Después de caminar largas cuadras, llego a mi destino y presiono el botón de entrada y coloco la clave de seguridad. Cómo vivo en una mansión según mis padres es necesaria la seguridad que le ponen. Pero yo aun sigo creyendo qué hay algo oculto en ello.
Antes de subir a mi habitación, me voy a la cocina y agarro un yogurt de vainilla.
Recuerdo que tengo tareas y me decido por hacerlas.
(…)
Una vez termino de hacer todos los deberes agarro un libro de mi estante y me lo pongo a leer hasta que alguien interrumpen mi hermosa lectura.
— Quien sea que esté tocando vallase y no moleste.
Parece que no importaron mis palabras, porque la persona que tocó entra sin pudor.
— ¿Que hicieron esta vez? — una Isa sonrojada entra por la puerta.
No le doy importancia a su sonrojo y decido dejar atrás mi mal humor porque ella no tiene la culpa de que tenga dos hermanos que arruinan mis días.
— Perdón es solo que ya sabes, lo mismo de siempre.
— Conociste un chico nuevo y los dos simios que tienes como hermanos te vieron hablando con el — deduce mi mal humor y me mira con picardía.
Ruedo los ojos.
— Ya, pero no es lo que piensas— proceso a contarle todo omitiendo la parte en donde choco con Eiden la primera vez.
— Le gustas.
Ruedo los ojos nuevamente.
— El que un chico le hable a una chica no significa que tenga un interés amoroso por ella. — le deletreo cada palabra para que lo entienda.
Ahora ella es la que rueda los ojos.
— No seas aguafiestas.
— Ser realista no es ser aguafiestas.
Se exaspera y yo rio porque siempre terminamos en lo mismo.
— Ya, cambiemos de tema antes que una de las dos termine muerta — bromeo.
— Hoy pase la peor vergüenza de mi vida y por primera vez me quiero morir — habla tan rápido que penas la entiendo.
— Espera no entendí, habla más lento.
— Que hoy conocí a un chico y era el ser más guapo que e visto en mi vida pero todo ocurrió en mis más peores circunstancias.
Suspiro y….
— Isa tú consideras a todos los chicos guapos.
— Pero esta vez es diferente, completamente diferente porque hice algo súper tonto y el chico me vio haciendo mi berrinche. Todo fue tan horrible y vergonzoso — se queja.
— Espera, ¿Tú haciendo un berrinche?
— Calla y escucha— me recrimina.
Suspiro y dejo que me relate “su vergonzoso momento“.
— En la salida después de reunirme nuevamente con el equipo, al finalizar todo, ya saliendo al estacionamiento, iba caminando muy tranquila hasta donde mi coche…
— Isa ya entendí que todo pasó a la salida, al punto ve al punto.
— ¡Eres aburrida Lia, quiero que sientas lo mismo que sentí yo! — me chilla.
— Está bien cuéntame con punto y coma.
— Ya. ¿Donde me quede?… Ah si, que me encontraba en el estacionamiento.
”Estaba dirigiéndome hasta mi coche hasta que me acuerdo que las llaves de mi auto las había dejado en mi locker. Entonces me devuelvo hasta entrar nuevamente a la preparatoria y busco mi casillero pero caigo en cuenta que mis llaves del coche estaban con las llaves del casillero, si lo sé muy tonto de mi parte, pero me encontraba apurada y a pesar de ser el primer día me encontraba estresada con eso de ser capitana y presidenta estudiantil. Todo a la vez es algo muy agobiante.
Me compadezco por mi prima ya que él ser capitana y presidenta estudiantil es mucha responsabilidad para ella. No digo que sea algo que ella no pueda hacer pero desde mi punto es mucha responsabilidad.
Le hago señas para que continúe.
En vista que mis dos llaves estaban en mi loquer, y con todo el estrés acumulado, por primera vez en mi vida me permito estallar — me prosigue contando.
— Espera— la interrumpo. — ¿Estallaste?
— Si, y ya no digas nada. Volviendo a mi historia, por primera vez estallo y me permito tirar mis cosas al suelo, y como no había nadie en los pasillos me puse a recriminarme a mi misma y a hablar sola.
Trato de soportar la risa que quiere salir de mi al escuchar lo ultimo.
— No te burles — me recrimina— tu me contagias tu locura. Bueno sigo, no se cuanto tiempo estaba hablando sola pero enserio Lia juraba que no había nadie en los pasillos, y pum me doy cuenta que un especimen de chico muy guapo me estaba viendo. Lia te juro que por primera vez quería desaparecer de la tierra. El chico era demasiado guapo y me había visto en esa situación.
“Bueno la cosa es que al parecer lo asusté ya que el pobre chico estaba en una especie de shock, solo me veía fijamente. Y hasta me sonrojé Lia, yo jamas me sonrojo, y antes que el chico saliera del trance sali corriendo, no me importo mis llaves ni mi coche solo salí y aquí estoy, tome un taxi.—finaliza de contarme—.
Me permito soltar una sonrisa porque la situación es divertida.
— Te pasará lo mismo por burlarte— me señala molesta.
— Pero no dices siempre que debemos ver las situaciones que nos pasen como oportunidades— le pregunto.
— Que de bueno puedo sacar de esta situación — me pregunta ahora ella.
Pienso en algo coherente para subirle su ánimo y…
— ¡Quizá lo dejaste cautivado y por eso se quedó en shock!
— No creo que en esa situación me haya visto simpática.
Ruedo los ojos.
— ¿Acaso me dirás que no te consideras linda?
— No me refiero en lo físico, me refiero de manera emocional, pensará que estoy loca.
— Esto es más serio de lo que creía.— me lo digo a mi misma.
— Lo raro—vuelve a hablar— es que no lo vi con el uniforme del colegio.
— Ve el lado positivo, quizá era un familiar o amigo de algún estudiante y no estudia con nosotros, cosa que no lo volverás a ver y no te avergonzaras.
— Pero era muy guapo.
— Lastima querida prima.
— De verdad que me encanta tus ánimos.— lo dice con sarcasmo.
— Si si bueno, ahora si me disculpas terminare de leer esto.