El Ultimo Verano

CAPÍTULO 15

  Exactamente una semana después estaba de vuelta en la cafetería donde trabajaba Christopher y envió un mensaje al grupo:

Chicos.

Creo que encontré algo, vengan a la cafetería.

¡AHORA!

  Su pie se movía de arriba abajo mientras tomaba su café, la gente que se daba cuenta de la presencia de la rubia se alejaba murmurando cosas, antes no llamaba ni la atención de la camarera y ahora hasta el señor que siempre estaba leyendo el periódico la estaba mirando. Ya habían pasado más de 20 minutos y no había rastro ni mensajes de los demás, ya harta de esperarlos pensó «Iré yo sola si no piensan responder, yo se que el asesino de Miles tiene algo que ver con este caso»

  Dejó el dinero del café sobre la mesa y algo de propina, la cual no se merecían en lo absoluto, para después tomarse lo que quedaba de café de un solo trago, mala idea porque la cafeína término mareandola un poco, pero aun así me levanto, camino mientras maldecía y por no ver termino chocando con alguien en la entrada.

   —Lo siento —se disculpó para luego seguir su camino, pero ella no se había dado cuenta que esa persona era Chris, el cual la tomó del brazo para detenerla. 

  —¿Qué pasó Violet?

  —¿Traes tu motocicleta?

  —Siempre.

  —Genial, vamos —salieron de la cafetería y ahí estaba su motocicleta estacionada.

  —¿A dónde?

  —A la vieja escuela —subió a la moto y él se detuvo frente a ella—. ¿Qué?

  —Ponte esto —dijo entregandole su casco.

  —No es necesario —y sin importarle el comentario de ella le soltó el cabello poniendo la banda que sostenia su cabello en su muñeca para después empezar a ponerle el casco.

  —Nadie sube a mi moto sin casco —hizo una pausa en sus movimientos en la que se dio cuenta de que él no tenía un casco para ponerse—. A excepción de mi.

  —Agh como sea, vamos te cuento todo cuando lleguemos.

  Sin decir nada más se subió frente a ella.

  —Sujétate —señaló su torso y ella negó.

  —Así estoy bien.

  —Como quieras.

  En cuanto encendió el motor Violet sintió como sus manos sudaban y comenzaban a resbalarse de donde se estaba sujetando, tantos años de conocer a Chris y jamás se había subido a su amada motocicleta.

  Chris comenzó a conducir y no pasó ni un minuto cuando se tuvo que sujetar del torso de él, Chris había acelerado a propósito y ambos lo sabían.

  En el camino hacia la vieja escuela Violet se pregunto porque jamás se había subido a la motocicleta de Chris, estando ahí arriba se sintió en paz, con el aire golpeando su piel y moviendo su cabello de lado a lado. Lo único que no le generaba paz era saber que su vida estaba en manos de Chris, tal vez por eso nunca se había querido subir.

  Después de uno 15 minutos de viaje en moto llegaron al estacionamiento del la vieja escuela, Chris bajó primero y miró a Violet tratando de bajar de la motocicleta, se guardó una risa y preguntó:

  —¿Necesitas ayuda? —Violet lo volteo a ver y aunque no veía su rostro por el casco sintió como ella frunció el ceño—. Solo era amable.

  —Idiota —susurro para si misma.

  Con algo de dificultad y bajo la mirada de Chris, bajó de la moto y le entrego el casco, el lo dejo en el asiento y miro la escuela, ese lugar si daba miedo.

  —Odio estar aquí ¿a que vinimos?

  —Tienes miedo?

  —Ah sí perdón por tenerle miedo a un asesino suelto que dejó una víctima a unos metros de aquí.

  Violet no dijo nada y camino hacia la escuela, Chris se sintió mal y la alcanzó para tomarla del brazo.

  —Lo siento, este lugar me incomoda.

  —Está bien.

  Violet siguió caminando con Chris tras ella, el estaba mas atento a cualquier ruido que pudiera escuchar, si hubiera sabido que vendrían aquí hubiera traído algo con que defenderse en caso de que el asesino apareciera por ahí. Entraron a la que había sido la dirección, Chris seguía sin entender que hacian aqui, vio como la rubia empezó a revisar los gabinete que habían arrumbados por toda la dirección, se detuvo frente a ella y noto cómo iba leyendo carpetas mohosas y las dejaba de lado.

  —¿Ya me vas a decir que hacemos aquí? —ella lo ignoró y siguió buscando—. ¿Si sabes que te puedo ayudar a buscar? Pero primero debo saber que estamos buscando.

  —Busco algún archivo de maestros y sus alumnos.

  —Dame el nombre o apellido.

  —El bisabuelo de Blaze —al oír el nombre del chico Chris la miró extrañada.

  —¿Crees que tenga algo que ver con esto?

  —Él era tutor de varios alumnos, y tengo la sensación de que era tutor del asesino.

  —¿De Miles? —Chris comenzó a buscar en uno de los gabinetes algo alejado de ella.

  —No estoy segura si es el mismo que mató a —se quedó callada, no podía decir el nombre de su amigo—. Pero sé que es el que mató a los demás.

  —Bueno ¿y cual es el nombre del bisabuelo de Blaze?

  —No lo sé, solo busca el apellido Mitchell.

  —¿Llevan tanto tiempo en el pueblo?

  —Yo qué sé, llegué hace como 12 años, tu deberias saber, tu familia es fundadora, espera.

  —¿Qué? —Volteo a verla y estaba quieta mirándolo.

  —Tu familia es fundadora.

  —¿Y? .—Violet lo miró y le sonrió, con eso le dio una idea de lo que estaba pensando—. No Violet, ni pienses que hablara con mis padres o abuelos.

  —No te iba a pedir eso.

  —¿Entonces?

  —Acompañame a hablar con Benjamin.

  —¡Claro que no!

  —¿Por qué no? El puede conseguirnos algunas cosas y aparte me debe una.

  —¿De qué hablas?

  —No lo denuncie ni hable de lo que me dijo, lo menos que puede hacer es hacerme un favor.

  —Sabes que no lo hará ¿no?

  —Por eso irás tú, serás el policía malo, yo el bueno. Si no quiere hacer lo que le pido lo golpeas, diré que yo lo golpee.

  —Nadie creerá eso.

  —Por eso lo invitaré a mi casa, mi papá si me creerá, tal vez no termine con algún castigo penal pero si destruirá un poco su vida social. Más que ahora todo el pueblo tiene su mirada en nosotros.




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