debo decir en persona” 3 meses antes de ir al campamento deje de recibir cartas de Ethan, supuse que estaba triste por el mismo caso que yo así que solo espere a que llegara el día
Finalmente llego el día donde podría ver a mi querido Ethan, llegando al campamento todos nos formamos para ser asignados a los equipos y las cabañas una vez finalizada la ceremonia y ya todos asignados a un lugar decidí ir al riachuelo donde me veía con Ethan todos los años, ahí estuve por un largo rato, e Ethan no llegaba, comencé a preocuparme así que decidí ir a buscarlo, pensaba que seguro estaba muy triste porque sería nuestro último verano juntos, pero no era así me había equivocado, Ethan simplemente no había asistido este año al campamento
Estuve con mucha ansiedad durante todo el verano, en esta ocasión lo único que deseaba era llegar a casa y mandarle una carta a Ethan y preguntarle qué porque no había ido este año al campamento y bueno na había de otra también deseaba y quería confesarle mi amor, este fue el verano más largo de toda mi vida, no puedo decir que no me la estuve pasando bien, claro que si mis compañeros ese año fueron muy amables y me divertí mucho con ellos pero me hacía falta Ethan
Cuando estaba a punto de terminar el campamento todos los maestros y compañeros organizaron un gran convivio para la despedida de los chicos que ya cumplían los 16, ya que ese sería el último día en el que nos veríamos, mi corazón estaba tan conmocionado, y triste a la vez pues sentía que esto también le tenía que haber tocado a Ethan, me puse furiosa y me fui a un rincón, mientras los demás se divertían, Mildred una de las maestras del campamento se acercó a mi preguntándome si todo estaba bien
-Sofía, ¿esta doto bien? Este año te note un poco apagada
-maestra, no es nada estoy bien tan solo es que estoy un poco triste de que sea el último año, ya no podré volver a verlos
-sofí no estés así, todos estos recuerdos atesoraros en tu corazón, quizás si puede ser difícil que nos volvamos a ver pero no te preocupes puede ser que el destino nos pueda volver a juntar
En ese momento pensé en Ethan y quizás sí, quizás más adelante podía volver a ver a Ethan, recordé que él quería estudiar para ser empresario así que decidí que en el futuro estudiaría algo relacionado a eso, y así podría volver a ver a Ethan en persona, igual podría seguir manteniendo contacto con el mediante las cartas, aunque estas luego tardaban siglos en llegar, me puse muy feliz a lo que le agradecía a la maestra y el resto de la noche me la pase muy feliz, al día siguiente desayunamos y jugamos y todo fue diversión y muchas risas, hasta que llegó el momento de la despedida muchos lloramos y nos dimos pequeños obsequios para que no nos olvidáramos, mismos que habíamos hecho en el campamento, antes de subir a los autobuses nos tomamos una foto grupal, y así fue como termino el campamento
Llegando a casa moría por escribirle a Ethan pero estaba tan cansada que me quede completamente dormida, al día siguiente me prepare para asistir a las clases pensé aprovechare el descanso para escribirle a Ethan y una vez que llegando a casa la pondría en el buzón, el día transcurrió con normalidad, escribí la carta y al llegar a casa la puse en el buzón, espere con ansias la respuesta, paso 1 mes y aun no llegaba nada, todos los días revisaba el correo hasta que por fin vi una carta dirigida a mí, las lágrimas empezaron a brotar y sentí un inmenso vacío dentro de mí, pues la respuesta no era lo que esperaba, la respuesta ni siquiera era de Ethan sino de un hombre llamado Mario Salazar
Editado: 26.12.2019