El Ultimo Verano

CAPÍTULO 8

  —¿Benjamin me estás poniendo atención? —chasqueo los dedos frente a su cara.

  Violet tenia mas de dos horas en casa de los Knight por las tutorías con Ben, pero parecía que nada de lo que ella le explicaba le entraba en la cabeza, y ciertamente ya se estaba molestando, en este tiempo pudo haber estado entrevistados a las personas que había anotado en la cafetería. Y también le estaba incomodando que cada que volteaba a verlo él ya la estaba mirando, era extraño.

  —Claro que sí linda —se sintió algo extraña por el apodo pero decidió ignorarlo—. Siempre tienes mi atención.

  —¿Enserio? ¿Qué fue lo que te dije? —preguntó molesta, ya le estaba cansando la actitud de Ben.

  —¿Algo sobre el teorema de Pitágoras? —Su respuesta sonó más como pregunta lo cual fue el colmo para Violet.

  —¡Ben! Ni siquiera estamos estudiando matemáticas, es química y el teorema de Pitágoras ya lo debes de haber aprendido hace tiempo, no tiene sentido que yo te lo estuviera enseñando.

  —¿Enserio? —se reclinó en el sofá y le sonrió, ella solo rodó los ojos y suspiró.

  —Agh sabes que, me voy —cerró el libro y se levantó del sofá—. Tengo mejores cosas que hacer que perder el tiempo contigo.

  Al querer ir por su mochila pasó frente a él y la sujetó de la muñeca, inmediatamente lo volteo a ver y noto algo raro, pero no sabía decir que.

  —Espera Violet —acaricio su mano y la acercó a él.

  Estaba cerca y él seguía sentado, lo cual la incomodo, quería irse ahora mismo.

  —¿Qué quieres Ben? —trató de alejarse un poco pero este la mantenia firme frente a él.

  —¿Qué tal si dejamos el estudio de lado? —su mano pasó de su muñeca a su cintura lo cual la hizo tener un escalofrío.

  —Creeme que lo dejamos de lado en el momento en que dejaste de poner atención.

  Ben la miró de arriba abajo y luego la tomó de la cintura para acercarla más, Violet casi se cae por el movimiento repentino por lo que se terminó sosteniendo de sus hombros.

  —¿Qué carajos te pasa Benjamin? ¿Estás drogado o qué? —usó sus manos para tratar de alejarse.

  —Violet no sabes lo mucho que espere para esto.

  Ella ya no sabia que decir o hacer pero ya no importaba porque él se levantó para tomarla del rostro y besarla, al instante trato de alejarlo pero él no la dejo, y lo único que se le ocurrió fue soltar un golpe con la mano cerrada, lo logró haciendo que su rostro girará hacia un costado, lo escuchó maldecir y para después regresar su mirada a ella, Violet se quedó estática viendo como su labio estaba partido, inmediatamente miró su mano la cual estaba temblando y noto en ella el anillo que Dominick le había reglada por su cumpleaños. Ben tocó su labio y al ver la sangre en sus dedos volvió a verla, Violet supo que tenía que irse de inmediato.

  Quiso correr hacia la entrada de la habitación pero se tropezó con algo a medio camino, ¿qué cosa? Su mochila, giró sobre su espalda y vio a Ben llegar a ella, él la levantó como si nada y la lanzó a su cama, trató de huir nuevamente pero este ya se encontraba arriba de ella sosteniéndola de los hombros.

  —¡Ben suéltame!

  Sentía un nudo en la garganta mientras trataba de quitarlo de encima pero él ya estaba besando su cuello y bajando una de sus manos a su entrepierna, fue ahí cuando comenzó a llorar. Le empezó a suplicar que la dejara ir pero este no escuchaba y siguio tocandola, en un momento él soltó sus manos lo que la dejó alejarlo un poco, pero no ayudo mucho ya que Ben se enojó más y la abofeteó para después empezar a desabotonar la blusa de ella.

  —¡Ayuda! ¡Chris! —gritó su nombre, tal vez podía escucharla. Aunque realmente no sabía si él estaba en la casa.

  Violet ya no encontraba que hacer y se había resignado a su destino, esto hasta que sintió como él metió su pierna entre las de ella y ahí encontró su oportunidad, reunió todas sus fuerzas y levantó su rodilla para darle en la entrepierna, al sentir el golpe gritó y se tiró a su costado retorciéndose del dolor. 

  Al verlo así se levantó de un salto, tomó su mochila y salió de la habitación, al llegar a las escaleras se topó con alguien pero no le importo y solo lo esquivo mientras bajaba las escaleras abotonandose la blusa. 

  Por fin había salido de la mansión de los Knight y solo hubo un lugar al cual se le ocurrió ir, la casa de Dominick, no quedaba muy lejos así que caminó hasta allá mientras trataba de arreglar el cabello y limpiar las lágrimas que corrían en sus mejillas. Se sentía como una completa estúpida al haber confiado en Benjamin, ella sabia que pudo haber hecho las tutorías en espacios públicos, en algun lugar donde no estuviera a solas con él, sabía que Benjamin quería algo con ella y él lo había dejado bastante claro, pero ella no había marcado ningún límite con el, lo dejo hacer lo que quiso con ella.

  Al llegar a la puerta de la casa de Lowe no dudo en tocar esta, en menos de dos minutos la puertas se abrió y al ver a Dominick lo único que hizo fue abrazarlo por la cintura y esconder su rostro en el pecho de el, Nick no entendía nada y ella solo lloraba, por lo que la abrazo y acaricio su cabeza durante unos minutos, esperando a que se calmara para poder llevarla al sofá. Una vez dentro la dejó en el sofá para ir por un vaso de agua.

  Al regresar le entregó el agua y él solo acariciaba su espalda en lo que ella se tomaba el agua y se tranquilizaba un poco, luego de unos minutos recuperó su respiración habitual.

  —¿Ya estás mejor? —ella asintió y el suspiro, necesitaba saber qué había pasado—. ¿Qué fue lo que pasó? ¿De dónde vienes?

  —De casa de Christopher.

  —¿Él te hizo algo? —ella negó—. ¿Benjamin?

  No pudo decir nada y solo miró al suelo, “fue Benjamin” pensó él y suspiró molesto.

  —¿Te hizo daño? ¿Te toco?

  —Logre golpearlo antes de que siguiera.

  —¿Entonces no te toco? —asintió y él se sintió frustrado por no poder ayudarla—. Mierda.




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