Él único en mí vida 1

Capitulo VIII. Ascensor

Mientras caminaba por el oscuro pasillo hacia mi habitación, en mi mente sólo invadía esa pregunta pero... Al entrar al cuarto se fue desvaneciendo poniéndome a pensar dónde rayos estaban mis cosas, las cuales busque con rapidez y cuando las vi tirada en el suelo junto a la cama me cambie y baje... tenía 20 minutos de retraso, y al señor Markle no le gusta la impuntualidad por eso me vi obligada a correr.

Cuando llego a las escaleras, me paralice de los nervios al ver que el señor Markle me estaba esperando en la puerta con su cara arrugada y manos flexionadas en el pecho.

—¡Veo que para usted señorita Fox, es una costumbre llegar tarde!— dijo Markle arrugando más su frente.—Escuche bien esto que sólo lo repetiré una vez ¡No vuelva a llegar tarde!—se quedó mirándome fijamente. Me quedé en silencio, no sabía que decirle por eso sólo baje las escaleras con la mirada decaída y lo seguí.

A fuera estaba Alfred con el auto. Nos subimos y al estar ahí no me dirigió la palabra ni la mirada en ningún momento y  estando allí sólo pensaba «En lo sexy que se veía molesto». Llegamos a las 11 de la mañana a la empresa, él señor Markle fue directo a su oficina, yo me quede afuera con Amánda, trate de sacarle conversación pero ella ignoraba mi existencia. Pasaron horas y horas hasta que cayó la noche, solamente quedábamos él señor Markle y yo «bueno Alfred también pero él estaba abajo en la entrada, esperándonos» Con la fría noche y la oscuridad del edificio el ambiente se volvió algo tenso ¡Lo que me asusto! A eso de la 9 de la noche, el señor Markle salió de la oficina lo que me alivio. Mis miedos se fueron.

A penas sale me da unas carpetas, las cuales cargo sin ningún problema. Al subir en el ascensor para posteriormente subir al auto y emprender rumbo a la mansión. El señor Markle se pone enfrente de mí alterando todo mi cuerpo. Detiene el ascensor en el piso seis, lo que hizo estremecer mis nervios haciendome tirar las carpetas. Me agacho para recogerlas.

Y el señor Markle expresa.

—Déjelas ahí señorita Fox—Ordeno Markle.—Y suba despacio.—

Yo sólo obedecí y mientras iba subiendo despacio, muy despacio, pude observar al perfecto su miembro lo que me entumeció. Me agarro por el hombro y me termino de subir. Dándome un beso húmedo y profundo, tenía su mano derecha en mis nalgas y la izquierda incrustada en mi cabello. Despegue mis labios de su boca, y los lleve por todo su cuello dejando salir mi deseo hacia él. Markle empezó abajar con suavidad el cierre de mi pantalón. —Te apuesto que es la primera vez que lo haces en un ascensor.—me susurro al oído él señor Markle.

«Yo no quería hablar, sólo pensaba en que nunca se terminara»

Mientras estaba a punto de encajar su miembro en mi vagina, decidí responderle—Aunque desde el primer día he tenido deseos oscuros hacia usted señor. No sabré decirle porque es mi primera vez—al instante de terminar de decir la última palabra, él me soltó.

—Significa que usted es virgen señorita Fox—pregunto Markle, sorprendido.

—Sí, ¿por qué hay algún problema señor?—dije

Markle se limitó a decirme que no y que me abrocharan el pantalón. Puede notar que realmente le estremeció que yo fuera virgen. Él se acomodó y con la mirada fija en mí, prendió de nuevo el ascensor el cual nos llevó a planta baja dónde Alfredd nos esperaba.

—Buenas noches señor Markle—Expreso Alfred—Buenas noches señorita Fox —Siguió diciendo, abriendo la puerta del auto.

El señor Markle, se sentó por su lado derecho como acostumbra hacer mientras le dio la orden a Alfred.

— A casa Alfred, por favor—

Mi cabeza estaba en total confusión, no sabía porque había reaccionada así ¡¿Será que no le gustan las vírgenes?! En todo el camino mire hacia la ventana, y puede sentir que él me miraba. Pero al yo voltear me quitaba la mirada de encima.




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