II

26. El arlequín añadió: "Y del dolor, porque ambos son inseparables." 
27. Con estas palabras, los guardianes lo invitaron a adentrarse en el jardín. 
28. Aldric recorrió los senderos floridos, cada flor contándole una historia. 
29. En una esquina, vio una rosa negra que hablaba de un amor perdido y el dolor que dejó. 
30. Más adelante, una flor dorada susurró sobre la alegría de un reencuentro. 
31. Cada planta en el Jardín del Amor le enseñó a Aldric algo nuevo sobre la dualidad del amor y el sufrimiento. 
32. Poco a poco, Aldric sintió que su corazón se llenaba con una comprensión profunda. 
33. La gitana y el arlequín lo seguían de cerca, observando su progreso. 
34. Finalmente, después de un día entero explorando el jardín, Aldric llegó a un claro. 
35. En el centro del claro había un antiguo arco de piedra, cubierto de enredaderas. 
36. "Este es el Umbral de la Eternidad," dijo la gitana en voz baja. 
37. "Para cruzarlo," explicó el arlequín, "debes dejar atrás tus miedos y tus apegos." 
38. Aldric se acercó al arco, sintiendo una mezcla de temor y determinación. 
39. "He aprendido mucho sobre el amor y el dolor," dijo Aldric. "Estoy listo." 
40. La gitana le ofreció una pequeña joya de cristal, brillando con una luz interior. 
41. "Este cristal simboliza la sabiduría que has adquirido," dijo ella. "Llévalo contigo." 
42. Aldric tomó el cristal y se dirigió hacia el umbral. 
43. Al pasar bajo el arco, sintió una ola de energía que lo envolvió. 
44. Sus recuerdos y emociones parecieron fundirse en una sola corriente de entendimiento. 
45. De repente, se encontró en un vasto espacio de luz y serenidad. 
46. Allí, se sintió en paz, como si todo el universo estuviera en perfecta armonía. 
47. "Este es el corazón de la eternidad," susurró una voz suave. 
48. Aldric comprendió que había encontrado lo que buscaba. 
49. Pasó lo que parecieron años en ese estado de iluminación. 
50. Sin embargo, un día, sintió una llamada para regresar al mundo mortal.