El Ultimo Verano

CAPÍTULO 21

  Estaba recuperando la consciencia mientras sentía que la cabeza le pulsaba, trató de poner una mano sobre esta pero noto que no podía moverse, poco a poco abrió los ojos tratando de adaptarse a la luz que había ahí. Una vez que pudo abrirlos por completo comenzó a analizar el lugar en silencio, era un sótano, una habitación sin ventanas, porque no había ninguna. Había una mesa que se veía bastante vieja frente a ella y sobre esta había una caja color rojo vino, al mirar el suelo noto cuatro cosas.

  Una, estaba atada de piernas y manos.

  Dos, su ropa tenía un poco de lodo.

  Tres, no llevaba puestas sus botas.

  Y cuatro, el suelo era de concreto y se veía más nuevo que las paredes y la mesa.

  —¿Dónde estoy? —pregunto para si misma.

  Giro lo más que pudo su cabeza hacia los lados tratando de ver mas de aquella habitación, pero solo alcanzo a distinguir algo que parecía un pasillo.

  —Ahí está la salida —pensó mientras trataba de desatar sus manos, las cuales estaban atadas detrás de su espalda.

  Mientras hacía eso escucho pasos sobre ella, alguien se acercaba y muy rápido ya que en menos de un minuto escucho aquellos pasos en la habitación.

  —¿Si sabes que secuestraste a la persona equivocada? Mi papa es el sheriff del pueblo, y no estoy alardeando, si quieres dinero no conseguirás ni quinientos dólares, su salario no es tan alto, menos en un pueblo como Bailey —dijo rápidamente. 

  —¡Dios! ¿Puedes callarte por un momento? —al reconocer la voz se quedó inmovil—. Gracias

  El dueño de esa voz caminó hasta estar frente a ella, lo miró y se quedó muy confundida, él lo noto y solo sonrió para después sacar un pañuelo de su bolsillo, con el cual limpio algo de tierra del rostro de ella.

  —Pensé que despertarias antes, si te di muy fuerte —le sonrió una vez más y se levantó yendo hacia la caja que estaba sobre la mesa—. ¿Tienes hambre?

  —¿Dónde carajos estamos Asher?

  —¿Enserio no tienes hambre?

  —Asher suéltame de una puta vez ¡Esto no es gracioso!

  —¿No? —pregunto mirándola sobre su hombro con una sonrisa.

  —¡No! ¿Qué diablos te sucede? ¿Dónde estoy?

  —En mi casa —al oír eso miró hacia arriba.

  —¡Blaze! Ayuda!

  —Blaze no te va a oír rubia.

  —¿Qué le hiciste a Blaze?

  —Nada —se giró hacia ella mientras sostenía una jeringa—. Aun.

  Se acercó a ella mientras le sacaba el aire a la jeringa, Violet trató de buscar la forma de huir pero estaba bien atada aquella silla, se le había olvidado que los Mitchell habían sido boyscouts.

  —¿Qué es lo que quieres?

  —De ti, nada a decir verdad.

  —¿De quién entonces?

  —No quiero nada de nadie Violet.

  —¿Entonces por qué hace esto?

  —Porque los odio —Estaba por preguntar el porqué pero su respuesta le dejó pensando un poco.

  —¿Los? ¿A quienes te refieres Asher? —pregunto con algo de miedo.

  —A ti, a Blaze, Miles, y a todos ustedes, pensé que lo había dejado muy en claro con la estúpida porrista.

  La respuesta de Asher le cayó como un balde de agua fría, no quería creer lo que estaba escuchando.

  —Tu, tu —tartamudeo ante la impresión.

  —Yo-yo ¿Yo que Violet? Todos dicen que eres la más lista del grupo, pero la verdad no lo creo, eres muy lenta.

  —¿Por qué lo hiciste?

  —¿Por qué hice qué Violet? Anda dilo.

  —Mataste a Miles y Selene —respondió con un nudo en la garganta el cual detenía toda la ira que estaba sintiendo en ese momento—. ¿Por qué lo hiciste?

  —Por la misma razón que tú estás aquí.

  —¿Por qué nos odias? ¡Jamás te hicimos nada!

  —¡Jamás! Ay Violet enserio no conoces a los que llamas amigos.

  —Miles era la persona más buena y pura de todo el pueblo, y Selene era amable con todos, incluso te defendió una vez, que fue lo que te hicieron para que los asesinaras?

  —Todos ustedes están enfermos.

  —¿Qué?

  —Parece que no se dan cuenta, tal vez ustedes no tienen la culpa.

  Violet seguía sin entender de qué hablaba y solo vio como él se arrodillaba a su lado y comenzó a limpiar su brazo, iba a inyectarle lo que sea que tenía esa jeringa.

  —Asher no se que hablas.

  —Estoy segura que Blaze y ese idiota de Dominick los enfermaron.

  —Ash debes…

  —¡No me digas así! 

  Al interrumpirla con su grito ella solo se quedó en silencio hasta que el acerco la jeringa a su brazo.

  —No, no por favor —suplicó mientras trataba de alejarse, lo cual fue algo estupido ya que estaba atada.

  Asher no se inmuto e inyectó aquel líquido en las venas de Violet. Mientras ella miraba su brazo del cual salía una pequeña gota de sangre, él se levantó para dejar la jeringa usada sobre la mesa. Violet empezó a sentir como aquel medicamento comenzó a hacerle efecto, su vista se hizo algo borrosa y la cabeza le daba vueltas, trato de enfocar a Asher y cuando logró hacerlo lo vio caminar hacia ella con unas tijeras en mano.

  —¿Alguna vez tuviste el cabello corto?

 

 

 

  Christopher no había querido regresar a su casa por lo que se había quedado en la estación de policía hasta tarde, y sin darse cuenta se había dormido en la sala de espera. Ya pasaban de las ocho de la mañana del dia sabado, ya habia pasado poco más de un día desde la desaparición de Violet y el FBI había aterrizado en la ciudad más cercana a Bailey Side la noche anterior, y ya se encontraban estacionando sus camionetas frente a la estacion de policia. El encargado de recibir al equipo era David, el mejor amigo del sheriff. 

  —Soy el agente Avery —dijo mientras le daba la mano al oficial—. Ellos son los agentes Davis, Gray y el agente Blackwood, los demás vienen en camino.

  —David —se presentó mientras les daba la mano a los demás agentes—. El Sheriff Turner no debe tardar, fue a la cafetería que está a la vuelta, siganme los llevaré a donde se podrán instalar.




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