Él único en mí vida 1

Capítulo XXVIII.

Llegamos la mansión en tiempo record, pero ya era muy tarde y decidimos descansar.

Cristina se quedo en mi pecho dormida y sentir su respiración, sentir su calor, sentir como latía su corazón, sentir su cuerpo junto al mío. Me hizo sentir qué por fin estaba completo.

Dormimos abrazados y feliz.

Al salir el sol, fui yo el primero que se despertó. Quería ser el primero para buscarle el desayuno como de costumbre pero al moverme, ella se despertó.

—¿A dónde vas?—preguntó Cristina adormecida. Se frotaba los ojos y bostezaba.

— Te iba a buscarte el desayuno.—dije. Terminándome de parar para dirigirme hacia el baño.

Entre y me lave la cara para salir.

Cristina seguía todavía acostada, y al verla ahí semi desnuda no me puede contener y me tire encima de ella dándole besitos por todo su cuerpo.

En toda la habitación se escuchaba su risa. Su hermosa risa.

—¡Para! Ya para Dylan—decía Cristina entre risas.

No paré seguí dándole besos por un minuto más. ¡Dios! Su piel siempre huele rico, como si llevara siempre perfume.

—Dylan ¡Vamos! Ya detente. Necesito decirte algo.—dijo Cristina alejándome entre risas. Me detuve y la miré con ojos de amor.

—¿Que sucede?—pregunté con cara de bobo. A mirarla se me salía la baba ¡Dios... Por qué están bella!—suspiré.

—De verdad ¿Nos casaremos hoy?—preguntó Cristina, arqueando una ceja.

—¡Por supuesto amor!

—Pero no tenemos nada listo. Dylan todo lo que hizo Ashley lo cancele.—dijo Cristina y bajo la mirada.

—¡Descuida! De todas manera no íbamos a utilizar eso.—dije con una sonrisa picara. Levantándome de la cama.

—No comprendo. Entonces por qué nos dejaste "hacer los preparativo" y lo peor ¿Por qué me hiciste pasar tiempo con ella? No fue mucho pero... los minutos que pase con ella fueron torturadores ¡Necesito una explicación, Dylan Markle!—dijo Cristina, confundida.

Reí.

—Porque necesitaba que ustedes estuvieran ocupada en algo, sobretodo Ashley que le gusta entrometerse en mi cosas.

—Aun no entiendo ¿Por qué nos querías tener ocupada? Vamos, Dylan sé directo. Acuérdate que dijimos sin mentiras.—dijo Cristina un poco alterada.

—Ya va ¡Cálmate! aunque te ves sexy cuando te pones así.—dije guiñándole el ojo y lazándole un beso.

—¿Dylan?

—Ya pues. Está bien ¿Recuerdas cuando fuimos a la casa de la playa y me la pasaba mucho en el celular y también cuando iba mucho a Dollas a trabajar?—dije tranquilo, mientras me seguía vistiendo.

—Sí y eso ¿Qué?

—Qué no me la pasaba en el celular trabajando, y menos iba a Dollas a trabajar... De hecho desde que me dijiste que si aceptabas casarte conmigo. No he hecho otra cosa que no sea planear nuestra boda, y... por eso las quería tener ocupada ha ambas para que no se dieran cuenta.

—Pero… ¿Quién hacia entonces tu trabajo en Dollas?—preguntó Cristina.

—Amanda quien más... Le pago una muy buena suma para que lo haga a la perfección.—respondí mientras me seguía vistiendo.

—Cada día me sorprendes más Markle. Nunca imagine, qué harías eso... Entonces... ¡Si nos casaremos hoy!—dijo Cristina emocionada.

—Nada lo impedirá, amor.—dije acercándome a darle un beso y me devolví para mirarme en el espejo.«Ya estaba listo con mi jeans, la camisa y los zapatos».—Así que vístete para que vayas a medirte el vestido. Y hacerte todo eso que se hacen ustedes las mujeres—dije abriendo la puerta para salir.

—¡Me encantas!—expresó feliz.—Aguarda ¿Y tú para dónde vas?.—preguntó Cristina. Al verme salir.

—Ayer te prometí que iría hoy a terapia y a eso voy. Iré a ver a la psicóloga y luego iré a nuestra boda.—dije y me fui.—Pero me devolví.—Las indicaciones del día están en tu habitación ¡Nos vemos en el altar!—dije y cerré la puerta pero la abrí al instante.—¡Oye! Tengo tantas cosas en la cabeza que se me olvido preguntarte ¿Si has visto a Ashley? Porque llevo rato que no la veo.—dije abriendo la puerta.

—¡Ah! ¡Sí! Se me olvido decirte que se tuvo que ir por unos compromisos... pero dejo dicho que regresaba para la boda.—dijo Cristina.

¡Qué mentira! ¡Ya no volverá! Cuando se va sin despedirse. Jamás vuelve. Pensé que esta vez podía contar con ella pero como de costumbre siempre se va en el momento menos esperado.—suspiré de tristeza. Mis animo se bajaron un poco con es noticia.




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