Aileen estacionó el auto del señor Mitchell frente a la florería del pueblo. Habían logrado convencer al padre de Blaze que lo dejara ir con ella, Aileen llevó su cámara y unas luces para hacer la mentira más real y luego de pensarlo unos minutos lo dejo ir y les presto el auto para que no tuvieran que andar cargando con las cosas.
—Sigo sin creer que mi papá me dejara salir, si nos creyo ¿No?
—Lo dudo, los padres saben cuando mentimos, ha de haber supuesto de que si no te daba permiso de alguna u otra forma lo ibas a hacer, así lo hacen mis padres.
Ambos bajaron del auto y entraron a la florería, al entrar ahí la dueña los miró y les sonrió amablemente.
—Bienvenidos ¿Buscaban un tipo de flor en específico? ¿Algún arreglo o ramo?
—De hecho queríamos preguntar si —Aileen estaba por preguntar por la vieja florería pero Blaze la interrumpió.
—¿Venden gardenias?
—¿Gardenias? —preguntó y Aileen volvió a verlo confundida—. Lo siento niño, no sembramos gardenias.
—¿Por qué? ¿No crecen?
—No, realmente no las sembramos por el dueño de la floreria, mi abuelo, a él nunca le han gustado y no siembra flores que no le gustan, por mas que la gente las pida.
—¿Pero en algún momento llegaron a venderlas?
—¿Qué es lo que están buscando exactamente? No creo que estén tan desesperados por conseguir gardenias, el pueblo vecino debe de tenerlas.
—Queríamos saber de la florería que tenían en el viejo Bailey —respodnio Aileen.
—Lo siento, no se nada sobre eso, mi familia se mudo a este lado hace mucho, nunca conocí la otra floreria.
—¿Alguien de tu familia la conoció?
—Mi bisabuelo creo.
—¿Podrías preguntarle si alguna vez vendieron gardenias?
—¿Okay? Vuelvan más tarde y él mismo les dirá, vendrá en unas horas.
—Gracias —Aileen sonrió y salió de ahí.
—Compren algo a la vuelta o no vuelvan —le advirtió a Blaze y este asintió.
Ambos subieron al auto y Aileen condujo hasta la casa de los Smith, habían conseguido la dirección en el directorio del pueblo. Al tocar la puerta tuvieron que esperar alrededor de unos 10 minutos hasta que les abrieron la puerta.
—¿Quién eres? —preguntó el señor que les había abierto.
—Aileen Ma y él es Blaze Mitchell.
—¿Mitchell? —Blaze asintió y el señor les cerró la puerta de inmediato
Los chicos se miraron y Aileen dispuesta a encontrar respuesta volvió a tocar la puerta, obviamente no le abrieron.
—Que mierda le pasa a la gente?
—Si ellos recuerdan a William estoy seguro que recuerdan quienes eran sospechosos.
—Bueno, recuérdame no volver a presentarnos con los apellidos.
—Bien.
—Vamos, los Lambert viven a una calle de aquí.
Fueron con los Lambert y no les dieron mucha información, solo dijeron que pensaban que su bisabuela estaba loca y que ella juraba haber visto a una de las víctimas, pero ninguno de la familia sabía si eso era real y solo lo tomaban como loco. Con los Green fue lo mismo que con los Smith, Aileen había conseguido el número de uno de los Green, los llamaron y cuando mencionaron a Frederick colgaron, sin duda ellos también recordaban lo que le había pasado y no quieren revivirlo de ninguna forma. La hija del vecino que ayudó a Aaron los recibió pero no les dio información que les sirviera, solo les mostró el altar que su padre le tenía a su perro, ella juro cuidar ese altar cuando el murió, y esperaba que sus nietos hicieran lo mismo cuando ella muriera. Al volver con la florista el bisabuelo de esta solo les confirmó que nunca habían vendido gardenias y les dijo que no volvieran a pedirle esas flores, las odiaba, realmente casi los corrió de la florería.
—No puedo creer que nadie sepa nada del caso, ni las familias de las víctimas o los testigos, porque ignorarias el hecho de que tu abuela jura haber visto un cuerpo.
—Porque es Bailey Side? La gente cree que aquí no pasa nada.
—La gente es estúpida, espera —Blaze se detuvo frente al auto de su padre y miró a Aileen que estaba parada sonriendo—. ¿Sabes dónde vive el alcalde?
—Al final de la calle de donde vive Chris, ¿por qué?
—Podemos ir a hablar con él o su hijo, si algo así pasó en Bailey Side, ellos deben de saberlo, ¿no?
—Supongo.
Subieron al auto y fueron hasta la casa del alcalde, el cual era el heredero de la fortuna Bailey, la cual habían creado con la producción de vinos. Los Bailey seguían manejando el pueblo. Si había elecciones, pero a nadie le interesaba ser alcalde, y los únicos que estaban interesados nunca lo lograban, obviamente nadie le ganaría a los Bailey, menos con el apoyo de las otras cuatro familias fundadoras. La casa que los Bailey tenían era enorme, incluso más grande que la de los Knight, lo cual a Aileen le parecía una tontería ya que normalmente solo viven tres personas ahí al mismo tiempo, eso y los trabajadores de la casa.
Blaze conocía al hijo del alcalde, por su padre, el señor Mitchell le había dado clases, y fue su tutor un tiempo, por lo que solía ir a su casa a estudiar.
—Toca tu, a ti te conoce.
—Mmh bien —Blaze llamó a la puerta y escuchó en el intercomunicador algo de interferencia y luego la voz de un hombre.
—Nombre?
—Blaze Mitchell.
—¿Asunto?
—El hijo del alcalde me conoce, vengo de visita solamente.
El hombre tras el intercomunicador no dijo nada, ambos se miraron y luego de unos minutos las rejas de la casa se abrieron. Aileen llevó el auto hasta enfrente de la casa y ahí los recibió una de las empleadas de la casa.
—El joven Bailey está en su oficina, me dijo que lo llevará allá.
Ambos asintieron y siguieron a la chica, Aileen nunca había entrado a la casa de los Bailey y se le hacía aún más grande por dentro, probablemente por las paredes blancas y las largas columnas. Lo primero que pudo pensar fue que era el lugar perfecto para hacer una película. Llegaron hasta una puerta doble en el segundo piso y ahí los dejo la empleada, Blaze miró a Aileen y esta alzo los hombros, el toco dos veces y escucharon un “adelante”, abrió la puerta lentamente y asomó la cabeza.
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slow burn, adolescentes siendo detectives, asesinatos y crimen
Editado: 21.07.2024